7.1.09

Anuncios en televisión. ¿Son muchos o pocos?

En los últimos meses esta surgiendo con fuerza opiniones sobre los anuncios en la televisión pública española. En algunos países se están suprimiendo en algunos horarios la inclusión de estos espacios, cambiando la financiación de las televisiones desde la publicidad a directamente desde los presupuestos generales o a través de impuestos directos o indirectos.
De todo hay.
El abuso de la publicidad en la televisión le está restando sentido, ya pocos aguantamos los minutos de anuncios entre programas, y cambiamos o de cadena o de actividad, en esos minutos vacíos.
Por eso la música como atracción de la atención se emplea tanto, para que al menos quien está con la tele encendida se le vaya la mente hacia el producto que se anuncia.
Los creativos se tienen que estrujar los sesos para inventar nuevas formas de atención, para que tenga sentido la publicidad en la televisión.
Nos esperan nuevos sistemas, más engañosos, más subliminales.

Europa no tiene una voz respetable. La paz es cuestión de ideas.

Mientras Europa se calla, y sólo el Presidente francés parece trabajar y viajar en busca de una alternativa a la guerra, el ejército israelí sigue matando niños en una guerra más, en donde como en todas, los civiles son las grandes víctimas.
¿Por qué este empeño de la Europa unida en no saber tener una política exterior única y una fuerza diplomática suficiente, respaldada de una fuerza económica suficiente como para ser respetada?
¿Cómo es posible que se corte el gas ruso, que Europa se calle ante las injusticias globales, y Europa no sepa dar un puñetazo en la mesa?
Sin duda es culpa de los políticas europeos, y de los ciudadanos que no creemos en la política europea. Hay que trabajar mucho, décadas de labor diplomática y política, para crear en Europa unas bases que sirvan para que se sienta unida en la política.
Hay que exportar ideas nuevas, en educación y en trabajo social, en economia, pero también en fórmulas de paz para cada conflicto que crezca.
¿Para qué sirve Europa si no tiene una voz respetable?

Hay que rebelarse contra lo que no nos gusta. Contra la opresión mental, rebelión.

Hay que rebelarse contra lo que no nos gusta, da igual si pensamos que es lo correcto o no, simplemente con pensar que debemos cambiar las normas, tenemos que reunir fuerzas propias para intentar hacer realidad nuestros sueños de cambio.
Nada hay más elemental que soñar y seguir peleando por nuestras ideas, ¿quien si no va a defender mejor que nosotros mismos las ideas propias?
Hay que creer en sí mismo, en las ideas propias y defenderlas.
Me da igual qué tipo de ideas configuran nuestro pensamiento, hay que rebelarse contra el corsé propio que nos impide ponerlas en práctica.

La manga riega. Y aquí no llega. Si llegaría, me mojaría.

Surgieron de las aguas con enormes palas y redes, deseando pescar transeúntes despistados. Iban en parejas de dos, porque si fueran de tres serían tríos, y se me quedaron mirando con todo el cuerpo chorreando aguas pestilentas, intentando alcanzarme con sus largas lanzas afiladas.
Me quedé mirando al más oscuro, un instante tan solo pues desde su boca expulsaba un vapor nauseabundo mezclado con grandes bocanadas de humo atemorizador.
Al llegar a casa, observé bien la imagen tomada y me dí cuenta de que fumaba una faria. ¡Maldito miedo, el mío!