15.2.24

Contra el narcotráfico, empecemos por decir la verdad


Casi nadie duda de que al ministro Grande Marlaska le han ido creciendo los problemas en su ya largo mandato, y que se ha tenido que ir comiendo muchos sapos, no siempre por una mala gestión. 

A veces los gestores políticos tienen que tragar piedras en silencio, y admitir que los errores aunque vienen impuestos o desde otros espacios, tienen la obligación de lidiarlos como pueden.

En el último caso, la incapacidad manifiesta de controlar el narcotráfico en el sur de Andalucía, hay tanto escondido como lo que se nos cuenta. 

Y admitiendo que esto no sirve para las familias de los fallecidos en Barbate, profesionales que estaban defendiendo el orden de todos, cumpliendo órdenes superiores cercanas mal exigidas; el problema es mucho más complejo… que entender o explicar la simple retirada de efectivos, por motivos no informados como se debe, posiblemente por imposibilidad de hacerlo sin levantar otras ampollas internas y externas.

Posiblemente el desmantelamiento de la unidad antidroga de esa zona sea uno de esos posibles secretos que nunca podremos aclarar, aunque a veces se vayan dejando piedras con detalles. Sabemos de su precariedad y su insuficiente presupuesto, sabemos de que los narcos tenían amenazadas a varias personas y su entorno, pero poco más.

Nadie dijo nunca que sea posible arreglar lo fácil, pues dentro de lo sencillo habitan vecinos complicados. Incluso países cercanos con intereses económicos que no encajan en las soluciones.

Cuando un problema se deja enquistar por presiones exteriores, se convierte en un "problemón", y si los diversos intereses se mezclan entre ellos y hay constancia de que a veces resolverlos en una zona es simplemente trasladarlos a otra, el tema se complica mucho. 

He escuchado estos días decir incluso que la solución pasa por legalizar la "maría" sin darse cuenta de que tras ella está la cocaína y tremendas mafias europeas que son en realidad las que pagan a los andaluces. Las piscinas y chalet de los narcotraficantes andaluces son tonterías que dan asco, comparadas con las ganancias de traficantes de vidas que no sabemos quien son ni donde viven, que se mueven en espacios mucho má amplios que el Sur de España.

Pero mucho peor que la actual situación con los narcotraficantes, es la que va teniendo la sociedad de que no somos capaces de resolver los problemas en España y que se nos van acumulando uno encima del otro. 

Eso sí es muy grave, pues afecta a la confianza en lo público. 

Tratar a los ciudadanos como adultos es un buen camino que siempre da mucho miedo, pero a veces hay que comunicar mucho mejor y no tener reparo en decir verdades como puños. 

También para eso están los medios de comunicación, a veces con miedo o con intereses curiosos, más en estas épocas de seria dificultad económica en los medios. Saben mucho más de lo que dicen, y sobre todo, dicen lo que quieren decir y se callan lo que se quieren callar.

Ajovín

14.2.24

Alberto Garzón y la izquierda española imbécil


Es muy complicado ser más imbécil que la izquierda española, incluso ni entrenando. A veces ser de izquierdas en España es como ser (por poner un ejemplo sencillo) Testigo de Jehová, que lo tienes que ser para siempre y en la misma medida toda tu vida, no hay matices ni alternativas.

Sucede constantemente en la izquierda, pero ahora con Alberto Garzón hemos insistido hasta la imbecilidad. A la izquierda tonta la parece mal que el exministro se ponga a trabajar en una Consultora de Izquierdas, pues la empresa no es MUY de izquierdas. Insisto, somos lelos.

Y Alberto Garzón ha renunciado irse a trabajar a la empresa Acento, que es un lugar lleno de socialistas viejos, pero esa empresa no les parece suficiente a las gentes de IU y se han liado a criticar al exministro para que no se ponga a trabajar. 

Podría poner otros ejemplos de partidos de izquierda que piensan lo mismo, pero me callo. 

Por si hubiera jóvenes que desearan ser de izquierdas, que lo sepan y tomen nota. Cuando dejen de militar en un partido de izquierdas no podrán ser más que si acaso funcionarios. El resto de trabajos estará mal visto.

Así que efectivamente, cada vez hay menos personas VÁLIDAS que quieren militar en partidos de izquierdas. Seremos puros, muy puros. Pero a la vez seremos imbéciles, pues jugamos con una reglas distintas al resto, y así siempre perdemos las partidas.

Grandes momentos de la Humanidad. Stefan Zweig


Excelente anecdotario de situaciones descritas por Stefan Zweig que ha influido tanto en quienes han seguido su estela, la de novelar la historia. Escritores de los que disfruto como Del Molino, Vuillard, Echenoz y tantos otros surcan las rutas de los mares cartografiados por los episodios de Galdós y las novelas anti colonialismo de Conrad.

Sobre qué o quiénes escribirían hoy los maestros en las relaciones entre literatura e historia. Quiénes son los perdedores y los miembros a capolar, las muertes que valen para Occidente pero tienen otra contabilidad si son terceros, de las actuales guerras paridas por los financieros de Putin, entonces los JP Morgan que al menos vivían en el temor de dios de que algún anarquista se los llevara por delante. Como sucedió.

No sé si en los romances paridos hoy por los maestros podría aparecer como personaje central un agricultor o ganadero rellenando la quinta hoja de la PAC o renovando su firma electrónica en su gestoría de Boltaña, quizá no.

Ese mismo manifestante que recibe cada tarde, como únicas llamadas de voz, cinco para cambiar de compañía eléctrica. Y al que ya no le escribe el tío abuelo de San Francisco sino, como a los urbanitas que detesta y ve cada verano en la piscina de Tierrantona, solo las de la Caja Rural.

Este agricultor full time, el último eslabón de la cadena, a caballo en su pick-up y con su fiscalidad especial, es una víctima de las importaciones. Debe trabajar todas las horas del reloj para intentar amortizar su maquinaria, cosecha en tierra plana, pisa nieve en Piau tres meses, el resto del tiempo da de comer a un celemín de perros con el busca de los buitres y mira trufas… Y habla en fracciones de millares de euros como otras personas eligen comprar solo marcas blancas, esas que les echan de los mercados.

A sus padres los tiene en la residencia de la cabecera comarcal. Cuando va a visitarlos no llevan sus ropas sino las de otros, siendo como son de levantarse tarde, los duchan a cronómetro y los dejan en butacas viendo, eso sí, la Peña Montañesa. El poco personal tiene que doblar como ayudante de cocina. Eso que están en una residencia concertada pública y, por lo menos, el derecho al rebote lo pueden derivar a concejales o alcaldes que sienten la presión de que están puestos por él.

Conoce casos de compañeros labradores de otros pueblos a los que el sedentarismo con almuerzos de tantas horas de maquinaria y el estrés de haber sembrado a destiempo les ha hecho víctimas de un subidón de tensión, de un ictus. Pusieron los huevos en la misma cesta, ¿o eso se dice de otra forma? Ya no se sabe.

Trasladado a la medicina privada de Pamplona, a su conocido de sindicato y del valle de al lado le trataron de usted y de maravilla. Los mismos cabrones que en la pública, si vas a San Jorge o a Barbastro, no te dicen ni hola al pasar por las habitaciones. Como el tratamiento era tan caro, y tenía un cáncer sin diagnosticar, para eso no había tratamiento y al final le derivaron porque lo que suba de los 200.000 euros que te lo trate el seguro en Huesca. Ya no nos interesa porque no damos beneficios.

No se dice así, que son bien amables. La familia oye que nosotros no podemos hacer nada más, eso sí, te vas con tus diez revisiones a tanto el escáner. Ni para tu parto si viene cruzada no tenemos fórceps.

Es posible, como en el resto de sectores, que el honrado y abnegado agricultor sea alcohólico, ludópata de la caza, un déspota heredero universal o esté más calentado que un Panda de primera generación subiendo Monrepós por su ídolo mediático de Orihuela del Tremedal.

Pero al final es un habitante de su tiempo, el que le toca a su pesar, a los mandos de una nave espacial y que si hace trashumancia es para pasear a forasteros entre sus ovejas, que parará su piquete para ir a la Fima y dejarse en Zaragoza 400 euros cuando hace diez años eran 80. Que también hay que vivir…

Zweig no intuyó y se suicidó por ello el arraigo nazi por cobardía que anidó en las clases medias austríacas, en los que eran sus vecinos de rellano.

Un agricultor como el funcionario de Huesca que les revisa la PAC o el de la funeraria de Jaca por la que todos pasaremos, es mucho más que un outsider. Es un personaje de Sergio del Molino, sin él saberlo. Como se le pare el tractor en la protesta, veremos al mecánico informático del concesionario de Huesca en su furgoneta metiendo el programa y a ver si no le engaña el sistema del tractor con la avería. Pase lo que pase, no bajará de 800 la reparación ni la rueda trasera de 2000 ni la residencia, los duchen cuando los duchen de lo mismo.

El que mejore el protocolo por humanidad es porque de serie viene así de casa.

Trata de arrancarlo, Stefan…

13.02 Luis Iribarren

12.2.24

El silencio es muchas veces la mejor manera de hablar


Llevamos unas semanas a nivel España, Europa o Internacional, que existen tantas noticias y casi todas ellas malas, que uno ya no sabe si dejar de escribir definitivamente, o ir seleccionando algunos temas para plasmar mi opinión. ¿Sirve de algo opinar, cuanto opinan cientos de personas, la inmensa mayoría de ellas con los conceptos muy claros y fijos?

La sociedad en su conjunto, ante la saturación, va poco a poco desenganchándose de casi todo. No sirve de nada seguir opinando, pues nadie quiere leer, y tal vez tengan razón. No opinamos, sino vendemos nuestras "motos" para ver si somos capaces de convencer mientras hacemos ruido.

No existe el suficiente humanismo, tampoco calma y reflexión, poco positivismo, y las ideas es jugar a joder. Y sin sexo.

Así que sí, el silencio es muchas veces la mejor manera de hablar. Creo que algo parecido decía el aragonés Baltasar Gracián.