9.2.16

Aprendamos algo sobre gestión de partidos políticos

David Andina como miembro del Consejo de Dirección de UPyD ha publicado un artículo muy interesante en “El Huffington Post” sobre el hundimiento de UPyD dando una serie de claves muy bien ordenadas sobre los condicionantes que llevan a un partido político a su crisis e incluso a su desaparición. Vamos a revisarlas y plantearlas como opciones y realidades que sirven para todo tipo de organizaciones, sean políticas o empresariales.

 El hiperliderazgo

 La incapacidad para situarse cuando hay cambios políticos.

 La fusión o sinergias con otras fuerzas políticas a la hora de trabajar.

 La gestión interna de la organización.

 La estrategia en comunicación.

El análisis de David Andina sirve con ligeros cambios para numerosas organizaciones políticas, dentro de la sin duda tremenda distancia ideológica que hay entre todas ellas. Pero es un análisis básico y que se basa en el que a veces se hacen a las empresas, para auditarlas en busca de errores o para buscar criterios de calidad que resulten mayores y mejores de cara a su futuro.

 ¿Quién y cómo manda o dirige la empresa?

 ¿De qué manera se encara el futuro y la formación y/o actualización de los equipos?

 ¿Cómo nos relacionamos con los proveedores y la competencia?

 ¿Cómo gestionamos el equipo que forman las personas y la estructura de empresa?

 ¿Qué estrategias tenemos para vender?

Y tras ver que las patas sobre las que se asientan la excelencia o la podredumbre en la gestión es común en muchos aspectos entre empresas y partidos políticos y que sólo nos faltaría aplicar criterios profesionales a la gestión de los partidos políticos, faltaría asumir las críticas a mezclar el funcionamiento de los partidos con el de las empresas. 

—¿Pero qué dices?— me espetarán raudos los que esto lean, mientras empezarán a pensar que están leyendo al demonio o al bicho, sobre todo si son partidos de izquierdas. Lo normal es pensar que si quien escribe esto es de derechas no está diciendo nada nuevo. Y si es de izquierdas que es tonto perdido o un infiltrado. Pero lo cierto es que todas las organizaciones funcionan desde los mismos conceptos y necesidades, con las variables lógicas por su actividad.

 El liderazgo en los partidos políticos es imprescindible pues deben ofrecer a la sociedad capacidad de soluciones, de gestión. Y los ciudadanos deben confiar en su capacidad en abstracto, antes de que demuestren de lo que son capaces. La ideología sirve para un gran número de votantes, pero son los indecisos los que al final deciden el tipo de gobierno. Pero si el liderazgo es muy positivo y deben cuidarlo las organizaciones que aspiren a gobernar, el hiperliderazgo es peligroso, pues todo líder necesita un gran equipo a su alrededor, capaz y además motivado, tanto para trabajar desde dentro como hacia fuera. La sociedad debe percibir que como en una gran orquesta, además del director es necesario un gran grupo de profesionales en sus diferentes instrumentos sociales.
 Los partidos políticos deben tener una capacidad alta de flexibilidad, según los momentos históricos y sociales con los que se va encontrando. Una organización muy rígida con sus soluciones o sus ideas, lo pasará muy mal según se vaya moviendo la realidad social, tanto los problemas que afectan a todos, como la propia competencia que puede surgir a su lado ofreciendo soluciones diferentes. Flexibilidad no es cambio de ideología.

 Por este mismo motivo, toda organización política debe estar muy atenta a detectar con quien debe acercarse lo suficiente para trabajar juntos, para ofrecer a la sociedad esa capacidad necesaria de gestión, priorizando asuntos, empleando el tiempo histórico como una herramienta más en todo tipo de sinergias y de acuerdos. Hay absorciones, fusiones, pactos, acuerdos, diálogos. La sociedad debe percibir como mucho más normal que entre partidos políticos que compiten en la misma sociedad, se hablan o se pongan a trabajar conjuntamente. En el mundo empresarial esto es totalmente habitual y normal. Y no estoy señalando la posibilidad de que se hablen o entrevisten los máximos líderes políticos de cada organización, sino que sea normal los encuentros de trabajo entre organizaciones, reuniones de trabajo con al menos un decena de miembros de la dirección de diversos partidos políticos. Puede que no sirviera para avanzar en el trabajo común, pero sin duda serviría para que la sociedad percibiera que lo que importa sobre todo es precisamente ellos, “los clientes”, perdón, la sociedad.

 Como en todo equipo, hay que gestionar muy bien los recursos de que se disponen. Ampliarlos, formarlos, cuidarlos, actualizarlos, saber seleccionar muy bien todo el organigrama, y todo esto desde formas democráticas y cada vez más horizontales. Para ello la formación es imprescindible, el entendimiento de lo que en cada momento necesita la organización y su adaptación a su propia capacidad es imprescindible para no perder los tiempos sociales. Todo ser humano, y los equipos están formados por personas, requieren y necesitan lo mismo. Respeto, capacidad de superación, necesidad de crecimiento y de tener responsabilidad, motivación, formación, trato amable, información, horizontalidad, ampliación de las relaciones con todos los niveles, etc.

 Sobre comunicación política se ha hablado y escrito tanto como el número de equivocaciones que sobre la misma existen. Comunicar es “vender”. ¿Suena bruto y fatal, verdad? Comunicar es sobre todo transmitir enjundia, asuntos de valor, explicar los motivos de las decisiones, informar con claridad y en tonos pedagógicos pues toda comunicación va dirigida a toda la sociedad, y dentro de estos mecanismos de interacción entre el sujeto que emite y los que reciben, hay multitud de posibilidades, que por cierto, también van cambiando con el tiempo y que hay que tener muy actualizadas. Ni es bueno abrumar con datos, ni lo es jugar a los cubiletes ni tampoco salir a comunicar asuntos menores o muy minoritarios, ni que aparezca la menor duda de que se está intentando manipular a quien recibe la información. Tan importante es comunicar cómo elegir el medio, sabiendo en cada momento hacia quien nos dirigimos. Pero en comunicación hay sobre todo hay algunas variables imprescindibles. Saber comunicar bien tanto interiormente hacia la organización como externamente a la sociedad, pero sobre todo y también tener una excelente relación con el vehículo que nos transmite la comunicación. Conocer los medios es sobre todo saber buscar complementos para que se logre comunicar aquello que no es seleccionado por por medios que transportar la comunicación.

7.2.16

Somos parásitos de nosotros mismos. Pero no lo digas, no seas provocador


Somos parásitos, lo curioso es que lo somos de nosotros mismos. Entramos en las entrañas y nos devoramos. Rompemos el entorno, nos odiamos para demostrar que somos fuertes, demonizamos a los que están cerca para que nos respeten a costa del miedo, y nos quedamos tan tranquilos, pensando que es lo único que debemos y sabemos hacer. Si no somos capaces de devorar nuestra entrañas no hay problemas, enseguida nos contagia un listo con sus pensamientos y es entonces cuando él, metido dentro de nosotros, nos devora mientras se apodera de nuestra forma de pensar.
Lo normal es pensar que no es para tanto, que es incluso mentira todo, que somos pesimistas. Pero unos se llevan los beneficios de nuestras tripas y otros tenemos que soportar los dolores de las digestiones pesadas de cada lunes, de cada viernes. Mientras tú vives de tu trabajo, otros también viven de tu trabajo. ¿Qué son estos pues? Y si encima los que viven de tu trabajo viven mejor que tú…, ¿podemos empezar a pensar que nos han colonizado desde dentro para provocarnos dolores cuando ellos quieran?

Nadie está en contra de la cultura, excepto ella misma


En la XXX Entrega de los Premios Goya al cine español se habló mucho de “cultura” casi más que de cine. Pero a los que gobiernan sociedades no les interesa hablar de cultura, no la cuidan, ni mucho menos la miman, pues es peligrosa. Por eso nos convences que la cultura es aburrida, pedante, para élites, sin sentido, sin valor práctico. Y nos lo creemos. La cultura es peligrosa pues tiende a convertirnos en más libres, y sobre todo en más capaces de elegir por nosotros mismos con criterios propios.

La cultura es muchas cosas, pero casi todas ellas muy entretenidas y agradables. Incluso una gran mayoría de la cultura pueden ser barata cuando no casi gratis. Pero no interesa multiplicar el virus de la cultura, y por eso hay que pasar a educar en lo justo, en lo práctico, para crear sociedades dóciles y útiles para las necesidades de los que controlan. Efectivamente esto que digo parecen fantasmas imaginarios, pero forma parte de ese otro marco mental en el que nos han mentido: “Nadie está en contra de la cultura, excepto ella misma”.

El último escollo es romper con el mensaje machacón de que las personas que viven de la cultura, en realidad viven de todos nosotros a través de las ayudas que les damos tras engañar a los poderes políticos. Nos han convencido de que el mundo de la cultura es un mundo de vagos
y casi maleantes incapaces de trabajar duro, como si crear buena cultura no fuera un trabajo esforzado. Estamos perdidos con tantos años de marcos mentales, repitiendo que hacer caso a la cultura es además de perder el tiempo un ejercicio muy caro.

Nadie quiere comparar el mundo de la cultura con el del deporte televisado, pues deporte hacemos muchos y creemos que es muy bueno para la sociedad. Sin duda lo es, pero no es beneficioso el de los cientos o miles de millones sin control que mueve el negocio del deporte llamado de élite, sino la realidad callada del deporte individual y anónimo. Pero nos los mezclan de forma callada para que nos parezcan partes de lo mismo.

Yo cuando hablo de cultura no estoy pensando en los primeros de cada especialidad, sino en el respeto a la cultura creadora de cientos de miles de personas que simplemente valoran la cultura como un ejercicio de felicidad, de crecimiento personal, de disfrute ante la vida que debe contener de todo un poco, incluida la cultura. a la cultura no hay que ayudarla. 

Simplemente hay que dejarla libre, sin ponerle zancadillas, en igualdad de posibilidades que otras actividades comunes. 

Excepto en las escuelas, donde la cultura debe formar parte esencial del crecimiento personal.

6.2.16

Aprendamos a ser más sociales. La inteligencia emocional

Somos además de animales racionales… también seres humanos que parece lo mismo (y lo es) pero como animales que se tienen que interactuar con todo lo que nos rodea, las emociones son parte importante de nuestra forma de ser, de nuestros comportamiento, de lo que los demás ven en nosotros.

Los animales casi no tienes emociones, y tenerlas los humanos, además de entregarnos a la idea clara de que somos racionales, nos diferencia entre unos y otros de nosotros mismos. No todas las personas tienen los mismos kilos de capacidad emocional.

La inteligencia emocional —que es esa parte de nuestro comportamiento humano con más capacidad de actuar a nuestro favor y de ser aprendida—, es la que debemos potenciar si queremos ser más felices y además hacer más felices también a los que nos rodean. 

Los animales según su cantidad de desarrollo cerebral también tiene una capacidad emocional que sin duda saben emplear muy bien para comunicarse y para agradar a sus compañeros de especie, pues les falta los métodos más simple de comunicación como son la palabra e incluso la escritura.

Es más sencillo y simple decirle a otra persona “te quiero” de palabra o escribiéndole una nota, que decírselo con hechos, con gestos, con miradas, con emociones. 

Por eso debemos crecer en inteligencia emocional, pues no venimos aprendidos de fábrica…, más que en lo más básico. 

O incluso me atrevería a decir que parte de lo que ya traemos desde el nacimiento, lo vamos perdiendo en nuestra educación por una mala gestión del aprendizaje personal.

Para tener inteligencia emocional válida es fundamental conocernos bien nosotros mismos. Y aquí es donde empezamos a fallar. 

¿Qué somos? 

¿Quien somos? 

¿Hasta dónde podemos llegar en situaciones extremas, positivas o negativas? 

¿Qué capacidad tenemos para sufrir, gozar, dirigir, obedecer, tomar iniciativas, expresarnos o herir?

Nos relacionamos con los demás por “copia”, es decir, nos afecta mucho lo que hemos aprendido por contagio, por ver y sufrir, por vivir en situaciones que ahora copiamos. 

Si venimos de una familia o amistades determinadas, nos determinan ellas mucho. Somos sociales por sociedad, por copia, y eso puede ser muy positivo o muy negativo. 

Nuestra capacidad de cambiar la mochila que llevamos es mucha, pero la verdad es que pocas veces la vaciamos del todo. 

Aprendamos a ser más sociales, con la inteligencia emocional. Y eso se aprende, forma parte de la educación, que a veces tan poco sabemos utilizar para ser más felices, más seguros, y más humanos.