12.6.24

La Dimisión "no" Dimisión de Yolanda Díaz al frente de Sumar


La Dimisión "no" Dimisión de Yolanda Díaz al frente de Sumar abren muy diversas interpretaciones, lógicas por otra parte. Perder siempre es muy duro y se pueden cometer errores en su gestión pues no es sencillo asumir las derrotas. Pero dicho este punto de derrota en lo personal, toca seguir trabajando.

La izquierda a la izquierda se lo tiene (nos lo tenemos) que hacer mirar. Con calma, con seriedad, con incluso menos reflexión pero más actuación. Tendríamos que venir ya reflexionados de casa.

No es posible a estas alturas del conocimiento humanos crear Plataformas como algo que pensamos que es mejor que los propios Partidos Políticos. 

Queda muy bonito en algunos discursos hablar de "No somos un partido político" pero eso lleva dentro una debilidad tremenda que explota a poco que haga aire en contra.

Sin organización, sin organigrama, sin mecanismos válidos de cambio y renovación, pero a su vez de aceptación de esa pirámide, por muy horizontal que esta sea, no es posible acceder a la gobernanza válida de casi nada.

Dentro de Sumar hay muchos partidos diferentes, muchas sensibilidades, pero a su vez, un solo objetivo ideológico común. Y ese aglutinante es el que hay que cuidar y poner en valor.

A partir de poneros a trabajar cada uno de su espacio hay que SUMAR simplemente porque PODEMOS. Pensemos por un momento qué pensarían de la actual situación algunos de los más grandes pensadores progresistas que hemos tenido en España desde 1980 a 2020. No es complicado pues todos ellos han dejado libros, discursos, intervenciones.

SUMEMOS todo lo que han dicho los que ya no están, admitamos que PODEMOS mejorar lo que hacemos, seamos generosos con todos y entre todos, y empecemos a pensar en la sociedad y en el futuro.

Efectivamente, hay una gran parte de la sociedad que habla desde la extrema derecha y opina con su voto, posiblemente porque no encuentra otra manera de entender lo que sucede, que ya es admitir una comunicación tan idiota por parte de todos. Pero es lo cierto, o así lo veo yo.

Y sobre todo pensemos que si la participación ha sido del 49%, tenemos a un 51% que no ha opinado y por algún motivo sería perder como poco entre un 20% ó 25% del votante total, que prefiere quedarse en casa.


Esquejes. Una clase de personas casi tóxica


Yo siempre había pensado que los esquejes eran trozos de plantas preferentemente lozanas y jóvenes, que se cortaban casi siempre para intentar su reproducción.

Pues no. O al menos no siempre. Yo soy un esqueje o eso me han dicho.

Los esquejes somos personas que siempre tenemos (según los médicos) la respuesta mental fácil de "es que…", y ponemos una excusa que nosotros mismos nos creemos para muchas veces frenarnos en nuestras posibilidades. 

Somos los de la excusa fácil, los que parece que nos comemos el mundo, pero muchas veces el mundo nos deja heridas que luego hay que curar con pastillas y amor.

Estamos mal porque…: “es que…”

No llegamos ha realizar las mil cosas que empezamos por que…: “es que…”

No tenemos suerte por que…: "es que…"


Admitamos que somos tan culpables como los demás de no llegar a todo lo que nos prometemos, de equivocarnos y de que es bueno no tener que darnos explicaciones a nosotros mismos, porque la mayoría de las veces esos “es que…” sólo los escuchamos nosotros. 

Los demás ya nos conocen y no nos hacen caso. 

Seamos más felices sabiendo que las excusas ya no sirven, y que si no podemos con algo, debemos asumirlo y si es necesario pedir ayuda.

11.6.24

¿Es posible y deseable en España un nuevo Frente Popular?


En Francia ya se habla de crear un nuevo Frente Popular para enfrentarse a las próximas legislativas de junio 2024. Esto en España es imposible mientras el PSOE está muy entero. Y a su vez, mientras algunos pequeños partidos de izquierda piensen más en sus puestos de trabajo personal que en la utilidad social de gobernar.

No siempre acudir a las urnas unidos funciona bien. Depende de varios factores, incluso matemáticos en el reparto. Pero es verdad que nuestra excesiva división provincial con circunscripciones en donde se reparten pocos Diputados, ayuda a repensar todo.

Es de torpes que por ejemplo en el Senado no se haya planteado nunca hacer un Frente Popular de izquierdas en España. Al menos como experimento de trabajo.

Tampoco podemos olvidar que un Frente Popular de izquierdas alienta a que se forme un Frente Popular de derechas. Es decir, es un asunto complejo que debería analizarse con generosidad por parte de muchos, pero a su vez un estudio sociológico amplio y profundo.

¿A quien beneficiaría más? Pues eso depende de las negociaciones.

¿Lo entenderían bien, los posibles votantes de izquierdas? Ese es el gran dato que se debe analizar con calma, y sobre el que debe pilotar todo, sobre todo la comunicación posterior de los objetivos. De entrada ya sabemos que sumar candidaturas no siempre es sumar votos. 

Por eso y sabiendo esto, hay que plantearlo como un objetivo, con generosidad global, con el análisis claro de la explicación que motiva esta decisión que debe ser coyuntural y muy temporal.

¿Para qué serviria? Este punto es también esencial. Si su único objetivo es sumar puestos, sillones, poder… pues no tiene sentido. 

Si es para evitar que vengan políticas claramente retrógradas… hay que explicarlo muy bien y ejemplos tenemos ya en Europa (por ejemplo en Polonia) o en América (por ejemplo Argentina) en donde las primeras decisiones tomadas a conciencia desde partidos de extrema derecha, es anular derechos logrados desde posiciones de izquierda.

10.6.24

¿Qué es dimitir sin dimitir de/del todo?


Honra la decisión de quien al final entiende que debe dimitir, pues siempre es un verbo complicado de tomar. Y lo digo sabiendo lo que digo. Dimitir nunca es sencillo por varios motivos, aunque el cuerpo te lo pida casi como única salida.

Pero dimitir además de no ser sencillo como decisión es un acto complejo como estrategia, pues los vacíos son algo más que un hueco. No es tan solo la opción de buscar nuevos recambios y sustitutos en varios niveles, sino también la de respetar a quien llega.

Y en ese respeto entra sobre todo el de dar la opción lógica de entregarle todo abierto y vacío, para que tome las decisiones que correspondan a todos los niveles. 

Por eso dimitir tiene que suponer dejar todos los espacios, y si no se dimite del todo, simplemente no es una dimisión, sino un cabreo.

En la política española, que por cierto no está sobrada de buenas mentes lúcidas, dimitir es un acto que poco a poco se va produciendo con más asiduidad, y no siempre es positivo. 

Los huecos no siempre son fáciles de cubrir, y no siempre lo que llega es mejor que lo que se va, lo que debilita la organización. Pero muchas veces no hay otra solución mejor. 

SUMAR se enfrenta a nuevos tiempos que la pueden llevar al cementerio, pues no será sencillo encontrar recambios capaces de insuflar nuevas energías a un proyecto que tiene poco tiempo de vida y ya está quemada ante la sociedad. 

Desde la izquierda, en la izquierda, somos unos incapaces de entender qué es lo magro y qué las espinas y los dolores.