16.3.11

El ácido acetilsaticílico y las estatinas nos van a salvar de morir en el intento

Yo me tomo todos los días mi dosis de estatinas, que es una gorda pastilla que antes era muy cara y en poco meses ha bajado más de cuatro veces su precio. Ayer leí que las estatinas son maravillosas para vivir mucho, que los americanos —que lo saben todo lo que los demás no sabemos—, han dicho que con estatinas uno no se muere nunca, siempre enfermo.
Yo me tomo todos los días una pastilla de ácido acetilsaticílico, que es otra pastilla más pequeña y barata que también dicen que cura todo tipo de enfermedades buenas y malas. Las enfermedades buenas son esas que no dan muchos problemas pero que sirven para hablar con los amigos y vecinos en las conversaciones vacías.
Así que si sumo y hago cuentas, me encuentro maravillosamente jodido y sano hasta no poder más. Aunque luego me entra la depre y me empiezo a preguntar el… ¿y por qué me manda estas pastillas tan buenas mi querida médico?
Así que resulta que sigo leyendo y resulta que estas pastillas son buenísimas para los que están sanos, para que no se pongan malitos del cuerpo humano, pero que para los que ya estamos cascados, si acaso, evita que nos muramos de otra cosa, que qué más da.
Miro las cajas de las pastillas de reojo y me imagino dentro de poco a todos los ricos del mundo rico (y del pobre, que también los hay) comprando cajas de estatinas y de ese ácido con nombre complicado, para no morirse nunca. Se las tomarán en vez de un Rioja; en fin.
Es una manera de creer en algo, sin tener que perder las mañanas de los domingos.

La juventud sabe elegir y consumir, mejor que sus padres

Si Facebook tienen en España once millones de personas en su comunidad y Andalucía tiene 8 millones de habitantes ¿qué comunidad está al menos más poblada en España?
La juventud tiene otra manera de pertenecer a comunidades, las elige por gustos y deseos, no por nacimiento. Aunque pertenecer a una no indica dejar de pertenecer a todas las que corresponda. Los jóvenes sí que eligen, otra cosa es que no nos guste a los adultos el tipo de elección que hacen, posiblemente por que no se acerca a nuestros deseos, a nuestras manipulaciones. Por que sin duda, los jóvenes actuales, sobre todo, son una generación que no se va a dejar con facilidad manipular por loa adultos. Tendrá que ser mucho más listos —que lo son— para seguir manipulando a las sociedades. Sobre todo por que la información y el compartir esta, hace mucho más complicado lograr engañar a nadie.
Hoy hay más información, pero sobre todo hay información de todo. No se compra nada nuevo sin consultar antes sus posibilidades, precios, opiniones de otros usuarios, de amigos o conocidos de red social. Antes de consumir sabemos consultar a otros consumidores y comparar. Ya no sirve tanto el anunciar un producto y esperar a que los peces piquen el anzuelo. Al menos si se hace por métodos “viejos”. Y la juventud sobre todo, sabe que no tiene muchas posibilidades de consumir y decide no equivocarse puliendo muy bien sus búsquedas y opciones.
Poder incidir en una previsible comunidad no previsible, de más de once millones de personas, es una oportunidad si se hace bien. Es un inmenso error si se hace mal.
La juventud sabe lo que quiere, y lo que no sabe lo pregunta y consulta con detenimiento y calma.