31.12.15

Estoy en contra de que los politicos se desnuden explicando sus ahorros

En muchos países de Europa y sin duda en EEUU, una persona con más de 40 años y que no tiene ninguna propiedad y que declara unos ahorros totales de 4.000 euros, es una persona fracasada. Incapaz para ser elegida como Alcalde de una ciudad de varios millones de habitantes. España es diferente, y a la hora de valorar a un líder, conceptos tan peregrinos como llevar coleta, ir sin afeitar, tener un padre militar o tener sobrepeso tienen una importancia que encaja mejor o peor según a qué segmento social y político quiere representar.

La presunta transparencia a la que se obliga a los políticas actuales es un gran error. alguien lo tendría que decir, así que me lanzo y desde la izquierda. Además de ser una tontería es una barbaridad y un gran error. No sirve para nada y deja en entredicho los asuntos personales de gentes que han decidido trabajar para todos nosotros.

A todos, a tí y a mí, nos afecta mucho más —puestos a conocer la transparencia de ingresos y uso de los mismos— qué bienes tienen nuestros jefes, cuánto cobran al mes y cuantos ahorros o acciones tienen. Incluso nos afecta más los datos reales de cuánto obtienen de beneficio las grandes superficies por cada kilo de carne que nos venden, por cada lechuga o por cada yogur.

Para evitar que un cargo público no robe hay muchos otros mecanismos. Y si queremos este sistema absurdo, vale con entregar estos datos a un notario, antes y después. No es necesario ese desnudo integral. Yo nunca lo haría.

Entre otros motivos porque quien roba de verdad, suele meter la pasta en bolsas de basura y dejando bajo el colchón de los suegros los millones robados. O suele llevárselo sin tocarlo para nada a cuentas abiertas en otros países, cifradas o a nombre de empresas raras, de testaferros o de familiares. No es de recibo que leamos que una concejala sólo dispone de 426 euros ahorrados. Si nos lo leen en otros países es de pena. ¿Saben ustedes cuántos euros tienen asignados cada mes, un diputado europeo en el Parlamento de Bruselas, para gastos de gestión, casi sin justificar? Por favor, seamos un poco más lógicos.

30.12.15

Todo es relativo. Depende de nosotros ser felices

Todo es relativo, aunque nos cueste mucho entenderlo así. Las situaciones que sufrimos, las que gozamos, lo que tenemos, lo que deseamos pero nunca logramos tener. Todo es relativo incluso aquellas situaciones que nos hacen sufrir mucho y no somos capaces de encontrar salida o mejora. El problema no es en muchas ocasiones lo que nos está sucediendo, sino la forma en cómo estamos enfocando lo que nos sucede. Nuestra forma de mirar, de comportarnos ante un suceso, una acción determinada, es mucho más importante para ser negativa o positiva, que la propia acción en concreto.

Ante la misma situación, hay personas que reaccionamos de una forma determinada y otras de una manera totalmente diferente. Ese relativismo en la forma de reaccionar es lo que nos condiciona y nos facilita a la vez, el poder elegir la forma de comportarnos, para elegir la más leve, la que menos daño nos haga, la que más va a facilitar que podamos salir bien de los problemas.

Todos asumimos que siendo todo relativo, es normal llorar ante una situación o tomárselo de una manera mucho más sencilla y positiva. Depende de cada uno de nosotros, nunca depende de los que nos observan. No hagamos tanto caso a los que creemos condicionantes de la sociedad, pues cada persona es un mundo y cada uno tenemos nuestra particular forma de pensar y actuar.

Eduquemos a los hijos contra el consumismo, y así valorarán más todo

Hoy paseando por mi barrio, una zona normal de gente trabajadora, iban unos cuantos críos como de unos 12 años con sus nuevos móviles de última generación pasándose los números de teléfono y enseñándose los modelos guapos y grandes, para poder luego intercambiarse todas esas cosas que se deben pasar por whatsapp: videos, fotografías, contactos o mensajes de nada.

En los tiempos que estamos —porque así queremos todos estar— esto es lo más normal siendo tiempo de Navidad y Reyes, pero yo me pregunto: ¿es necesario que a esta edad tengan estos teléfonos tan caros?; y ya no caros y super modernos, sino incluso:  ¿Es necesario que tengan teléfono móvil a esas edades?

Metemos a los hijos en una espiral de consumismo desaforado y sin sentido, aunque luego nos venga justo para pasar el mes, y aunque así no sea, aunque puedan permitírselo las familias, si ahora les compramos un teléfono de los caros, ¿que será lo que les tendremos que comprar después, para tenerlos contentos?  Eso sí, los libros del colegio o del instituto son siempre muy caros, y nos quejamos desaforadamente. Creo que los padres se están equivocando un poco con sus hijos, igual que seguro que me equivoqué yo con los míos en alguna cosa. Pero todo tiene que tener un precio, que en el caso de los niños, que no tienen dinero por no trabajar, debe ser otro, pero debe existir, para que aprendan a que todas las cosas cuestan.

Los profesores tienen que enseñar en los colegios las asignaturas correspondientes, pero los padres, “LOS PADRES”, tienen la obligación de  educarlos y de decir que NO aunque se enfaden los hijos con nosotros. Que es duro, lo sé, pero no podemos darles todo lo que piden, tienen que ganárselo, con notas buenas, ayudando en casa, leyendo y poniendo esfuerzo en su trabajo como alumnos, que es una cosa que no siempre suelen hacer. ¿Por qué comprarles un teléfono que por lo menos vale 300 € para arriba y no un libro que puede valer 20 €?

¿Que cosas digo verdad? son del siglo pasado; ¿pero no decimos muchas veces que lo antiguo sigue sirviendo? Pues tal vez también los pensamientos y las experiencias personales sirvan para avisar de los errores. Las cosas hay que ganárselas  para valorarlas.

M. Mercedes Ajovín

29.12.15

Curioso y efectivo marco mental de Ciudadanos

Un marco mental nuevo, creado por Ciudadanos, es curioso además de mentiroso, en parte y si se explica mejor que con un solo marco político.

Los derechos son de los ciudadanos y no de los territorios.

La frase suena muy bien, todo el mundo la admitirá sin duda. Está muy bien elegida. Pero es falsa. Precisamente su éxito está en haber sabido encontrar la vuelta a la verdad para convertirla en “su” verdad. Es cierto que suena muy bien que seamos los ciudadanos y no los territorios los que tengamos que decidir, los que tengamos derechos. Pero nos olvidamos de algo muy básico. Los ciudadanos estamos de paso, sólo unas décadas. Pero los territorios y lo que los sustentan, los que crean sociedad, esos permanecen, estaban ya cuando nosotros llegamos, y estaban con sus derechos y sus formas sociales perfectamente asentadas, y seguirán muchos siglos cuando nosotros ya no tengamos voz. La importancia histórica pero también social de los territorios, de las sociedades como algo mucho más importante que las personas, es indudable.

Pero eso no quita ni un ápice a reconocer que la frase, el marco mental donde nos ha llevado con una simple frase, Albert Rivera y sus gentes, es perfecta pues es complicada de revertir, convenciendo.