3.11.11

Todavía los militares de algunos países saben de golpes de estado

Nos hemos acostumbrados los europeos a no pensar que los militares son unos ciudadanos que a veces dan golpes de estado. Y eso es algo muy positivo. Pero a veces puede ser irreal, es decir, optimista. 

Que el mismo día que Grecia y Papandreu cambie de opinión sobre consultar a los griegos para sus reformas económicas, sea también el día en el que cambie a su cúpula militar, puede ser una casualidad. O no.

Es cierto que Papandreu ya había dicho en otras ocasiones que preguntaría a sus ciudadanos sobre las reformas en la misma medida que hace 4 días había asegurado a los alemanes y franceses que no lo iba a realizar por seguridad. Pero los militares no entienden ni de política ni de economía y les da respeto meterse en camisas de once varas. Excepto que algún bobo civil y de medio pelo les haga creer que sin contar con los ciudadanos pueden ayudar a gobernar desde el poder paisano, pero apoyado en el poder militar. 

Que no se nos olvide nunca que los militares ni tiene el poder de la razón ni el de las soluciones ni el de las formas ni el de la democracia y con ello el de los ciudadanos. Solo tienen el poder de las armas. Es decir el miedo.

2.11.11

Papandreu decide demostrar que es demócrata y que va a preguntar

Ahora va Papandreu y se nos vuelve demócrata y decide convocar un referéndum para preguntar a todos los griegos qué hace con su problema nacional de deuda, que los está asfixiando. No contaban, los cuervos europeos, con que apareciera un demócrata capaz de consultar a los ciudadanos, algo que puede producir el gran drama de que se vuelvan cabreados y decidan mandar a Europa a la mierdecita.

Esto es muy sencillo de entender. Cuando un enfermo está terminal hay que preguntarse si es mejor que se muera la persona en el hospital o en su propia casa. Otro asunto es que está enfermo y con posibilidades de recibir ayudas eficaces por parte de los médicos. Con los intereses desmesurados por el riesgo de impago, de la deuda de Grecia, está condenado como país a morir. Da igual si es dentro o fuera del euro o de la UE. Así que hay que elegir. Otra cosa es que Europa entienda que el problema es muy grave “PARA TODOS”, y no solo para Grecia, Portugal, Irlanda, Italia o España. 

Se nos llena la boca de hablar del espíritu del 15M o de las posibilidades de que todos seamos consultados para asuntos graves o de que la democracia es el sistema mejor de todos. Pero a la hora de preguntarle a los interesados, a los que tienen que pagar las deudas, a los ciudadanos, qué debemos hacer, nos entra el pánico y tachamos de imbécil a quien lo propone.
Vamos camino de la nada y además somos conscientes de ello. Es simplemente un ganar tiempo.