6.3.16

Yo al teatro ya sólo voy a las primeras filas. Ya lo siento

Uno, ante los tiempos actuales en la España rara que tenemos entre manos, puede hacer dos cosas. Preocuparse y hacerse testigo activo, recogiendo, opinando y preocupándose de lo que le toca vivir, o bien hacer todo lo contrario, abstraerse, ponerse a soñar con lo que puede elegir, volverse a casa con una coraza y soñar con el arte y el surrealismo. Yo estoy en estos momentos entre los dos caminos y no sé bien qué elegir.

España necesita futuro, personas capaces, menos pena y más capacidad, menos renglones torcidos escritos por personas incapaces de pasar a la historia amable. España necesita darse cuenta de que forma parte de europa, que su cuarta posición es tan importante como para creerse que sin ella no hay nada y que nadie puede ir contra ella. Me da igual si es totalmente así, simplemente es que creo que la autoestima es muy necesaria.

Me siento rodeado de incapacidades manifiestas. De mudos, de ciegos, de sordos, de personas que no saben leer, de actores malos, de violentos de película B, de miedosos, de incluso miedicas que es otra categoría diferente. España necesita sobre todo ser. Sólo siendo España útil, se puede ser aragonés, castellano o catalán, aunque estos últimos no lo entiendan así. Se puede ser otra cosa, sin duda, pero con las debilidad del enfermo grave, hacer cambios es otra patada más en los testículos del sistema. Puede ser que sea eso lo que algunos quieran, pero no la mayoría, y esto va de eso, de mayorías y minorías.

Los que viajamos sabemos lo sencillo que es ser respetado y lo más fácil que es perder lo poco que se tiene y convertirte en una paria humana que pasa desapercibida para todos. Los que viajamos decía, a Madrid, a Europa o a Sevilla pues da igual, ya que en todos los sitios se ve lo mismo, el hambre que se sortea todos los días y a quien le toca le acompaña además con la indignidad, la injusticia, la deshonra, la enfermedad, el frío, la soledad.

No sé si olvidarme de hablar y escribir sobre estos temas políticos, y encerrarme en el surrealismo. No sé si creer que el arte es terapéutico, que lo es, pero tomármelo como medicación todos los días en sustitución de la grasa indigestible de la política actual. No he escrito de eso que se ha llamado investidura de esta semana pasada. Todo un detalle.

Yo cuando voy al teatro suelo pagar la entrada y elegir un asiento cerca de los actores. Cuando sólo tengo entradas de gallinero, lo siento, no suelo ir al teatro. Y no por clasismo, no. Simplemente porque mis entradas de gallinero en el Principal ya las ocupé todas ellas cuando tenía la veintena y la treintena. Ahora ya no me toca. O estoy cerca de los actores principales o no voy al teatro. Y estoy seguro que esto se entiende muy bien, como despedida, y como declaración de intenciones.

Emplea siempre los dos ojos, aunque miren distinto objetivo

Recuerda: cada vez que apuntas con tu ojo hacia el objetivo, (siempre) te queda libre el otro para mirar en tu entorno, a tu alrededor. Por si acaso.

3.3.16

Pablo Echenique nos enseña "el hogar"

Pablo Echenique ha llamado a reflexionar sobre la necesidad de construir un nuevo movimiento cívico que sirva de cantera de nuevos políticos, para pensar nuevas formas de poder y también para que haga las funciones de "hogar" cuando el partido político no está en el poder. “Tenemos que construir un lugar donde esperar y cuidarnos cuando las cartas electorales vengan mal dadas”-



1.3.16

Podemos ha jugado muy mal. El IBEX 35 muy bien

Hoy Pedro Sánchez se presenta “de verdad” a Presidente del Gobierno en España, y escuchando a algunos socialistas de los de mando en plaza, a uno le da la sensación de que algunos socialistas piensan que los españoles somos imbéciles, tontos de baba e incapaces de saber diferenciar entre derechas e izquierdas. El PSOE puede intentar formar gobierno con quien ellos crean posible, pues todos los votos valen lo mismo y tan lícito es intentarlo con Ciudadanos, como con Podemos o el PP. Pero en sus decisiones viene el precio. E intentar decir a los españoles que lo que el PSOE ha elegido es otra cosa diferente a lo que en realidad es, resulta patético y poco serio.

Pedro Sánchez no va a lograr completar los pactos, excepto que les interese llegar a las abstenciones de forma táctica o bien a la gente del PP o a la de Podemos. Mucho más sencillo en el caso de los segundos que en el de los primeros. Pero eso sería un gobierno de un año, y todos los saben. Mal menor, eso sí. Pero España necesita otra cosa, una tranquilidad de al menos dos años. Cosa improbable. Las abstenciones sirven, pero para poco.

Podemos ha jugado muy mal. El IBEX 35 muy bien. Y los resultados son y serán los inevitables ante estos movimientos. ¿Y el futuro? Pues queda tiempo, quedan negociaciones, todo puede cambiar e incluso Ciudadanos lo sabe y lo teme. Lo ideal sería contar con unos apoyos suficientes, lo repito, con apoyos de Ciudadanos, Podemos, Unidad Popular, Compromís y PNV, desde fuera y para la legislatura o con la entrada puntual de algunos ministros específicos que podrían acompañar a otros independientes y muchos socialistas. En este caso Podemos siempre seguiría en la oposición de izquierdas, asentando sus opciones. Y el PSOE lo sabe. Un gobierno parecido al de Aragón. En la negociación no nacida con Podemos ha primado más la táctica política de futuro que la gobernabilidad de España. Al PSOE no le interesa un Podemos que se vaya asentando. Y a Podemos no le interesa un PSOE que demuestre ser capaz para resolver y construir. En esas estamos.