30.1.20

No sé que es mas infantil, si mi reloj o yo. Cuestión de sueños

Yo ya sabía que existe el sueño profundo y el sueño ligero, que cada uno dormimos como podemos e incluso algunas pocas veces como queremos. Las menos. 

Pero estas navidades me han regalado un reloj listo que me mide las horas de sueño en sus dos versiones y observo que duermo más horas de sueño ligero que de sueño profundo, incluso hay días que mucho más. 

Es decir, duermo sin soñar, duermo de mala calidad, y yo no lo notaba. Igual llevo toda la vida durmiendo mal y no me he enterado, así que he llegado a la conclusión que no debo mirar más las horas de sueño. 

Por si acaso. 

¿Qué es dormir con sueño ligero? ¿Depende mi carácter de esas horas que me las marca en azul claro? ¿Qué me obliga a perder el sueño profundo para entrar en el ligero, si nadie me llama por teléfono a las 3 de la mañana? 

¿Y si logran entrar los "malos" en mi mierda de la muñeca y logran saber que todas las noches entre las 4.20 y las 4.50 tengo sueño profundo? Podrían venir a meterme miedos.

No duermo por estos miedos, seguro.

Nota.: He cambiado la hora de mi sueño profundo, ji ji ji, pues así dormiré está noche, pues si pongo la auténtica hora soñaré con los malos y con que se llevan mi reloj de mierda.

LAT. Vivir en pareja, juntos pero separados. LAT para personas mayores

Cada vez más parejas nuevas pero de personas de edad adulta deciden vivir juntos pero separados (LAT - living apart together), en pareja pero cada uno en su propia casa. 

De esa manera lo duro de la convivencia no se comparte. No hay que limpiar a medias, cada uno tiene su propio wc, su propio orden personal, sus espacios sin que nadie los mueva, su frigorífico y sus olores.

Están el uno para el otro, se hablan, se tocan, se sienten o se duelen, pero por tiempo determinado excepto que se necesiten más por muy diversos motivos. Se cuidan por dentro y por fuera, pero luego cada uno se duerme con su almohada.

Vivir separados pero juntos es elegir lo mejor de tener pareja sin que lo peor venga a su vez. Hay espacios propios, ideas comunes, proyectos compartidos, pero espacios diferentes.

Esta decisión se da más en personas mayores de 60 años, en los que ya han tenido una mochila de vida en convivencia, y lo que desean es compartir vida, seguridad entre ambos, entretenimiento vital y sobre todo compartir el día a día, pero sin tener la parte más negativa de ese vivir juntos, logrando que además se vida separado.

Hoy con teléfono, redes o similares, el contacto puede ser constante. Y además debe estar programado el contacto físico para que todos los días sean una parte de la vida que se comparte sin que afecte al resto de la vida, del día a día. Hay amor, hay sexo, hay ternura, pero no hay wc ni lavadora, no hay tiempo de relajación diaria recordando la vida anterior.

Hay que verse mucho, tocarse mucho, hablarse mucho… pero no demasiado. No siempre, no en y para todo. Convivir no es imprescindible para amarte o para tener necesidad de otra persona en tu vida. Y si tuviera que volver la ruptura, así es mucho más sencillo, más barato, menos doloroso.

Estoy tocando mi propio cadáver convertido en pelusas

Para Navidad compramos una Rumba que es un robot que se arrastra por el suelo y nos quita las pelusas y el polvo. Está bien, parece un gato con ruido. 

Ayer me enteré que las pelusas del suelo son casi en su totalidad células muertas de todos nosotros. E incluso de otras personas que las trae el viento. Joder. 

Cuando limpias el Rumba de esas pelusas, cuando meto la mano para dejarlo como nuevo, estoy retirando trozos de cadáveres de personas, incluida la mía. Todos los días nos morimos un poco en forma de células que se nos caen al suelo. 

Cuando nos duchamos debe ser la hostia, un entierro con todas las de la ley. La próxima vez que limpie el Rumba me pondré guantes y me vestiré de luto. Para acompañar el momento.

29.1.20

El coronavirus chino entra en la fase crucial de diagnóstico

Se van cumpliendo fases del coronavirus de China, como debe ser para conocer definitivamente si es una epidemia brutal o simplemente una epidemia sobre la que hay que trabajar duramente. De momento ya hay 132 personas fallecidas y unas 6.000 afectadas en China lo que ha llevado hoy mismo a una reunión de expertos de la OMS para analizar si hay que subir la calificación del riesgo de la epidemia.

Se harán tres preguntas y según las respuestas se actuará a partir de hoy mismo con nuevas recomendaciones modificando el grado de riesgo. 
El director general de la OMS, Tedros Adhanom Ghebreyesus, viajara a Pekín para analizar con las máximas autoridades del país la situación de la epidemia, antes de cambiar la calificación actual del problema ya globalizado.

¿Se trate de un hecho extraordinario?

¿Es un riesgo de rápida expansión hacia otros países?

¿Requiera una respuesta internacional coordinada?


De momento ya hay tres personas contagiadas que nunca han estado en China, y que se han contagiado en sus países desde personas que ya se encontraban en Alemania, Vietnam y Japón


Más de 2.000 personas de diversos países de todo el mundo y que están encerrados en la ciudad de Wuhan ya se han empezado a repatriar hacia sus países de origen, para entrar en cuarentena en estas zonas ajenas a China. Solo en esta ciudad hay ya contabilizados 125 fallecidos y 3.554 casos de contagio.

De momento hay personas ya diagnosticas en 16 países y se están cerrando vuelos comerciales entre diversos países y distintas ciudades de China, ajenas ya a la del inicio de la epidemia, Wuhan

Los pronósticos hablan ya de la suposición que el brote alcanzará en China su punto máximo a principios o mediados de febrero, y terminará a finales de marzo.