23.3.10

Lavar, enjuagar y centrifugar

BBC Mundo - Cultura y Sociedad - Myworld video: Lavar, enjuagar y centrifugar

Unas reflexiones de un parado cabreado.
De los cientos de videos que participaron en el concurso MyWorld de la BBC, el corto "Lavar, Enjuagar y Centrifugar" de Frederico Teixeira de Samapayo de España, resultó el ganador.

Acuerdo para la reestructuración de GM en Figueruelas

Sellan el acuerdo para la reestructuración en Figueruelas | Heraldo.es
La dirección de General Motors (GM) España y los sindicatos firmaron el acuerdo de la reestructuración por la que saldrán de la fábrica de Figueruelas 900 trabajadores hasta 2013, los primeros 272 a partir del 1 de abril.

El acuerdo será enviado este martes a la Dirección General de Trabajo para su aprobación, que tendrá que producirse "lo antes posible" para que los trabajadores afectados conozcan su situación con la suficiente antelación, indicó la secretaria del comité de empresa, Ana Sánchez.

Los acuerdos incluyen un expediente de regulación temporal que afectará a 900 trabajadores, que irán de forma paulatina al desempleo hasta firmar el contrato de relevo al cumplir los 60 años.

Los primeros afectados por este expediente, 272, saldrán de la factoría el 1 de abril, precisó Sánchez.

Además, otros 350 se verán afectados por un expediente de extinción que se aplicará a partir del 23 de abril. Estos empleados estarán en el paro entre siete y veintidós meses para regresar a la planta con un contrato de relevo indefinido y con las condiciones y categoría anteriores.

22.3.10

España está ahora entre los peores de la clase

La frase del título parece que ha sido pronunicada por Felipe González en NY, y sin duda dará que hablar por lo que se supone que esconde. 
Felipe González ha afirmado que España ha sido víctima de la divergencia de políticas económicas en la Unión Europea (UE) y que necesita grandes "pactos nacionales" para acometer "importantes reformas estructurales".
"La unión monetaria y el pacto de estabilidad tenían un magnífico alumno en España hace dos años y ahora está entre los peores de la clase", afirmó González durante su intervención en unas jornadas organizadas por el Centro Rey Juan Carlos I de España, perteneciente a la Universidad de Nueva York, y la Fundación Euroamérica.
El ex jefe del Gobierno español entre 1982 y 1996 señaló que España ha sufrido las consecuencias de "un fallo de gobernanza en la UE" derivado de tener una moneda única -y por tanto una sola política monetaria-, un pacto de estabilidad y un mercado interior sin fronteras, pero sin políticas económicas coordinadas.
Esa "divergencia en las políticas económicas" ha provocado, dijo, que "el país con mejores cuentas públicas y el que mejor cumplía el pacto de estabilidad y crecimiento, junto a Irlanda, sufra lo que ya hace dos años advertimos un grupo de amigos: choques asimétricos en el espacio de la UE ante una crisis financiera como ésta".
En ese sentido, recordó que cuando comenzó la crisis España tenía un 2,5% de superávit y un endeudamiento del 37% sobre el Producto Interior Bruto (PIB), cuando los límites del pacto de estabilidad eran del 3% de déficit y del 60% de deuda.
El déficit actual de España es del 11% y el endeudamiento supera el 70%, según dijo el político socialista, para quien este deterioro se debe también a que "el país iba mal, porque tenía una gran divergencia en su economía real". "Vendíamos al exterior mucho menos de lo que comprábamos", de forma que la balanza comercial y de pagos estaban "en cifras alarmantes, sólo comparables a las de EEUU".
Por ello, defendió, "tenemos por delante reformas muy importantes que hacer, que exigen, en contra de lo que han interpretado hace una semana, grandes acuerdos nacionales".
En su opinión hay varias partidas económicas fundamentales y difíciles de recortar que "no se han explicado", y que habérselas formulado a la oposición en los debates parlamentarios "hubieran dado al Gobierno una cierta ventaja".
Esas partidas son los impuestos, que sería "ridículo" bajarlos porque haría que la caída fuera "aún más rápida", al igual que el gasto social, "que nadie propondría recortarlo porque nadie quiere quedar mal", y la inversión pública y el rescate a la banca, precisó el ex presidente del Gobierno español.
A nivel europeo, González cree que "no ha habido el mismo sentido de emergencia nacional y global que en EEUU" y recordó que la administración de George W. Bush "arrancó poniendo 700.000 millones de dólares para rescatar a las compañías de las subprime".
En cambio, dijo que en la UE "primero se negó que fuera un problema europeo" y, cuando esto se aceptó y se vio que su sector financiero estaba "en gran medida muy afectado, la reacción no fue de emergencia, salvo a nivel nacional, y cada país empezó a dar sus respuestas. Sólo después se inició una coordinación por arriba".
"A día de hoy, la UE no tiene la sensación de que la crisis es un 'parteaguas' de una evolución histórica en la que la está perdiendo posiciones en el mundo", aseguró antes de apuntar que se deben adoptar medidas para afrontar la crisis y al tiempo desarrollar otras estructurales de medio y largo plazo.
Un problema de la UE para tomar medidas estructurales es que, según González, EEUU tiene un Gobierno federal con el 26% del PIB "a su disposición", mientras que el Gobierno en Bruselas -"si es que lo hay, cosa que se duda"- sólo cuenta con el 1%.
Por esa razón insistió en que "falta una mayor unión económica en Europa", al tiempo que consideró innecesario "llorar sobre la leche derramada" y lamentarse ahora de que los países europeos reaccionaran tarde.
Fuente elmundo.es

La reforma de las pensiones amenaza con fastidiar 600.000 jubilaciones

El anuncio para reformar las pensiones se ha desinflando como un globo. El Gobierno se ha afanado en los últimos días en rebajar el contenido de su propuesta, si bien el texto de buenas intenciones que ha llegado a ojos de Bruselas recoge tres ideas clave: alargar hasta los 67 años la edad de jubilación, aumentar el periodo de referencia para calcular la pensión y, lo más revolucionario, endurecer el número de años para obtener la ansiada paga de retiro
Y a partir de ahí, comienza el juego. Aunque lo cierto es que al Ejecutivo se le acaban las opciones para modificar el marco del sistema público de pensiones y agradar, a partes iguales, a la Comisión Europea y los agentes sociales. Y es que las tres vías que está dispuesto a explorar ponen en jaque a los parados de entre 51 y 64 años. Cualquier cambio que les suponga alargar o perfeccionar sus carreras de cotización abre la puerta a una crisis de mayor calado: la de truncar la jubilación de 607.608 de ellos.
Para este grupo ha comenzado la cuenta atrás. Recibir o no la pensión que tenían en mente dependerá de si encuentran en los próximos meses un empleo, que, de entrada, les permita completar los 15 años de cotización mínimos que en la actualidad se requieren para poder cobrar una pensión. Sobra decir que este objetivo será más difícil, en tanto que este umbral se eleve.
Más coercitivo es aún este otro aspecto: según los datos que revela la Muestra Continua de Vidas Laborales, que elabora el Departamento que dirige el ministro Celestino Corbacho, tan sólo el 3% de las personas de entre 50 y más años ha cotizado ya el tiempo suficiente para acceder a su jubilación. Dicho de otro modo: a día de hoy quedarse sin trabajo no supone un problema mayúsculo para los 134.000 trabajadores de esa franja de edad que tienen la doble suerte de haber cumplimentado ya el expediente que les tiende el puente hacia el retiro.
El balance es bien diferente para los 600.000 parados que aquí se mencionan: si la coyuntura no remonta corren el riego de quedarse apartados legalmente del sistema. Los datos del Inem apuntan en esta dirección: de los parados de mayor edad registrados hasta febrero, el 57% tiene “muy baja” o “baja” probabilidad de dar el salto al mundo laboral.
El Ejecutivo está al corriente de esta situación. Ni los populares ni los socialistas habían ahondado en este detalle, hasta que el portavoz del PNV en la Comisión del Pacto de Toledo –el grupo en el Congreso que tiene la tarea de acordar las reformas vinculadas a la Seguridad Social– Emilio Olabarría, advirtió a la Comisión de este efecto pernicioso.
Para el grupo vasco está claro que se deben exigir carreras de cotización más largas, pero en la actual coyuntura esto “dejará a miles de trabajadores y parados nacidos entre 1948 y 1959 sin derecho a una pensión”, en tanto que si se prospera una jubilación a los 67, se retrasará la entrada de los jóvenes al empleo.
La odisea para modificar los usos y costumbres de la Seguridad Social
El pasado febrero, el Ejecutivo abrió la caja de truenos. Y, como era de esperar, salieron relámpagos de todos los frentes. Moncloa está sola en la tarea de cerrar una reforma de pensiones creíble, que consiga arrancar el aplauso de Bruselas. Éstas son las claves para entender la odisea en que se ha convertido este cometido.
•¿Cómo quiere reformar el sistema el Gobierno?
Es una incógnita. En un primer momento, envió a la Comisión un ambicioso programa para reformar el sistema a la europea. Es decir, convertir los 67 años en la edad de jubilación legal, como hacen Alemania y Finlandia, a la vez que flirteó con la opción de ampliar gradualmente los años cotizados para cobrar la pensión y su cálculo. Con estas dos medidas, el gasto en pensiones se recortaría cuatro puntos del PIB, a partir de 2030. El Ejecutivo renegó de su propia propuesta un par de horas después de anunciarla, dada la ira que despertó entre la sociedad.
•¿Qué está dispuesta a negociar la Comisión del Pacto de Toledo?
Los grupos siguen resentidos por el desplante que les hizo el Ejecutivo al presentar sin aviso previo a esta Comisión del Congreso su propuesta de reforma, un guión que, según los propios diputados del PSOE, nunca se había dado. Todos coinciden en que jubilarse a los 67 no es la panacea que resolverá los aprietos financieros de la Seguridad Social.
•¿Qué plazo hay para cambiar los cimientos?
Ninguno. Ni legal ni oficial. Recientemente Trabajo ha sugerido que no hay que apresurarse por reformar el actual modelo de pensiones, ya que queda toda la legislatura por delante. El Gobierno quiere evitar el desgaste político en solitario, así que se amoldará a los plazos que vayan surgiendo en el seno del Pacto de Toledo. Su lema es consenso, consenso, y más consenso. El Ejecutivo no quiere volver a alzar su voz por encima del resto de grupos.
•¿Qué opinan los sindicatos?
Están satisfechos porque el Gobierno ha reculado. Esta misma semana Cándido Méndez afirmaba que “la metamorfosis [respecto al primer texto] puede ser de tal magnitud que no la reconozca ni el padre que la engendró”.
•¿Qué espera Bruselas?
Que España arriesgue y dé un paso al frente. De hecho, tanto la Comisión como la OCDE recibieron con vítores la ambición primigenia del Ejecutivo. Si el ansiado cambio no llega, Zapatero deberá suplir esta carencia con medidas valientes en el terreno laboral.
El cambio
El pasado febrero los sindicatos salieron a la calle para frenar las pretensiones del Ejecutivo. Parece que lo han logrado: se da por hecho que la gran reforma de las pensiones se reducirá a una jubilación voluntaria a los 67. ¿Qué dirá Bruselas?