19.11.13

Además de odiarlos, debemos reírnos de vez en cuando

Cambian los programas de televisión hacia el humor revisando que la sociedad sobre todo quiere —necesita más bien— sonreír un poco más. 

Ya vale de tener malos humos, de estar amargado y con cara avinagrada. Los problemas los deben resolver los gestores. Eso o hundirnos con todo lo que esto conlleva. 

Pero mientras tanto, entre manifestación y cabreo tienen la obligación al menos, de entretenernos con risas. 

Estamos hartos, pero para sobrevivir, además de odiarlos, debemos reírnos de vez en cuando ¿no?

18.11.13

No tener o cobrar dinero tiene sus ventajas

Me llaman para resolver un problema y disfruto escuchando por partida doble. Me reconocen como válido y sé que mis conocimientos van a solucionar algo complejo. 

Es un amigo que sin ánimo de ganar dinero se quiere meter en batallas complicadas, pero yo no soy nadie para quitarle las visiones, si le gustan y las admite. A lo sumo preguntarle si ha valorado el conjunto del trabajo y sus nulas recompensas económicas.

El dinero muchas veces no es nada, de eso entendemos mucho los que no lo hemos tenido en el bolsillo. Los pobres más pobres lo fuimos cuando no echábamos en falta el dinero; en aquellos años nunca imaginaba que era posible tener más del que se necesitaba, incluso tardé años en tener dinero suelto en el bolsillo lo cul es una ventaja ahora. En serio.

Disfrutar con lo que se hace es un buen precio por las labores. 

La importancia de la experiencia por las cosas que han ido mal


Gustavo García Brusilovsky (Buenos Aires, 1966) nos dice esto:

La formación previa me ha servido más bien poco. Me ha servido más el sentido común, el saber trabajar en equipo, el saber buscar la gente adecuada, o la experiencia de los últimos cuatro años. 

Sobre todo la experiencia por las cosas que me han ido mal. 

Las que me han ido bien me han ayudado menos. Esta experiencia es la que se debe compartir.

Emprender sí. Pero con asesoramiento y formación

Está de moda emprender, sería la recomendación más sencilla para intentar salir de la crisis de empleo y lograr un país algo más capaz. Pero emprender tiene unas reglas muy claras que a veces no empleamos.

Hay que informarse mucho y muy bien. Del tipo de idea, del trabajo, de clientes, del sector, del lugar, de la formación necesaria, de tu competencia.

Es mucho mejor emprender en equipo de dos o de tres personas.

Hay que valorar muy bien con qué persona nos juntamos para emprender, pues se necesita en el equipo mucha capacidad de trabajo y de sufrimiento.

Hay que analizar los costes e inversión y no depender en exceso de las deudas, pues los primeros meses serán muy duros.

Hay que asesorarse del doble de asuntos de los que ahora contemplas. Pero la ventaja es que han crecido mucho los lugares públicos a donde acudir a pedir ayuda en asesoramiento.

Debes creer en tu proyecto. Y debes saber demostrarlo a todos los demás. Si tu no crees al máximo es imposible que nadie te apoye pues ellos creerán menos que tú y no admiten nunca que titubees o dudes de tus capacidades. Se puede dudar de tu financiación, pero nunca de tus ideas, de tus proyectos, de tus capacidades, de tu trabajo.

No es obligatorio emprender, pero si lo haces recuerda que tras cada caída lo importante es levantarte y sacudirte el polvo.