12.2.11

Egipto tiene que avanzar con calma y sumo cuidado en la búsqueda de la democracia

Ante la nueva situación de Egipto tras la renuncia de Mubarak a seguir gobernando surgen enseguida dos cuestiones importantes. ¿Y ahora qué y quien? Y la no menos trascendental ¿Y ahora quien sigue cayendo?
En Egipto no hay vacío de poder, lo han ocupado los militares, pero estos tienen ahora varias opciones. Una es asentarse en el poder a través de un Consejo de la Revolución
o similar. Otra es que estos militares tutelen una transición eligiendo a un nuevo líder político y civil que haga funcionar el país a través de las órdenes que emitan los militares. La última sería la más lógica y buena; que los militares cedieran su gobernanza a un líder social para que formara un Gobierno estable al menos hasta las próximas Elecciones Generales.
Pero queda otra triste posibilidad. Que los ciudadanos se sientan traicionados por unos militares que no quieren más que el orden “suyo” e imponer a sus hombres al frente de Egipto para que se haga una transición a su imagen y semejanza. Y todavía hay una posibilidad final; que los integristas musulmanes escalaran posiciones como hicieron en Irán hasta apoderarse de forma legal con los resortes del poder para desde ellos cambiar Egipto hasta unas posiciones radicales y religiosas.
Egipto no ha hecho más que comenzar en su lucha por recobrar la libertad democrática y tiene mucho trabajo por delante. La población es quien ha lidera el proceso, pero la falta de un líder claro es un gran lastre para encontrar soluciones democráticas estables.

11.2.11

Egipto ha ganado. Ahora toca ver qué futuro es el que viene en el Norte de ÁFrica

Un dictador menos, Mubarak, y eso es un triunfo. Un abrazo para todas los egipcios que han conseguido lo que parecía imposible, derrocar a un dictador que además era bendecido por las grandes potencias del mundo.
Pero no seamos leves. Ahora viene lo duro. Hay que delimitar qué poder queda en Egipto, quien manda y hasta cuando. Para qué
y con qué ideas. Hay que seguir vigilando el sistema pues la experiencia de los años nos dice que los renglones que escriben los militares de los dictadores suelen ser muy torcidos. El mundo estará expectante por que Egipto sea un país libre, pero sobre todo por que no sea el timo de la estampita o el tocomocho.
Y aquí si que EEUU y Europa tendrán mucho que decir y rápido aunque no sea público. Detrás de todo tipo de procesos como este, hay multitud de llamadas, de conversaciones, de comunicaciones al más alto nivel. Por eso siempre, además de los responsables hay muchos otros responsables que no dan la cara. Me importa conocer qué opinan estos, qué podremos esperar de un futuro que ya ha llegado para Egipto y con él para todo el Norte de África. El mundo árabe no será igual o será peor. Ellos deciden.
Y si todo es como parece, la gente debe volver a sus casas y esperar la limpieza de lo sucio para ver la libertad con más luz. No es bueno tensar mucho las cuerdas de las presiones. Hay que demostrar que somos capaces de tensar y destensar. De irnos y volver.