30.1.11

No juegues a ser empresario si no estás seguro

Hay estudios para demostrar casi todo, es decir, bastaría conencargar el estudio y tener razón en lo que te propones. No es que no valgan los estudios para nada, que tampoco es eso, sino que debemos tomarlos con pinzas críticas y saber elegir, sobre todo a los autores. 

Muchos asesores no se prestan a las trampas y conocerlos es fundamental a la hora de creerles para recibir sus consejos. 

Uno puede estar de acuerdo o no con la opinión de alguien, pero si sabe que al menos es honrado, su opinión nos sirve para tenerla en cuenta aunque no la compartamos. La última decisión siempre es nuestra.

Si es un tipo que se presta al mejor postor hay que huir del apestado, pues todo sirve para él. Si vas a montar una empresa elige bien al asesor que te ayude a detectar si algo es negocio o un desastre, por eso casi es mejor que te equivoques tú mismo, al menos no te sentirás engañado.

En el mundo de la empresa hay muchas trampas, entenderlas es fundamental para saber defenderse en la competencia. 

No es que diga que todo es trampa, que no es eso; es peor, se mezclan las trampas con las verdades lo que hace que salga una mezcla imposible de digerir pues en medio de la mezcla hay verdades como puños que nos engañan y logran generar confianza. 

La habilidad está en saber separar el polvo de la paja, o casi mejor, lo legal de lo ilegal o alegal. De esto saben, intentar saber mucho los inspectores de Trabajo y de Hacienda, pues cada día los asesores son más listos y sabes escaparse de la línea recta del pago.

Si a las trampas para pagar menos le sumamos las trampas para tener el estudio que demuestra que lo que haces lo haces bien y por algo maravilloso aunque sea mentira de las gordas, ya has logrado creer que tendrás éxito aun a costa de hacerte trampas. 

Las trampas que más éxito tienen son las mas sencillas y aquellas que parece imposible que sean trampas. 

Os recuerdo el juego de los cubiletes en donde un tonto mueve la bolita de una manera tan burda que todo el mundo lo ve clarísimo. Incluso el pardillo que cae en la trampa. Curiosamente en cuanto pones los dineros encima de la bola, el tonto sin dejar de ser burdo te da el cambiazo y deja la bolita en otro cubilete. 

Acabas sin dinero pero además convencido de que el tonto eres tú. Si no estás seguro de saber dominar a los listos que se disfrazan de tontos, lo mejor es no jugar a ser empresario.

El Norte de África se nos rebela. ¿Queda muy lejos Túnez y Egipto?

El Norte de África se nos rebela, mecachisla, hartos de tener dictaduras de varios tipos. Civiles, militares y religiosas para que luego se quejen, que tienen hasta donde elegir. No les entiendo, si ya se habían acostumbrado a no tener libertad, para qué quieren ahora tener democracia con lo peligrosos
que resulta llevarles la contraria a los integristas del tipo que se quiera. En realidad entre un militar subido a un tanque y con ganas de joder y un cura con la Biblia o el Corán en la mano deseoso de tener razón si o si, no hay tanta diferencia. Incluso diría más, tampoco se diferencian mucho los civiles con escuela de Chicago en sus diplomas y ganas de apoderarse de los beneficios de una zona del mundo muy sensible a joderse. Tan malo son los laboratorios neoliberales como los militares con estudios occidentales de cómo joder matando lo justo.
Hoy han entrado a saco en el Museo de El Cairo, jodiendo vitrinas y piezas que les pertenecen a la humanidad y no a los egipcios por mucho que ellos no piensen lo mismo. Es triste para mi, así que no digo nada para los egipcios de bien que ven destrozarse su pasado a manos de imbéciles que creen defender la libertad de romper. Así da igual qué es lo que al final queda en el Norte de África, pues si se pisotean los derechos más elementales, da igual lo que sucede al final. La sociedad necesita formación, todas las sociedades, y aquí si que tenemos que sentirnos culpables todos, pues entre tanta televisión basura y tanta crítica venosa entre comentaristas que cobran por gritar, hemos conseguido una sociedad vacía y muy cabreada. ¿A que distancia nos queda Túnez y Egipto?, nada, es por preguntar.