20.11.17

CCOO de Aragón, a mano y con paciencia

Una muestra de que la política nació muy pobre en España la tenemos en esta chapa de pecho, una clásica chapa metálica para ponerse en los Congresos de CCOO en sus inicios, y que se hacían a mano. La chapa era roja pero no del rojo admitido como básico en CCOO. Así que había que forrarla con papel adhesivo del rojo sangre. Tras eso se ponían las letras pegadas de CCOO con Letraset. Y como para la palabra Aragón no había tipografía en mayúsculas que resultara correcta, se recortaban la letras de una en una. Lo mismo que con las 4 barras amarillas.

Los tiempos han cambiado tanto que esto hoy parece un juego de niños, pero en aquellos años ni había presupuestos ni había libertad para encargar estos trabajos en empresas especializadas.

Todo se dejó atado, y bien atado. Cuidado con equivocarse

Escribía aquí sobre las fechas teóricas del inicio de la Transición sin encontrar claramente una fecha fija, y mucho menos para asentar claramente la finalización de este periodo. Pero los acontecimientos de los dos últimos años cuando menos, nos indican que efectivamente, el Franquismo no ha muerto y que posiblemente como dijo el Dictador: 

“Todo está atado, y bien atado.


El Franquismo no se liquidó con la muerte de Franco, era un modo de vida más que una ideología, una vez que ya se había convertido en el Tardofranquismo final, con ciertas aperturas de aires tibios, sobre todo con aquella Ley de Asociaciones Políticas de Carlos Arias Navarro, con el denominado Espíritu del 12 de febrero que nació en el año 1974 para disimular ante el mundo de la realidad española.


Así que hoy, en el 2017, mucho podemos temer que los espíritus siguen entre nosotros, afianzados dentro de instituciones democráticas, pero con poder de gestión y sobre todo de poder medrar.


Debemos advertir que cuando se cierra el Franquismo, ya hay montadas todas unas estructuras jóvenes (entonces) en el mundo económico, empresarial, judicial, de poder territorial sobre todo en el mundo rural, de controles culturales e incluso religiosos, que en muchos casos siguen conviviendo entre nosotros ahora mismo.


Aquellos que nacen en el Franquismo, no eran franquistas, pero posiblemente sí tardofranquistas, y capaces de volver a pensar como entonces en cuanto no les gustan las derivas actuales de la política, de la economía, de los controles o de la inoperancia. Ante los miedos a cambios profundos, se vuelven sobre sus conchas ancestrales.

Es posible que haya terminado la Transición Política, pero mucho cuidado con entrar en otros periodos históricos con el peso de las mochilas de antaño. Todos admitimos que el partido democrático Alianza Popular AP era Tardofranquista. Y todos también que cuando AP desaparece se convierte en el PP actual, recogiendo a mucha gente de UCD que en algunos casos también eran tardofranquistas. Eso no quiere decir que hoy el PP no sea totalmente democrático, que lo es sin duda, sino que en algunos casos existen tic nerviosos que les llevan a mirar de reojo las gestiones del Franquismo, y por ello a tener que pensar que igual efectivamente, todo se quedó atado y bien atado.