Hace muchas décadas que descubrimos que para tapar la verdad de antes, nada como inventarse buenas mentiras. Con la llegada de internet hemos descubierto que es mucho mejor ahora sembrar muchas y variadas pequeñas mentiras que incluso no tienen que ser ni buenas. Cuanto más mentiras, menos veremos la verdad.
Los medios de comunicación están muy débiles, la posverdad o las fake new nos inundan el campo de la verdad, para ya no saber distinguir unas de otras. Contra una verdad lanzamos varias mentiras parecidas, que se diferencien poco, y ya será suficiente para lograr que todos duden.
Antes nos creímos que la verdad consistía en decir la verdad, toda la verdad y únicamente la verdad. Ahora hemos aprendido a decir la verdad, pero solo una parte de ella y además adornarla de detalles bonitos que no vienen al caso. No parecen mentiras pero no son verdades.
Podemos incluso preguntar a los juzgados si aquello o lo otro es verdad o mentira, y esperar a que nos respondan. Y cocinar la respuesta con parte de su verdad y algo de especias orientales para que le den sabor. De esa forma todo nos sabe a picante y a lo mismo. Da igual que sea carne o pescado. Todo está cocinado.
28.1.18
La violencia se ejerce contra las personas, también contra los hombres
El otro día alguien nos dijo que dejemos de pensar en que “los otros” tienen que ser igual a nosotros, sino en que para lograr que todos seamos iguales, no hay que personalizar, que tal vez algunas de las cosas de esos “otros” sea interesante que las adaptemos nosotros, y que la igualdad no consiste en que sean igual a nosotros, sino también de que nosotros seamos igual a ellos.
Hoy leo a Isabel Coixet que nos dice que: “Estamos hablando del acoso desde el punto de vista de la mujer blanca y privilegiada”.
Y es verdad, nos olvidamos de todo lo demás, de la realidad de millones de mujeres del mundo, seres tan humanos como yo, que no pueden defenderse ante nada. Las mujeres no son víctimas por ser mujeres, sino porque la sociedad que hemos construido es una mierda. Las mujeres, todas, son nuestras madres, nuestras compañeras de vida y además seres tan inteligentes y fuertes (o más) que nosotros los hombres.
Intentar defender a las mujeres por ser mujeres, pero hacerlo solo con “las elegidas” es un error del que no me voy a explayar más.
La violencia sexual, física, psicológica o de todo tipo, se realiza contra hombres y mujeres en todo el mundo. ¿Queréis que hablamos del trabajo actual, de los derechos laborales, del esclavismo del siglo XXI en nuestras ciudades?
Y efectivamente las mujeres occidentales parecen a veces más débiles ante algunas violencias. Pero debemos tener cuidado con el diagnóstico y el tratamiento, o convertiremos a la sociedad en más débil e incapaz de crecer. Y nos olvidaremos de muchas otras violencias contra los derechos humanos que se practican todos los días en nuestros barrios. Y que además nos parecen modernidad.
Hoy leo a Isabel Coixet que nos dice que: “Estamos hablando del acoso desde el punto de vista de la mujer blanca y privilegiada”.
Y es verdad, nos olvidamos de todo lo demás, de la realidad de millones de mujeres del mundo, seres tan humanos como yo, que no pueden defenderse ante nada. Las mujeres no son víctimas por ser mujeres, sino porque la sociedad que hemos construido es una mierda. Las mujeres, todas, son nuestras madres, nuestras compañeras de vida y además seres tan inteligentes y fuertes (o más) que nosotros los hombres.
Intentar defender a las mujeres por ser mujeres, pero hacerlo solo con “las elegidas” es un error del que no me voy a explayar más.
La violencia sexual, física, psicológica o de todo tipo, se realiza contra hombres y mujeres en todo el mundo. ¿Queréis que hablamos del trabajo actual, de los derechos laborales, del esclavismo del siglo XXI en nuestras ciudades?
Y efectivamente las mujeres occidentales parecen a veces más débiles ante algunas violencias. Pero debemos tener cuidado con el diagnóstico y el tratamiento, o convertiremos a la sociedad en más débil e incapaz de crecer. Y nos olvidaremos de muchas otras violencias contra los derechos humanos que se practican todos los días en nuestros barrios. Y que además nos parecen modernidad.
26.1.18
Opel PSA de Figueruelas está con gripe. Cuidado con el tratamiento
La Opel de Zaragoza o la PSA que compró a la Opel americana, está provocando en Aragón miedos y malas babas que se intuían desde hace meses. Y no será porque no lo llevamos avisando desde hace décadas. Nunca es buena idea dejar que la economía de un territorio pivote casi en exclusividad sobre una empresa, un servicio, una industria en particular, un tipo de economía, por muy interesante que esta sea.
Diversificar los riesgos parece un consejo para niños. Pero en Aragón no hemos sabido o no nos han dejado realizar lo básico, asentar un tipo de industria y economía industrial y laboral diferente a la del automóvil. Desde 1982 se advirtió que junto a la buena noticia había que empezar a trabajar en la dirección de la defensa, pues todo lo que nace muere. No era (es) ser agoreros, es simplemente trabajar para el futuro.
No son 8.000 los puestos de trabajo en peligro, son 30.000 las familias que verían sufrir el problema de una gripe en Opel PSA Zaragoza. Hay que añadir siempre todas las empresas auxiliares que viven indirectamente de Opel PSA. Con mucha menos voz para quejarse, con mucha más importancia para hacer sufrir a Aragón.
Diversificar los riesgos parece un consejo para niños. Pero en Aragón no hemos sabido o no nos han dejado realizar lo básico, asentar un tipo de industria y economía industrial y laboral diferente a la del automóvil. Desde 1982 se advirtió que junto a la buena noticia había que empezar a trabajar en la dirección de la defensa, pues todo lo que nace muere. No era (es) ser agoreros, es simplemente trabajar para el futuro.
No son 8.000 los puestos de trabajo en peligro, son 30.000 las familias que verían sufrir el problema de una gripe en Opel PSA Zaragoza. Hay que añadir siempre todas las empresas auxiliares que viven indirectamente de Opel PSA. Con mucha menos voz para quejarse, con mucha más importancia para hacer sufrir a Aragón.
En las alcantarillas tampoco está el premio
Yo no sé a vosotros, pero a mi me da la impresión que con el tema de Puigdemont estamos haciendo el ridículo. Lo buscamos por las alcantarillas como si fuera un topo, nos ufanamos en evitar que entre en paracaídas o en el maletero de un coche al Parlament, mientras él desde la inutilidad patente, se ríe de nuestras incapacidades.
Cualquier que sabe jugar al ajedrez intuye que en estas situaciones, tener en la calle al alfil de Junqueras hubiera sido un buen dato para restar valor a la torre de Puigdemont. Pero no queremos aprender.
Vamos abocados a otras elecciones donde los catalanes volverán a demostrar que están hasta los bebos, que es un lugar extraño en el corazón de los sentimientos. Y saldrán reafirmados los que saben guardar silencios tácticos, y no tienen las manos manchadas de dinero sucio.
Cualquier que sabe jugar al ajedrez intuye que en estas situaciones, tener en la calle al alfil de Junqueras hubiera sido un buen dato para restar valor a la torre de Puigdemont. Pero no queremos aprender.
Vamos abocados a otras elecciones donde los catalanes volverán a demostrar que están hasta los bebos, que es un lugar extraño en el corazón de los sentimientos. Y saldrán reafirmados los que saben guardar silencios tácticos, y no tienen las manos manchadas de dinero sucio.
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