3.2.09

La mesa de la reunión de Zapatero con los banqueros

El escenario en toda obra de teatro es media obra, el marco que avisa y que da forma y color a lo que viene detrás.
Incluso en aquellas obras en las que no hay escenario, es una decisión tomada; el escenario es la nada.
En la reunión de Zapatero con los banqueros, el escenario lo montó un enemigo de todos.
No es posible hacer una reunión de trabajo con peor escenario, con una distancia entre los interlocutores mayor y más feamente montada. En la imagen se ve sólo la mitad de la reunión, a la derecha hay otra mesa igual de abierta con otros 3 banqueros a una distancia total de los otros 3 colegas de…, bueno de mucho más de lo normal-
Sin duda el escenario se ha montado así para demostrar que se quiere montar así. Pero yo tengo dudas de si Zapatero desea de verdad llegar a un acuerdo con los banqueros o si simplemente quería ir de chulo y potente.
Ante la crisis los políticos de Madrid no están a la altura. Nos faltan líderes con capacidad. Ni Rajoy al que le quedan breves semanas ni Zapatero que ya está quemado pero disimula porque todavía le quedan un par de jugadas por hacer esperando que salte la sorpresa, y le salven en el último minutos están a la altura de España.
Necesitamos otra cosa, no ya soluciones que también, sino además capacidad de transmitir serenidad y confianza.
Nos ha pillado la crisis en el peor momento histórico posible en cuanto a líderes con capacidad de dar ideas y tranquilidad a la sociedad.

Paro, recesión y soluciones del montón. ¿Porqué Zapatero o Sólbes no dan con la solución de una puñetera vez?

Estoy seguro de que muchos habrán oído en cualquier medio de comunicación el argumento de la liberalización del mercado de trabajo como propuesta para reducir el incremento del paro. Casi cualquier economista te dirá que reduciendo los costes de despido se mejora la situación laboral. Tal y como yo lo veo, se omite mucho porcentaje de la situación real.

La realidad es que es una argumentación verdadera desde el punto de vista macroeconómico, y no tanto a la hora de despedir, sino después.
Cuando hay crisis y no puedes pagar a tus trabajadores y debes hacer la típica ERE, la situación no cambiaria positivamente el que los costes de despido fueran menores, ahora bien, una vez pasada la crisis, cuando la economía debe, de nuevo, introducir a todos los parados, las empresas se pueden ver favorecidas a ayudar a este "reingreso" si disponen de facilidades que les permitan tener menos riesgos en sus costes.
Por eso, una facilidad en el despido, mejora las perspectivas del empresario y este contrata al trabajador.
Claro, pero, ¿y el trabajador?
Es una argumentación pareja a la de liberalización de salarios, para que en crisis el salario pueda bajar y se incentive la contratación laboral lo antes posible. Bajo el plano macroeconómico todo perfecto, pero ¿y el trabajador?
¿Cual es el coste psicológico, y por ende, económico, de estas facilidades en el mercado de trabajo?

El paro que empezó con la construcción y ha vuelto en una segunda ronda a cebarse con el sector servicios y la industria, los que más empeoran (datos de enero).
Y también hay que decir que la productividad, que se ha mantenido relativamente baja comparada con Europa, es algo que acucia este problema.
Lo cierto es que vemos en periodos de recesión cómo la productividad aumenta, y no es porque se mejore la capacidad productiva, sino por que se hace lo mismo con menos personas.
Y cuanta más personas estén rellenando una producción por aire (baja productividad), más personas son susceptibles de irse al paro una vez entrados en crisis.
Es una de las dificultades de no resolver los problemas a tiempo. Y una oportunidad de empezar a hacer las cosas como Dios manda, o al menos, como los ciudadanos mandan. ¿Y el trabajador, qué manda?

Saludos.