8.7.24

Los franceses unidos, tardarán en ser vencidos


Los franceses han enseñado a Europa lo que no se puede consentir. Ahora toca lo más complicado, intentar que los resultados electorales sean resultados válidos para el futuro. La historia nos ha enseñado que no todos los extremos son iguales, y algunos hay que frenarlos para que cambien ellos mismos, si desean gobernar y no producir miedos.

Ha sido una semana curiosa en Europa. Mientras el Reino Unido votaba a mitad de semana y en 24 horas se iba el Presidente que había perdido, y entraba el nuevo en un alarde de rapidez que como poco, sorprende por la calma y la urgencia en su sistema de cambio; en Francia todas las encuestas fracasaban en un ejercicio social más que político, que había logrado en solo una semana dar la vuelta a todos los resultados posibles.

Tomemos nota. O mejor dicho: Tomemos Notas.

Las derechas extremas dan miedo, incluso a las derechas conservadoras, aunque no en todos los países europeos. Pero estoy seguro que incluso en lo más reticentes a entenderlo así, habrán tomado buena nota.

Las izquierdas unidas son más capaces, sobre todo si utilizan la inteligencia política para saber en dónde no hay que presentarse para perder. Por ejemplo en el Senado de España en muchas ciudades pequeñas.

Para la izquierda francesa viene ahora lo complicado. Saber gestionar su triunfo. Entender que ser generosos a la hora de retirarse no es lo mismo que saber gestionar las formas de gobernar. Y sobre todo admitir desde el primer día que este experimento solo se puede hacer una vez cada muchos años.

En España tanto el PP como el PSOE habrán tomado buena nota de todo lo acontecido en Francia y Reino Unido. Europa sale victoriosa en lo que parecía un futuro bastante gris marengo, pues Francia es mucha Francia dentro de la UE, y sabe que esto es un punto de palanca, pero solo un punto.


7.7.24

¿Qué querían los indignados del 15M de 2011?


Ya casi nadie recuerda nada de lo que supuso el 15M en España, ese movimiento de indignados que durante varias semanas movió la España ya cabreada hacia un movimiento de jóvenes que se lanzó a las calles de las grandes ciudades para acampar las 24 horas de muchos días, y pedir cambios en la política que nunca se produjeron.

No fue un movimiento reprimido, fue consentido y mirado de reojo para ver hacia dónde se movía, controlado desde fuera pero a su vez seguramente también desde dentro, y que acabó como empezó, sin algaradas ni objetivos conseguidos.

¿Qué querían esas miles de personas jovenes que se habían alzado contra lo que había en la realidad social de aquellos años?

He recuperado una radiografía en forma de estadillo con los objetivos de aquellos indignado de hace 13 años. Hoy casi todos rondan los 40 años, ya no son jóvenes, y todo ha cambiado para seguir como estaba antes del 15M de 2011.

Los objetivos eran tremendamente amplios como vemos, pero de aquello no surgió ningún movimiento estable; con los meses empezó a germinar lo que luego sería Podemos y los Círculos, etc. etc. que como sabemos han ido diluyéndose como azucarillos, en la medida en que unos crecían y otros no llegaban a relanzar lo que había sido un boceto novedoso y amplio.

¿Qué sucedió para que aquello no triunfará, tras un éxito espectacular en su originalidad, en sus lemas e ideas, en sus formas de trabajo, en la amplitud que supuso dentro de la sociedad española?

Pues no sé si algún día alguien querrá decir toda la verdad. Lo cierto es que aquello fue un fracaso lleno de pequeños éxitos, y los Poderes supieron dirigirlo, gestionarlo, controlarlo sin aparentemente mover un dedo, y obtuvieron el éxito de que todo siguiera igual.

Hay que añadir que aquel movimiento de indignación nació contra todo lo establecido, incluida la izquierda a la izquierda del PSOE, a los que se nos tachaban de "comprados", y tal vez ese error de ir contra todo y contra todos fue su primera debilidad, ligeramente corregida con los meses de vida indignada. 

Nada era tan fácil, y todo lo que se quiere crear necesita antes una organización detrás. Lo que a veces llamamos "Plan de Empresa" y que sirve para marcar metas, objetivos, proveedores, clientes y productos de calidad. No sé si me he explicado bien.

5.7.24

¡MARCHONS, MARCHONS! Francia y el futuro





Hace justo un año escribía varios artículos sobre la gran amenaza y el peligro que representaba una unión de PP y VOX para la sociedad y, sobre todo, para las mujeres porque, cuando los derechos retroceden en una sociedad, lo hacen aún más para las mujeres y el feminismo; ideología y postura vital esta última que me enseñó mi hermana sin grandes aspavientos y que pasado el tiempo le estoy muy agradecida, aunque hace más de 20 años decir que eras feminista te adjudicaban todo tipo de epítetos llenos de tópicos y prejuicios y que una llevaba y lleva con estoicismo y a veces con gran cabreo.

Pues bien hubo personas (me gusta enviar los artículos a personas de todo pelaje para ver sus reacciones) que me dijeron que no era para tanto lo que expresaba en la normalización y el giro hacia la extrema derecha y que sus consecuencias era una “fatera” y otros pensaron que era un “quesentir” (como se diría en aragonés).

Es una desgracia, desde luego, que todos los derechos que creíamos asentados en temas tan peliagudos como el medio ambiente, la igualdad social, el feminismo... retrocedan y se extrapolen a variadas latitudes donde los contenidos y los continentes se asemejan de manera mimética. Palabras feroces en gestos burdos. De esto sabe la familia Le Pen que lleva décadas desde Francia mamando de ideas reaccionarias porque ya se sabe que las cámaras de gas utilizadas en el régimen nazi durante la Segunda Guerra Mundial fueron “un detalle de la historia” como dijo el padre de la actual dirigente, Marie Le Pen, del partido heredado del desmemoriado. 

Al frente de la “Agrupación Nacional” el próximo domingo, 7 de julio, en la segunda votación puede conseguir la mayoría absoluta y Francia, para inquietud de los organismos europeos, puede convertirse en una fiera domesticada en lo superficial a lo Meloni.

Ya hay demasiados países donde la extrema derecha forma parte o dirige ella sola los designios de varios gobiernos (Países Bajos, Finlandia, Chequia, Croacia, Italia, ¿Francia?). Hace un año escribí sobre el peligro de la extrema derecha y su expansión y muchos se rieron de mí como si esto fuera un mal menor. Veremos hacia dónde van los franceses el 8 de julio y veremos si cantan con ahínco la Marsellesa y los demás veremos hacia dónde marcharán porque ya se sabe que cuando las barbas de tu vecino veas cortar....

¡Marchons, marchons!... De vils despotes deviendraient les maîtres de nos destinées (¡Marchemos, marchemos!... Unos déspotas viles serían los dueños de nuestros destinos).


OLGA NERI

4.7.24

Si sabemos mentir, vamos ganando la batalla


Estamos en una época en la que mentir sabiendo que estás haciendo daño con tus mentiras, sale gratis. Más si además construyes grandes mentiras y las adornas de grandes abogados que tienen tu carta blanca, para gastar en juicios lo que sea necesario e intentar que las mentiras parezcan verdades a costa de llevar al juzgado a los/sus enemigos.

Lo curioso de todo esto, es que son los jueces los que admiten las querellas con simples notas de prensa, sabiendo que lo que se abre son muchos meses de insidias que no se pueden controlar en una Justicia super lenta que no castiga al que hace un usos bastardo de la misma. 

Y es entonces cuando la sociedad deja de creer en la Justicia.

El ciudadano de la calle ya no cree en la Política, duda de su Justicia, y ya hace unos años que dejó de lado la Religión. ¿Qué nos queda?

Pues como somos animales aunque nos creamos racionales, queda lo que queda, que es un crecimiento de la violencia. Suave primero, verbal después, desafección, cabreos, subidas de tono, y violencia física al final del recorrido.

Confundimos más policía con más Justicia. Que esa es otra. 

La policía está para poner orden cuando se ha roto la normalidad. Pero nunca para construir orden. Eso lo tiene que hacer la sociedad, los políticos y los jueces. Pero ahora nos dedicamos a otras labores.