12.6.08

Consejo para aprender a escribir, practicando con truco

Una de las excusas más comunes entre los que gustamos de escribir es que no disponemos de suficiente tiempo libre para hacerlo.
Y es verdad.
Nadie tiene suficiente tiempo libre, porque el tiempo vacío no existe. Hay que buscarlo, hay que reorganizar las horas.
Le voy a dar un pequeño truco para que no deje de escribir por problemas de tiempo.
Lo primero es que no debe ponerse el listón de la calidad muy alto. Lo importante es escribir. ¿Usted deja de hablar porque no lo hace igual a un académico?

Intente el siguiente ejercicio.
Piense en una temática que le guste y que domine ligeramente. Practicando mejorará mucho, no lo dude. Puede ser sobre crónica política, social, laboral, gastronómico, educativo, sexo, motor, arte, urbanismo, consejos de salud, o mil temas más que se le ocurran. Pero elija uno y no se salga.
Y ahora la salsa que le dará cuerpo a todo lo que escriba.
Oblíguese a que sus escritos tengan SOLO mil letras con espacios. Que tengan un tamaño entre 900 y 1000 caracteres incluidos los espacios. Con los días tendrá una serie de artículos medidos, temáticos ya demás se habrá obligado a practicar lo que seguro, le ayudará a aprender sin darse cuenta a limar, restar, pulir los textos que escriba.
Ya me dirán si les resulta complejo o sencillo el ejercicio.

10.6.08

El autoempleo como sulución laboral para mayores de 50 años

A la edad de 50 años, todos nos replantemos nuestra vida laboral, unos nos respondemos y otros no pueden. Pero es una edad crítica para hacer balance y para decidir qué vamos a hacer de cara a los años que vienen.
Con la legislación española actual, es muy poco lo que se puede hacer, es casi nula la capacidad de maniobra, porque son precisamente los últimos 15 años de vida laboral los que te cogen para el cálculo de pensión, con lo que inevitablemente, los experimentos los debes hacer con gaseosa.
Es muy difícil atreverse a explorar nuevos caminos laborales, porque cualquier error te puede costar mucho más que un susto económico temporal.
No hay posibilidades además para la formación reglada, porque no es posible tener un año en blanco dedicado a prepararse en ningún tipo de estudios, sin que tus bases para la jubilación sufran un buen palo.
Estamos pues condenados a permanecer callados y casi escondidos, porque no nos permiten la posibilidad del cambio sin riesgo fuerte.
Por eso el autoempleo es una posibilidad que solo se puede tomar en situaciones sobrevenidas. Cuando ya se está en situación de paro forzoso y resulta imposible encontrar trabajo, algo muy habitual a estas edades.
Si acudes a las oficinas del Inem o de Formación contínua de tu comunidad autónoma, las respuestas sinceras serán siempre las mismas. "Está usted en una edad muy difícil"
¿Y?
Tenemos una edad perfecta para repartir nuestra experiencia acumulada, para formar, para entender problemas, para aprender nueves técnicas y acarles un rendimiento muy alto al estar sumadas a la experiencia. Pero nada es posible.
El autoempleo es perfecto como solución, una vez que se ha agotado todo tipo de situación laboral "buena" analizada desde la óptica de un futuro que ya nos obligan a contar, por los 15 años obligados.
Algunos cambios, con matices, resultan lógicos, pero en cambio no son apoyados por los sindicatos, como sería la opción de que pudieran existir periodos en blanco en los periodos de los últimos años laborales, siempre que se dedicaran a la formación. Lo que parece una ayuda, que es la cotización mínima del Estado en los periodos en blanco, es un arma de doble filo, que impide tomas decisiones. lo lógico sería que te tomaran los últimos 15 años, efectivamente trabajados y cotizados.

9.6.08

La gran estafa o los felices/tristes años 70

El domingo vimos la película "La Gran Estafa" de Richard Gere como actor principal en un papel muy medido.
Pero lo que me ha impresionado ha sido el ambiente de los años 70, perfecto, totalmente creíble, capaz de engañarme para pensar que estaba viendo una película de aquellos años.
Y sin querer viene a la mente de los que vivimos aquellos años, esas imágenes, esos colores, vestidos, decorados, peinados, sabor incluso en el tempo del relato, perfectamente relatado en una forma de contar capitulada.
Aquellos años en España marcaron el nacimiento de muchas cosas, la libertad en el mayor sentido de la palabra, la rebeldía, la emancipación mental, la apertura de las fronteras mentales primero y reales después.
No se debe añorar nada, es un ejercicio tonto, pero si que sirve recordar y volver a beber de aquellos recuerdos, de los caminos que nos abrieron para después recorrer los 80, que fueron las explosión.
La película cuenta la historia que se basa en los hechos reales que ocurrieron en 1971, cuando Clifford Irving se aupó a la cima del periodismo Americano al confeccionar una serie de entrevistas inéditas con el hombre más famoso del mundo -el inaccesible e inmensamente poderoso multimillonario Howard Hughes -que revelaban sus recuerdos más íntimos y sus secretos más controvertidos.
Recordar a Nixon, a Watergate o la guerra del Viernam es repensar una historia americana negra que empieza con el asesinato de JFK y todavía dura. La información se abría paso ante los duros políticos y las fontanerías políticas empezaban a dejarse ver por errores producidos por su sobre estimación de inmunidad. Todavía algunos políticos se creen inmunes ante la justicia y ante la historia, que no se bien qué es lo que mas les jode.

8.6.08

La importancia de los directores de periódicos diarios o el cambio de director en Heraldo de Aragón

Los diarios se podrían dividir de muchas maneras, pero una de ellas es según el tipo de dirección que tienen. Y cuando hablo de dirección, hablo del director del diario, no de los dueños, de los gerentes, ni de los directores generales o con adjetivos.
El director es el que firma el diario, el que en teoría da el visto bueno a todo lo que se publica, el responsable primero y último de todos los contenidos.
Y hay dos formas de ejercer esta dirección según el tipo de implicación que cada persona ejerce con el cargo.

Los hay que son directores para los asuntos importantes y para los editoriales.
Los hay que son directores para todo lo que el diario publica, incluida la línea idearia del mismo o incluso la publicidad.
Y los hay que ejercen una mezcla entre los dos modos de tomarse la dirección ejecutiva.

Cuando un director de diario cambia, se puede notar un poco o un mucho en su línea editorial, y puede que esta línea informativa traspase el pequeño artículo editorial para propagar su espíritu a todos los contenidos.
En el segundo ejemplo de director, el cambio se nota y mucho en todos los contenidos, y los periodistas pierden algo de su libertad pero ganan en seguridad, y el nuevo (porque en realidad es nuevo) producto destila nuevos sabores, nuevas maneras.
Uno de los primeros directores que adoptaron el segundo sistema de dirección fue Juan Luis Cebrián al entrar en El País y así él mismo lo ha reconocido en su libro “Cartas a un joven periodista”, pero el ejemplo más nuevo (creo) que lo tenemos en el Heraldo de Aragón, del que todavía no ha tomado posesión formal del cargo el nuevo director pero en cambio ya se nota su hacer, su dirección.
No me pregunten en qué, porque eso fastidiaría al nuevo director por obvio en su nueva responsabilidad. Digamos que yo lo noto y así queda más sutil.
Es bueno creo, que se note la mano del director en el producto final, porque de esta forma todo tiene un envoltorio que lo unifica y se sabe qué es lo que se adquiere, no ya por el precio que se paga sino por lo que tras los artículos adquiero y consumo.
Me encanta el nuevo Heraldo de Aragón, porque lo veo mucho más personal, mucho más crítico con lo establecido, mucho menos agradecido con los que en teoría mandan, porque no debemos olvidar que un diario es también un poder en si mismo.