30.10.14

Más vigilancia que el Guernica, pero el suelo sin asfaltar

Me pareció un caos reunido, nada más ver esta pared. Un caso donde todo se mezclaba hasta formar como una papilla contra la pared para disfrute de nadie. No era un grafiti, no era una pared sin sentido, tampoco una pequeña obra de arte. Era una mezcolanza compleja.

Pero sobre todos sus elementos sobresalían dos maravillosos para un español dejado de la mano de dios. Son de esas cosas que en España todavía no hay muchas, y eso que nos han dado para el pelo más que al que más. Pero aquí somos muy de La Mancha y tenemos caballo. Aquellas dos cámaras de vídeo tan bellamente blancas no me sorprendieron pues venía de un autobús urbanos donde habían puesto cuatro, dos en el pasillo, una en la zona que sube al segundo piso y otra junto al conductor. ¿Quién controla a los que controlan las miles de cámaras que controlan?

29.10.14

El ejemplo de Tesco, como empresa con problemas que sabe resolver

La cadena de supermercados Tesco es con diferencia la más importante en Reino Unido con hasta 10 tipos de tiendas diferentes, siendo las más importantes los hipermercados y tres tipos de supermercados con distinto apellidos según tamaño y tipo de productos, unos más dirigidos a ser el referente del barrio o la zona y otros a ser más el súper cercano de debajo de tu casa.

Los precios en todas las tiendas son los mismos, pero los productos que ofrecen son mucho más amplios en unos o en otros. Nada nuevo que no conozcamos en otros países. Mismos problemas por cierto, parecidas soluciones, pues estamos hablando de mercados ya muy globalizados.

Lo curioso es que siendo Tesco el referente claro y casi contundente en esta zona de Europa, ha ido perdiendo penetración en los bolsillos de los consumidores por ciertas prácticas y equivocaciones en las que a veces caen también muchas otras empresas en periodos de crisis. Y que les llevan a soportar mucho peor los tiempos de complicaciones.

Se calcula que por sus establecimientos pasan unos 10 millones de consumidores cada semana, entre todas sus tiendas repartidas en 12 países. Son pues unos expertos en conocer el negocio que llevan entre manos. Pero los errores a veces no se detectan hasta que sean tan serios que hacen complicado resolverlos. Las sensaciones de los clientes tardan en detectarse.

La suciedad aunque sea pequeña o compleja de señalar con el dedo, es un factor negativo muy importante. Es suciedad el desorden. Lo es también que la apariencia de las personas que atiendan no sea impecable. O que incluso la sonrisa no sea una parte más de la empresa. Si tu competencia empieza a ofrecer un brillo superior al tuyo tienes un problema, y si lo detectan los clientes y no lo ves tú como responsable tienes un drama empresarial. Detectado el problema, es muy sencillo resolverlo. Pero lo primordial es tener los macanismos para detectarlos.

Cada día más los ciudadanos necesitamos un buen servicio pero además y en pleno cambio de los modos, lo buscamos cerca de nuestro hogar. Queremos que esté limpio, que tenga unos precios normales, que sea cómodo y (un factor nuevo) que sea entretenido. La decoración, los añadidos a los propios productos de alimentación, los cambios de productos para ofrecer constantemente novedades que solo se pueden adquirir en un momento dado, las ofertas creíbles, la rotación de productos para que siempre parezcan frescos, incluso la atención perfecta cuando hay problemas, son muy necesarios. Un cliente cabreado en un momento dado necesita para no perderlo mucha más atención que el cliente habitual. Pero generalmente desde otra óptima, desde otras formas.

28.10.14

El prepotente le debe al pueblo todo lo que él es. Y lo dice con humor


El genial Chumi Chúmez nos dejó en su vida geniales miradas que siguen siendo de total actualidad. Era una manera de ver la vida que se mantiene sobre todos nosotros, pues la sociedad no ha cambiado, no piensa cambiar. Somos así, aunque nos joda.

El prepotente de la casta, ahora tan de moda la palabra avisa a su pueblo: — ¡Yo se lo debo todo al pueblo!
Y alguien osado desde el pueblo que asiste como borregos al discurso del prepotente, se atreve a decirle: —¡Pues devuélveselo!

Softonic y Google, un caso de complejidad empresarial

El crecimiento de las empresas nunca es lineal y siempre hay que estar preparados para la defensa de lo conseguido hasta entonces, más en este mundo tan tecnológico donde muchas empresas se asientan sobre mercados muy variables. Veamos un ejemplo donde la empresa no ha realizado nada para sufrir problemas, pero a cambio lo sufre y tiene muy complicado defender su posición.

Softonic, empresa española de ámbito internacional y con una gran influencia en todo el mercado online de software, está atravesando un momento muy complicado, con un ERE en preparación que podría llevar al desempleo a 300 de sus 450 trabajadores.

Empresa valorada en unos 280 millones de euros sufrió un enorme traspiés tras el cambio de los algoritmos de Google en su buscador a principios de 2014, que relegaba los resultados hacia Softonic a un puesto más bajo, tras el cambio que de vez en cuando realiza Google a nivel global para evitar manipulaciones de los creadores de páginas web.

Este cambio, de principios de año modificó las interacciones entre los que buscan y los que entregan la información, tanto en empresas como en blog o redes sociales. Lo que para unos puede ser una simple pérdida de visitas sin ningún motivo aparente, para otros puede ser una bajada muy importante en las cifras de su negocio, sobre todo por ser los que más conocer las formas de entrar hasta las tripas de los buscadores par que el SEO prime sus entradas.

El poder de la empresas de internet es siempre muy relativo pues depende —como todo tipo de empresas— de un número excesivo de variables, algunas imposibles de controlar por los propios interesados. Un simple movimiento en los algoritmos de Google puede modificar el acceso a numerosas páginas de todo tipo. No es manipulación o censura —casi nunca— pero la ejercen todos los que quieren dominar la red. Toda empresa que de momento no se sustenta sobre bienes tangibles es una empresa de riesgo pues no puede controlar su crecimiento o incuso su hundimiento.

Nota.: Ante las dudas muy posibles de que haya malas prácticas equivocadas en el tratamiento a los clientes, os dejo un enlace con algunas informaciones añadidas.