9.8.15

Estar mal ante la vida es tan natural como estar bien. Busca soluciones

¿Te crees una persona normal? Bien, pues entonces sabrás perfectamente lo que es el miedo, la ansiedad, la depresión leve, la ira, incluso el pánico. Todas estas situaciones son normales en nuestras vidas, no nos atenazan, no nos bloquean, las logramos dominar, pero son normales e incluso en según qué tipo de personas o situaciones laborales o vitales, casi habituales.

Una cosa son las molestias, las emociones fuertes o duras, y otra cosa es que estas nos dominen y no podamos manejarlas bien. O incluso se que asienten en nosotros y duren excesivamente o se repitan sin motivo o sin control.

Estar mal ante la vida es tan natural como estar bien. El conflicto nos viene cuando no sabemos diferenciar los momentos o cuando estas situaciones se apoderan de nosotros y de nuestras respuestas de reacción. No es agradable estar deprimido, tener ansiedad, tener miedo o un ataque de ira. Pero sobre todo no es agradable que no sepamos controlar el momento, que perdamos el sentido de nuestra propia responsabilidad como personas. Aunque nos encontremos mal, nadie ni nada nos impide seguir comportándonos con inteligencia emocional, con sentido justo y responsable.

Nunca somos culpables de estas situaciones, pero siempre somos responsables de ellas y los que debemos controlarlas y asimilarlas. Dominarlas en fin, para que ellas no nos dominen a nosotros. Y recuerda que si de una de estas molestias que tienen muchos grados de ataque, te caes y quedas dañado, lo que hay que hacer es levantarse y limpiarse los polvos. Nunca quejarse más de la cuenta, pues no sirve de nada. Aprende de la caída y levanta la vista en busca de la siguiente.

8.8.15

No vendas ejemplos, vende experiencias

No vendas ejemplos, vende experiencias. Explica si acaso tus formas de resolver problemas, pero antes pon en situación a quien te lee o escucha. Cada problemas es diferente, cada persona somos totalmente diversos. Lo que sirve para alguien no tiene que servir para los demás, pero si somos conocedores de las herramientas que otras personas han empleado para ser más felices, resolver problemas o avanzar en su vida, tal vez eso nos pueda ayudar a conocer más posibilidades.

Somos muy débiles, todos, por eso necesitamos casi siempre la compañía de otras personas, que alguien más nos apoye y nos vaya acompañando por los caminos. Todos somos así de débiles, aunque a algunos no se les note. Pero ser débil, además de ser normal es también parte de las soluciones. Siempre que no confundas ser débil con estar aterrorizado, atenazado por los problemas. Ser débil es simplemente ser normal.

Educa tus formas de reaccionar, controla las emociones negativas, aprende a pensar en positivo, nunca tengas una conducta violenta ni de palabras o gestos, sonríe, no esperes de la gente que te rodea sin abrazarte que te trate bien pues eso es muy complicado de lograr. Respira y sé feliz. Y si necesitas llorar, llora. Muchas veces es bueno.

No avanzamos; y eso que estamos mirando desde lo alto

El orden de los factores a veces, sí que entorpece la recuperación. Si ponemos muchos jefes analizando las soluciones posibles, es casi seguro que logren dictaminar qué es lo que falla y que es imposible de corregir, pues ellos no quieren modificar sus hábitos.

La culpa siempre es del aprendiz, por no ser capaz de asumir responsabilidades y cobrar menos. No tienen remedio estos peones de brega ¿verdad? Y mira que están altos, mirando los problemas.

7.8.15

No fue terrorismo mundial, pues no todos participaron

Hace 70 años el poder atómico, militar por supuesto, arrasó la II Guerra Mundial, que ya hay que tenerlos bien puestos para acabar de golpe con una guerra. Algunos dicen que se salvaron miles de vidas, ninguno de los que así opinan son japoneses. Con el terror del terrorismo de Estado se acabó con el terror de una Guerra Mundial. Y como en todos los terrores, los que salieron perdiendo fueron los civiles.

En las guerras los lugares más seguros son los despachos militares. Incluso se muere menos en el frente militar que en las ciudades. Y se pasa menos hambre de soldado que de civil. Ser civil y viejo es lo peor que te puede pasar en una guerra. Bueno, en algunas lo peor es ser mujer y joven.

Hace 70 años que abrimos el terror a lo bestia. Ya no era cuestión de morirte de un tiro en la nuca, lo peor es que te podía caer una bomba a varios kilómetros, dejarte sin piel, medio ciego y encima tardar un año en morirte, pues eso es lo jodido, que encima el terror lo dosifican para que dure mucho. Ya nunca han caído bombas nucleares encima de civiles a lo bestia, más que nada porque han seguido investigando desde entonces y ahora hasta ellos mismos están acojonados, perdón, se dice aterrorizados. Cachis.