9.8.24

Volvió a equivocarse Puigdemont. Cataluña no se merece este Circo


Ayer Carles Puigdemont demostró que nunca mereció ser un personaje histórico en Cataluña. Una persona que aspira a pasar a la historia incluso tras sus errores, lo puede intentar de variados modos, pero nunca desde la torpeza.

Tenía ayer Puigdemont varias opciones, variadas y con finales abiertos, y optó por la más torpe. Una persona que fue Presidente de la Generalitat nunca puede hacer lo que hizo, amagar y escapar otra vez.

Cuando alguien proclama una Independencia, una República dentro de una Monarquía, sabe perfectamente que está dando un Golpe de Estado en alguna medida. Y no lo hace para él, sino para su pueblo, sus gentes. 

Y lo que menos se espera es que escape y deje que se detengan a todos sus subordinados, incluido su Vicepresidente. Y que sean juzgados y metidos en la cárcel. Y mientras él, cabalga sin rumbo fijo excepto para no se entregado a la policía española.

Pero podemos aceptar que sea positivo mantener un tiempo una Presidencia doble de la Generalitat al tenerse que escapar. 

No es muy ético habiendo dejado a todos los demás en el trullo, pero puede ser una herramienta de presión. Temporal, eso sí, con alguna estrategia válida.

Pero volver 6 minutos anunciados, para en el Día de nueva elección de otro Presidente presionar simplemente a la policía, y escapar como un mago de cartas marcadas, a los ojos de todos, incluidos sus 3.000 seguidores, es cuando menos enfermizo.

Un dirigente de Estado, alguien que de verdad se cree Presidente de Cataluña al que le han robado su importantísimo cargo, debe dar la cara. Más en este caso y siete años después de su primer huída. 

¿Qué queda ahora de JUNT, de Carles Puigdemont huyendo otra vez en el Día Importante? La Independencia de Cataluña la han quemado los propios independentistas.


8.8.24

La función de Teatro en el Arco del Triunfo no ha salido gratis


No es fácil asistir a los teatrillos de hoy en Barcelona sin que salten las alarmas mentales de cualquier demócrata. Los errores han sido tantos, de tantos, de tan variado tipo y color, que uno se asombra para preocuparse o asustarse. 

No. Así no se juega al ajedrez.

La política es ajedrez, es incluso un juego de poderes y de tácticas con técnicas, pero siempre sin hacer el ridículo nadie. O los menos ridículos posibles. Y hoy excesivos bloques han hecho el ridículo. Incluso los que han estado callados.

La democracia no ha salido ganando.

Es verdad que todavía podía haber sido peor, y que la presencia excesiva de la policía catalana ha servido para jugar con ellos en vez de para demostrar que son unos profesionales. 

Pero sí, al menos no ha existido violencia física por parte de nadie, y eso es muy positivo.

Todo se hubiera solventado si no se hubiera puesto el punto… en la obligada detención de Carles Puigdemont. Es un error de libro. 

Una vez en España, no es necesario dar la orden de detención al minuto de pisar territorio. Se puede dejar y jugar con los tiempos sin tener que mirar a otro lado, pues no es una persona peligrosa que vaya a repetir delitos en 48 horas. Y solicitarle que acuda al Juzgado. Se le entrega una citación y punto pelota. No irá, lo sabemos, pero no se hace el ridículo.

Había que hacer Circo y lo tenían que hacer todas las partes para ver quien la tiene más corta. 

Lo cierto es que Cataluña abre un nuevo periodo, esperemos que entre todos les dejen recorrerlo con calma, pues si es así, es bueno para todos.

Y efectivamente, todos los demás, los que no somos catalanes, tenemos que aprender a defendernos de las ventajas de unos contra los otros. Ellos tienen derecho a intentarlo, y nosotros también y a defendernos.

2.8.24

ERC decide hoy el futuro del PSOE y de España


Es posible que el destino de abrir o no abrir la federalización en España esté hoy en manos de 8.500 catalanes. Solo en ese número de españoles. Pero es la democracia, y no hay nada mejor aunque a veces tenga sus fallos.

Con 427.000 votos en las últimas elecciones a Cataluña, ERC se mantiene en funcionamiento con 8.500 militantes que no son pocos, y con unos 100 dirigentes a lo sumo, que forman la base de los seis a diez líderes, más o menos. 

Son peldaños de una escalera mucho más lógica que cualquier otra, a la que llamamos democracia. Llevamos miles de años sin haber encontrado nada mejor que este sistema llamado democracia.

Hoy votan esos 8.500 españoles sabiendo que no se logrará cumplir el acuerdo, o que esto será tremendamente complejo de lograr y mucho más lento de lo que se imaginan. 

Les apellido españoles pues votan en clave española aunque ellos no se quieran dar cuenta. Votan cambiar o no cambiar la forma en que España funcionará en los próximos años o décadas.

Por eso es fácil entender que el resultado final será entre ajustado y favorable al NO.

ERC tiene un momento duro, complejo y ellos lo saben bien. No es la primera vez en su historia. Es un partido de grandes subidas y tremendas bajadas. Pero son políticamente muy inteligentes admitiendo que es complicado ser de ERC o votar a ERC sin admitir sus debilidades.

Su debilidad actual se asiente como siempre sucede en los partidos políticos, por la falta de un líder claro y respetado, y que sepa aunar las diferentes sensibilidades en su justa medida de poder. Algo tremendamente complejo. 

No es posible ser creíble ante/entre tus propios votantes, si dentro de la organización no lo eres.

Una ERC capaz de sumar 930.000 votos en 2017, que venía en 2010 de tener 220.000 votos, para tener 427.000 en 2024, es el mejor ejemplo de movimiento electoral complejo de entender, pero maravilloso de analizar. 

Tantos cambios en 14 años dan para una buena tesis.

Por eso todos ellos, los 8.500 militantes catalanes de ERC, saben hoy que se juegan SU futuro, no el de España o el de Cataluña, sino el suyo propio como organización muy necesaria para que Cataluña funcione aceptablemente. 

No hay que olvidar que sin ERC, Cataluña sería diferente. 

Ajovín


1.8.24

Los calores, Trump e Irán. Muy entretenido todo


El problema al que se enfrenta el mundo (otro más, je je je) es que Donald Trump (como muchos otros de los que creen mandar en el mundo) es un auténtico presentador de un "Night time show" de máxima audiencia, y lo jodido es que lo sabe bien. Ahora se sale en máxima audiencia con que Kamala Harris, "se volvió negra de repente" para ganar votos. Ni Broncano o Buenafuente lo haría mejor.

Aunque lo grave no es eso, sino saber qué hará Irán con el ataque sufrido en su capital Teherán, realizado por un país secreto para matar a un líder máximo de Hamas. Ni ellos son ya nada de nada en el paisaje global.

No hay que ser agorero o agonías —como nos llama ahora Pedro Sánchez a los que criticamos lo que él pretende hacer—, para saber que algo tendrá que hacer el máximo dirigente de Irán, sobre todo para no ver su cabeza rodar empujada por sus propias gentes que le piden sangre. Y a ser posible esparcida.

¿Y lo de Venezuela, con un sistema de votación electoral casi perfecto, pero que incluso así y todo, se pueden hacer trampas a medida? 

Es casi un sistema como el español pero en moderno, en cuanto a formas de controlar lo que se vota en cada mesa electoral (hasta tres veces de forma aleatoria la última), pero mira tú, si es tan perfecto… ¿por qué no se publican las actas de cada colegio, como se hace en España en esa misma noche electoral, clavando en las puertas de los colegios una copia de lo votado y recontado? La Oposición dice que tiene copia del 80% de las actas. ¡¡Uff!!

Personalmente esto me entretiene, pues lo contrario sería hacer de agonías, de agorero, de mierda en medio, y no, no estoy por la labor. 

Como no pienso salir en agosto, al menos que me entretengan los telediarios entre deporte y deporte. Claro que… es puto egoísmo, pues los niños y adultos muertos, heridos o con hambre, existen y cerca. Cada vez más cerca.

Me pongo música, fuerte para que me entre, fuerte y carca de las orejas pues ya están un poco duras, me jodo aguantando los anuncios pues no quiero pagar, y disimulo los calores. Cada día me intentan vender una mierda diferente, tantas y tan distintas que ya digo NO a todos y sin escucharlas por costumbre, para no perder el tiempo.

Ajovín