7.11.24

Hay que esforzarse para reflexionar. Y eso cuesta

Vivimos en un mundo triste donde prima la superficie, donde se nos entrega gratis incluso nuestra forma de pensar, a poco que nos dejemos llevar por los que gestionan escondidos nuestra capacidad crítica. Nos ayudan a pensar, por no decir que nos dirigen. 

Nos dejan elegir libremente entre ser de derechas o de izquierdas, religiosos o anticlericales, pues nos entregan paquetes cerrados donde todo está ya dentro muy bien estructurado. 

Pero entre medias de estas posturas hay decenas de estaciones intermedias donde no nos dejan ponernos a pensar con la misma facilidad

Y esa prohibición no es tal, es simplemente que nos entregan simplificado el modo para que lo elijamos entre posturas ya empaquetadas, nos facilitan las posiciones, y así no tenemos ni que pensar. Todo parecen hacerlo por nuestro bien, para que resulta fácil ser humanos comprometidos.

No parece necesario esforzarse ante nada. Por eso tenemos una sociedad triste donde el esfuerzo personal no tiene el valor que debería.

Todo nos lo entregan masticado y además nos van alimentando con más combustible empaquetado para las posturas polarizadas. 

Si eres de “los raros” que prefieren estar en medio de las dos posturas encontradas, no te entregan combustible fácil y tienes que ponerte a pensar, a esforzarte en comprender.

No es lo mismo leer el titular de un periódico, que leer un libro entero. 

No requiere el mismo esfuerzo ver una imagen encuadrada y limpia en nuestro televisor, que comprender una aptitud de un grupo social. 

Cuando todo nos lo entregan manipulado por la cocina, es muy fácil manipularlos a nosotros para entregarnos limpio y guapo el resumen de lo que tenemos "que ser". Y como es fácil de tomar lo que nos sirven, lo absorbemos con más facilidad.

¿Y dónde queda nuestra obligación de reflexionar? 

¿Cómo es posible adquirir conocimientos si no somos capaces de reflexionar y esforzarnos nosotros mismos en entender lo que nos rodea, lo que va sucediendo en cada momento?

Si hay que vivir de ilusiones, lo lógico e incluso lo inteligente sería que esas ilusiones las creáramos nosotros mismos, no que nos las entregaran ya masticadas, para no tener ni que pensar en saber de dónde vienen.

6.11.24

Donald Trump ha ganado y sabemos bien los motivos


Todos los que tenemos suficiente información política por (y para) diversos motivos, sabemos perfectamente por qué ha ganado Donald Trump. Sabemos o intuimos sin margen de error quien ha cambiado el sentido de su voto desde hace cuatro años hasta ahora, y los motivos de ello. Con todo lo que ha caído en estos años.

Se pueden ahora hacer debates a decenas, unos serán ciertos y otros manipulados, pues ahora está de moda crear mentiras. 

Pero los que tienen/tenemos que tomar muy buena nota de lo sucedido, sabemos perfectamente los motivos.

Y si no lo sabemos, no merecemos dedicarnos en absoluto a la política, ni como asesores, ni como opinadores. 

El voto no es de nadie. Saber quien cambió de opinión es lo primero, y eso nos lleva a obligarnos saber el motivo del cambio. Y ya lo sabemos. Incluso antes de se fuera a votar.

Para aprender a comportarnos con más inteligencia política y social, hay que aprender a entender a la sociedad. 

Donald Trump ha ganado muy limpiamente, aunque en el camino haya utilizado mecanismos para modificar ideas. Pero ha ganado por el cambio de voto de millones de americanos.

Tontos seremos los que no sepamos ver los motivos, y creamos en brujos inexistentes. Los Marcos mentales llevan ya muchos años inventados.


No todos los políticos somos iguales


Hay muchas clases de políticos, pero en estos momentos en Europa y sobre todo en España, todos estamos dentro del mismo cazuelo de ladrones y basureros. Yo lo admito pro con rabia, eso sí. No es lo mismo un político local de un pequeño pueblo que un presidente de una grande corporación política. Y eso a la hora de generalizar es un tremendo error que duele.

Hay médicos que son unos auténticos cuervos, y la mayoría de los médicos son excelentes profesionales y benditas personas. Yo no los generalizo nunca. Podría hablar de empresarios o de profesores. Daría igual. Hay maravillosos y auténticos vampiros.

En mis años de primera línea política en un barrio de una ciudad de 700.000 habitantes NUNCA he cobrado nada de nada. Pero ni yo ni los otros 169 zaragozanos que estaban en mi mismo puesto de responsabildiad, repartidos por toda la ciudad. Yo NUNCA. Y como yo, miles de voluntarios de decenas y decenas de Asociaciones de todo tipo.

Pero reconozco que mi labor era política. Cuidar de ciertos cambios en el tráfico, en servicios sanitarios o de educación, reuniones de seguridad con la policía, organizar eventos culturales o festivos, hablar y opinar del urbanismo con documentos, etc. Y de seguridad ante riadas, por poner algunos ejemplos actuales.

Así que por favor, aunque sé que no sirve de nada decirlo. No generalicemos cuando se habla de políticos, hay miles de políticos en pueblos y localidades pequeñas, sin horarios, y que pierden dinero. No lo ganan pues no tienen sueldo, es que literalmente lo pierden.

5.11.24

Preguntas en el barro de Valencia


No requieren respuesta inmediata, se pretende volver a Sócrates. Aquel que vivió en una polis que contenía pardinas y fincas rodeadas de cipreses y olivos en una cuenca mediterránea con precipitaciones ya entonces irregulares y cuya ágora subió a una colina.

Hoy no toca arrear a Errejón que no se sabe cómo hubiera gestionado la emergencia como presidente autonómico porque empezó a gestionar sin haber sido concejal antes y seguro que fue el primer sorprendido cuando le obedecían y se le cuadraban hasta cuando daba en el partido órdenes sin justificación o se le iban las manos.

En el caso de que en un municipio de urbanismo y fundación medievales, situado en una meseta o cerro de los propios del interior de Valencia, sierras de Aragón y pirineo oscense, cayeran 500 litros por metro cuadrado, ¿no se inundarían también los garajes las casas que por gravedad están a cota más baja?

Si la mayor parte de las imágenes que he visto de viviendas arrasadas en el área metropolitana sur de Valencia son unifamiliares construidas en la proximidad de ramblas y la ley de urbanismo valenciana fue famosa por innovar declarando al agente urbanizador privado como amo y señor del desarrollo de nuevos suelos urbanizables, ¿cómo es que estas unidades de ejecución desarrolladas junto a cauces han sido planificadas por los municipios y obtenidos los planes informes favorables o aprobaciones autonómicas y de las confederaciones?

Si el anchísimo cauce del Turia ha salvado a la ciudad de Valencia del caos y la desgracia pero ya anunciaba con su ejecución tras la inundación de la ciudad en los 60 que la administración se ahorraría hoy cuantiosas indemnizaciones… Si, sin embargo, el barranco de la Z-30 fue insuficiente para canalizar toda la tormenta que cayó en Puerto Venecia en Zaragoza… ¿son quienes eligen vivir en municipios y barrios menos protegidos quienes se tienen que sacrificar y aceptar con su vida salvar los barrios Valencia y de paso su norte o el centro de Zaragoza?

Según el principio de igualdad constitucional, ¿la fuerza mayor se padece de forma distinta según el barrio? ¿deberían tener una nota simple informativa los inmuebles que se vendieran en barrios con dolinas, municipios atravesados por ramblas sin talud o sin pantanos de cabecera, y entonces ya sería nuestro problema?

En el caso de los propietarios y familias que viven desde hace generaciones en pequeños núcleos que antes estaban rodeados por naranjales que algo contendrían las inundaciones, ¿deben aceptar la política urbanística posterior?

¿Ha de aceptarse necesariamente por un agricultor de Pina que debido a las motas que impiden hoy la inundación de Zaragoza, se inunden sistemáticamente sus campos o explotaciones? O es un mal que tiene como ciudadano el deber jurídico de asumir.

En el caso de que haya que abrir alguna vez las compuertas de Yesa y gran parte de la margen izquierda de Zaragoza vuelva a quedar anegada como antes del pantano, lo que supondría que veamos coches flotando cada cinco años en los garajes del ACTUR y desesperados que viven de ellos intentando rescatarlos, ¿cuál será la ponderación de intereses? ¿quién puede informarnos con anterioridad de que nuestra casa la han levantado con informes favorables y visados colegiales en una pequeña capa de centímetros de costra de gravas del río?

Estas preguntas ya se las hizo en forma de indignación y referidas a Valencia el maestro Rafael Chirbes. Mejor para él tuvo que ser haber muerto sin saber que determinados barrios nuevos conectan sus tuberías de desagüe de diámetro mediano en otras tradicionales y a veces de uralita de otro más pequeño.

No pasan más cosas, no le pasan a cualquier partido político, porque el cambio climático y el calentamiento del Mediterráneo no quieren. Concentrar la población en la costa durante años con políticas de vaciamiento de servicios del interior y especular con su necesidad de vivienda y después de ocio vacacional no lo podrían arreglar ni unidades de intervención de emergencia por cada Ayuntamiento.

Quizá sea más fácil salvar por el ejército en condiciones marroquíes o afganas, países que cuentan únicamente con comercio de proximidad y alimentos de kilómetro bajo cero, a los que todavía no se les ha ordenado consumir en cuatro multinacionales.

05.11 Luis Iribarren