30.1.18

Todo es relativo. Incluso lo relativo es relativo

Todo es relativo. Incluso lo relativo es relativo.

No somos elefantes porque no han querido los humanos que fuéramos elefantes. ¿O en realidad somos elefantes disfrazados de humanos?

Nota.: La viñeta es del genial Quino

Folletos para defenderse ante una guerra nuclear

Suecia como antes Alemania está repartiendo unos folletos a los hogares de su país sobre lo que hay que hacer en caso de guerra dura y moderna. Lo que se puede hacer además de rezar, claro. Así que estas noticias tan positivas nos ayudan a entender donde estamos y a qué nos tenemos que ir preparando. Con perdón.

Es verdad que llevamos casi 80 años sin guerras mundiales y eso es un periodo tremendo en la historia humana. Sin guerras de tanques en occidente, claro, de las económicas hemos tenido varias. Y de las de tanques en países que no son como el nuestro, muchas más. Hemos logrado aprender a que se maten otros civiles, en vez de hacerlo nosotros en nuestras propias ciudades.

Lo principal de estos folletos se resumen en pocas líneas. 

Mantén la calma. 
Prepárate antes y no en el momento. 
Ten un almacén con agua y alimentos, más un kit de “cosas” de todo tipo. 
Aprende a diferenciar los distintos grados de peligrosidad.
Ayuda a los demás pero con precaución. 
Estáte informado. 
No salgas de casa durante como poco una semana. 
Monta un sistema de autodefensa. 
Nunca te pongas nervioso. 
Organiza un encargado de grupo que sepa racionar consumibles y alimentos, y ser obedecido.

Lo curioso de estos folletos es que explican en qué punto la contaminación nuclear es importante y escondida en los síntomas enfermos, como para que sea imposible sobrevivir a una semana vista. Pero sobre todo para que no desperdiciemos alimentos y agua con estos muertos en suspenso, para que nos dure más a nosotros. Egoísmo de supervivencia. De tener música a mano no dicen nada.

¿Cuánto tardan en morirse 40 niños?

Dicen que cada día, hoy por ejemplo, se mueren en el mundo unos 8.000 niños de hambre y otros 10.000 niños por causas que se podrían evitar si se aplicaran los elementales sistemas occidentales de salud y prevención. 

Mientras escribo estas letras se nos morirán unos 200 niños. Mientras tú lees esto…, se morirán entre 40 y 70 niños según tu rapidez. La de ellos ya no nos importa.

Tranquilos, no pasa nada. No los conocemos de nada. Son niños anónimos. Nunca los conoceremos. Nuestros problemas son otros. El Real Zaragoza sigue en Segunda.

Así que si sus padres —pues por cada niño que muere hay dos padres— ven una luz de salida, la toman y se vienen a este mundo. Y nosotros, que seguimos siendo idiotas y no queremos ver nada, decimos mientras nos tomamos el café, que no entendemos cómo se vienen a nuestro país a vivir de las limosnas en jergones de pisos patera.

Aquí tienen basuras para rebuscar y una sanidad que no los dejará morir en la calle. Incluso sus niños tendrán que ir a la escuela por obligación. Es decir, aquí serán tratados un poco más parecido a como se debe tratar a las personas aunque sea sin derechos humanos de calidad.

Jesucristo, al que adoramos pero no hacemos caso, nos advirtió que hay que tratar a las personas como a hermanos. Aunque sea como los peores hermanos posibles. Casi como cuñados. Con eso ya, se salvarían casi todos los 200 niños que se me han muerto mientras escribía esto.

Cuanto tardan en morirse 40 niños?

Dicen que cada día, hoy por ejemplo, se mueren en el mundo unos 8.000 niños de hambre y otros 10.000 niños por causas que se podrían evitar si se aplicaran los elementales sistemas occidentales de salud y prevención. 

Mientras escribo estas letras se nos morirán unos 200 niños. Mientras tú lees esto…, se morirán entre 40 y 70 niños según tu rapidez. La de ellos ya no nos importa.

Tranquilos, no pasa nada. No los conocemos de nada. Son niños anónimos. Nunca los conoceremos. Nuestros problemas son otros. El Real Zaragoza sigue en Segunda.

Así que si sus padres —pues por cada niño que muere hay dos padres— ven una luz de salida, la toman y se vienen a este mundo. Y nosotros, que seguimos siendo idiotas y no queremos ver nada, decimos mientras nos tomamos el café, que no entendemos cómo se vienen a nuestro país a vivir de las limosnas en jergones de pisos patera.

Aquí tienen basuras para rebuscar y una sanidad que no los dejará morir en la calle. Incluso sus niños tendrán que ir a la escuela por obligación. Es decir, aquí serán tratados un poco más parecido a como se debe tratar a las personas aunque sea sin derechos humanos de calidad.

Jesucristo, al que adoramos pero no hacemos caso, nos advirtió que hay que tratar a las personas como a hermanos. Aunque sea como los peores hermanos posibles. Casi como cuñados. Con eso ya, se salvarían casi todos los 200 niños que se me han muerto mientras escribía esto.