8.12.23

Lo malo de mentir es que las verdades también parecen mentiras


La frase es demoledora, pero será tenida como verdad absoluta por la mayoría de los que leen el día a día de la vida política y social. Creemos que se nos miente constantemente. Y es casi seguro que además es verdad.

Tenemos ejemplos todos los días. Y lo peor de todo no es mentir. Sino que cuando se nos dice la verdad dejamos de creerla por reacción a las veces que se nos miente.

Ya nada nos parece verdad, y lo que más abunda es olvidarse de lo que se nos cuenta, logran los mentirosos que nos invadan los desafectos de lo que vemos, y que pasemos de todo. Un gran déficit de estas décadas.

¿Somos españoles, poco españoles o nada españoles?


El diario la Vanguardia publicaba esta encuesta de finales de 2023 sobre la duda de qué tipo de España queremos los españoles. El concepto de España y Español no lo supimos trabajar bien en los tiempos de la Transición. Por parte de nadie. Y se apoderaron unos pocos de esos conceptos, de esas banderas, poniendo en contra al resto. 

Luego con los años creció la división, fuimos torpes desde la izquierda en saber gestionar la idea de España encajada en lo que se quería y en lo que querían los viejos amigos del franquismo, y nos liamos todos.

Hoy España y ser español, a diferencia de lo que sucede en casi todos los países de Europa, es algo que suena más bien a conservador, a carca, a ser de derechas. Un gran error que todos admitimos, alimentado por los que quieren y abrazan la existencia de bloques.

Si nos movemos por países tan cercanos y diferentes como Suiza, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Países Bajos por poner ejemplos que conozco, no hay duda ni sobre las banderas (el caso de Suiza es tremendamente curioso para los española) ni sobre la identidad. Y allí no tiene nada que ver todo eso, con ser republicano, monárquico, de derechas o de izquierdas.