6.1.13

El pensamiento mágico no funciona para tener éxito

Muchas veces, algunos de nosotros si no todos, hemos llegado a pensar que para conseguir las cosas nada como pensar (simplemente) que las vamos a conseguir. Creemos que ese optimismo, esa capacidad de estar seguro de que solo se consiguen las cosas positivas creyendo que lo primero y fundamental es creernos que para conseguirlas, hay que estar convencido de que podemos, funciona como aliento, como fuerza interior para sentirnos mejor. Pero no hacen nada en lograr los objetivos.

Para lograr alcanzar los objetivos, hay que desear trabajar en su consecución. Hay que trabajarlo. Hay simplemente que currárselo. Creer que por que pensemos que somos capaces, lo vamos a ser, es ser demasiado optimistas. Simplemente por pensarlo no lograremos nada.

Hay que tener autoestima, para lograr las cosas y para andar por la vida. La autoestima es básica para seguir vivo por la vida. Pero la autoestima simplemente (que no es poco) nos ayuda a ser más consecuentes con nuestras acciones, a ser más atrevidos, a estudiar mejor las posibilidades.

El éxito no se debe a un conjuro mental, a un deseo irrefrenable de ser positivo y desear lograr algo. Los éxitos se logran trabajando por ellos, buscando el talento y la excelencia.

Preparados para perder, aprender y volver a empezar

"Cuando se inicia una empresa, un negocio, una inversión, hay que estar preparado para perder, aprender y volver a empezar.Cada una de las tres fases sirve para madurar y tener éxito.

5.1.13

Necesitamos vivir en compañía de otros seres similares, con los mismos problemas

La naturaleza te enseña pequeños trofeos a la vista, conquistas visuales donde nos muestra lo grande de la vida y lo pequeños que somos ante ella. Ante una tormenta de nieve en la ciudad inglesa de Pembroke, una docena de aves se acurrucan, se juntan para poder soportar mejor el frío, la ventisca, el mal tiempo. 

Todos necesitamos el calor de la compañía ajena, el sentirnos arropados de otros congéneres, aunque ellos lo estén pasando tan mal como nosotros. Es el clásico “mal de muchos, consuelo de tontos” pero adaptado a la realidad cotidiana de la propia vida. Necesitamos sentirnos en compañía, tener relación con otros que estén en igualdad de condiciones que nosotros. Compartir y ayudar.

La imagen es del fotógrafo David Duprey/Associated Press

4.1.13

El ejemplo del operario del SAMUR del Madrid Arena es uno más en nuestras empresas

En este drama por capítulos del Madrid Arena en Madrid nos han surgido ahora con el martillazo de las conversaciones del operario del teléfono del SAMUR ante la tragedia, recibiendo las llamadas y atendiéndolas como un auténtico imbécil, nada profesional para esta responsabilidad.

Nos puede sorprender, pero puedo garantizar que los RRHH y la selección de personal sirven precisamente para evitar esto. En todas la empresas hay un número muy elevado de trabajadores que solo sirven para el trabajo que realizan. Son buenos en lo suyo, por experiencia o por formación, pero no se les puede mover de su puesto a otro distinto pues fracasan, no sirven.

La responsabilidad no es del operario que no sirve para atender un teléfono. La responsabilidad es de quien decide ponerle en ese puesto de trabajo. Hay que decirlo con claridad; los mandos intermedios, los pequeños gestores de las empresas españolas no están bien formados.

Desgraciadamente hay muchos trabajadores en puestos que no les corresponden y eso lastra el mercado laboral, la productividad, la competitividad, los resultados. Y no nos confundamos con los beneficios, que eso es otra cosa. Se puede tener una empresa con todos los errores del mundo y dar beneficios. Y al contrario, tener una empresa con grandes trabajadores que no logra tener una cuenta de resultados correcta. Depende de muchos factores.

Hay que analizar muy bien cada puesto de trabajo y diseñar el puesto para buscar al mejor profesional de nuestro equipo. Debemos dar valor al departamento de RRHH en nuestras empresas y aprender a ser excelentes.