15.5.21

La última vez que lloré. Y hay que decirlo con tranquilidad


Llorar es como una montaña en la que de niño se va subiendo de forma muy rápida hacia el NO llorar y con la edad vas bajando hasta reencontrarte otra vez con las lágrimas como casi terapia. Abajo de esa montaña está la situación que podríamos llamar "normal" que es el llorar cuando la vida lo necesita. Y arriba la situación que cada uno nos creamos como coraza para disimular y demostrar que somos fuertes por fuera, aunque seguimos siendo igual de humanos por dentro. Creo que los animales no lloran, y debe ser por mantener las formas. Por mi edad ya estoy bajando y casi llegando al suelo, así que me permito llorar cuando me da la real gana.

Hoy he llorado. Me han hablado de una persona que no conozco padre de un amigo, profesor de literatura y lengua, y me han explicado sus métodos de enseñanza con sus alumnos para lograr que aprendieran a hablar en público, en voz alta. Y me han enseñado un libro de haiku que había escrito. Tiene el profesor casi joven desde hace dos años… esa enfermedad de nombre alemán que le vino a los pocos meses de jubilarse.

Hoy —por fin— va a poder salir a la calle con su hijo desde la Residencia para Personas Mayores y podrá ver a sus nietos, más de un año después de la última visita con niños. Nadie sabe qué sentirá pues tiene lagunas y espacios en blanco. No sabe si los reconocerá. La semana pasada fue su esposa y una buena amiga a verlo y sin mediar palabras les cogió de la mano a ambas y se puso a llorar. 

Somos tan débiles que las enfermedades de nombre alemán nos vencen aunque seamos buenos profesores y hayamos escrito poemas. Las enfermedades no entienden de utilidad humana.

14.5.21

La publicidad es provocación. Cartel Copa Davis


La publicidad es esto que vemos en la imagen, tiene que ser esto pues la publicidad es cara. Por eso la publicidad es provocación. Busca que le prestemos atención, que yo hable de ella, que tú la leas, que se rompa la cadena de la calma y se muevan entrañas. Así que casi todo vale dentro del buen gusto pero cercano al límite. No hay otra si queremos rentabilizar la inversión.

Este cartel de la Copa Davis es una excelente idea aunque suena a grotesca y provocadora en el mundo de las ideas. El resultado ya ha sido testado con éxito, se habla de este cartel en la ciudad de Madrid y fuera de ella. 

La Agencia Kosmos que preside el futbolista Gerard Piqué sabe bien qué hay que hacer para llamar la atención. E incluso para explicarse pues sabe que se creará polémica en positivo y en negativo. Un trabajo entre la Agencia Kosmos y la Agencia Smäll que las pone en el mercado de la publicidad un peldaño más alto que hace una semana. Todos salen ganando.