25.11.10

¿Qué debemos hacer cada uno de nosotros para evitar la violencia de género o machista?

Como ciudadanos anónimos, debemos hacer un trabajo pausado pero contundente contra las personas que dentro de nuestro entorno comente actos de violencia verbal contra su pareja, pues los primeros estados de violencia se detectan en el maltrato psicológico y verbal.
Como mujeres debemos plantearnos desde el principio de nuestra vida de adultos, que debemos ser autosuficientes, debemos tener un trabajo que nos reporte unos ingresos para la subsistencia y la autodeterminación personal, que debemos tener una asertividad suficiente y…
conocer los mecanismos de respuesta ante el menor signo de violencia verbal de nuestras parejas. Pero como planteamiento básico, es muy necesario tener unos ingresos suficientes a través de un trabajo y una vida laboral que nos ayude a creernos que somos válidos y que no dependemos de nadie.
Muchas veces las opiniones de la familia ascendente no ayudan a cortar los problemas. Es cierto que en los últimos años el número de matrimonios o parejas que rompen es alto. Y que detrás de muchas de estas rupturas no se saben los motivos reales. Y que incluso existe la sospecha de las personas que las rodean, de que no hay motivos suficientes. Todo tendría otro miramiento social si se admitiera desde el principio que hoy los matrimonios o parejas ya no son “para toda la vida”, muchas veces simplemente porque no hay un respeto compartido entre personas distintas, no hay una convivencia en donde haya libertad y colaboración, en donde existan espacios comunes pero también espacios individuales. Contra la violencia de género, doméstica o machista, sobre todo, capacidad para poder tomar decisiones con libertad.
Y recordar, que ante la más mínima actuación de violencia física, hay que acudir a pedir ayuda a las autoridades. Siempre y de forma contundente y urgente.
Y si es necesario por sus especiales características, cambiar de vida, de ciudad, de vivienda. La vida es lo que más vale, pues eres muy necesaria para otros muchos.

24.11.10

¿Para qué sirve quejarse, si no sirve para nada?

Hoy he visto a las grullas en Gallocanta. Es increíble pero viene bandadas de miles de aves a un lugar perdido en medio de Aragón. Es una parada entre la Europa fría y el África del invierno cálido o al revés. Saben llegar y saben volver.
Es muy normal verlas por los campos en grupos de tres o cuatro. Vuelan en grupos muy numerosos donde siempre hay un ave que dirige pero que se va turnando en el rumbo, en ser cabeza del grupo. No se equivocan del lugar a donde tienen…
que volver año tras año, un pequeño punto entre un inmenso recorrido.
Los humanaos no somos tan organizados, aunque parezca lo contrario. Pensamos y eso nos impide ser una manada o una bandada. Pero a cambio nos dejamos engañar por quien hace de guía, no somos capaces de tomar el relevo con facilidad, no admitimos que alguien desconocido se ponga delante de todos a cortar el viento y a seguir un camino ficticio hasta que se llega a la meta. No es fácil vernos trabajar en equipos, aunque siempre digamos que así lo hacemos. Lo parece pero pocas veces lo hacemos con efectividad.
Estamos en crisis de muchas cosas, la económica es la de menos. Si estamos en crisis es porque hemos provocado la crisis. O al menos por que no hemos sido capaces de preverla y de formar defensas. Estábamos mirando al cielo o descansábamos de un duro trabajo. Pero no estábamos atentos de lo importante. Preveer el futuro real. Soñamos con el futuro ficticio, pero no somos capaces de esforzarnos por él. Queremos que venga bonito, que nos toque alguien con la varita mágica, pero no hacemos nada por estar los primeros de la fila. Y seguimos quejándonos.
Mañana hará mucho frío en Gallocanta. Las grullas ya lo sabrán pues son muy listas. No se quejarán por ello, no sirve para nada, pero en cambio buscarán refugio en las zonas que miren al sur, que no tengan aire de frente, que no estén muy húmedas por si hiela, que estén resguardadas. Y si dura más de un par de días, adelantarán su viaje hacia África para escapar de los malos tiempos. Pero no se quejarán, pues saben que no sirve para el frío.