10.6.23

Deporte Popular en Aragón, años 70


Con la llegada de la democracia en los años 70 se empezó a trabajar en Aragón por la recuperación de muchos elementos culturales y tradicionales que habían estado bastante olvidados, pues el pensamiento se intentaba que fuera único, uniforme, igual para todos los de abajo. 

Y el deporte tradicional fue relegado durante décadas a un localismo excesivo, a quedar encerrado en las zonas rurales, pero la realidad es que la inmigración era muy alta, miles de familias se habían tenido que ir desde sus pueblos a las ciudades, siempre por motivos económicos, y deseaban seguir practicando esos deportes tradicionales en sus nuevas localidades.

Surge pues en Aragón la necesidad de recuperar y cuidar los deportes populares regionales como los llamábamos también, y un poco a semejanza de lo que existía desde siempre en el País Vasco o Navarra. 

Y los jóvenes de aquellos años, agrupados en organizaciones juveniles, deportivas y aragonesas, empezaron a trabajar por recuperar demostraciones de esos deportes históricos. 

Esta pegatina de finales de los años 70 y principio de los 80 nos recuerda esos trabajos de recuperación.


Unirnos ante los problemas es básico y lógico


Esta es la última viñeta que nos dejó el dibujante Máximo en El País antes de fallecer. Premonitoria, real como la inevitable verdad que nos ataca como sociedad.

"Nos empeñamos en unir a España, cuando lo que hay que unir es a lo españoles"

Se ha constituido finalmente pero con dudas la unión de la izquierda a la izquierda del PSOE alrededor de Yolanda Díaz y su proyecto Sumar. Un ejemplo clarísimo de nuestras incapacidades para estar unidos incluso ante las crisis detectadas.

Los españoles entre otras sociedades, nos cuesta mucho entender que hay problemas mucho más elevados que nuestras percepciones, mezclamos lo personal con lo colectivo, creyendo que si nos importa o afecta a nosotros, es porque importa y afecta a casi todos.

Casi siempre es un problema que viene de una educación irregular, de unos conceptos de lo público que son antiquísimos y que no somos capaces de rectificar.

Mi pueblo ya no es que sea lo más importante, es que es lo único importante, sin darnos cuenta que gran parte de las soluciones a "sus" problemas tienen que venir de espacios comunes en ámbitos superiores al puramente micro, personal, pequeñito.

Finalmente Sumar intentará agrupar unos espacios políticos pero sobre todo sociales que existen en España desde hace décadas, troceados, rotos, enfadados. Es la última oportunidad para intentarlo. Si falla… vendrá el desierto durante al menos una década.

Ajovín