14.8.11

Los años reales no comienzan en enero sino en septiembre

Septiembre es el mes del inicio de ciclo para muchos, el punto de partida del nuevo año que empieza con el otoño- El punto de partida de nuevos proyectos, de cambios, de volver a comenzar tras el parón veraniego y vacacional.
Los años reales no comienzan en enero sino en septiembre y por ello estamos a muy pocas semanas de tener que plantearnos qué queremos cambiar, hacia donde nos queremos dirigir con nuestras nuevas vidas en el nuevo ciclo anual.
Este año que comienza va a ser diferente por varios motivos. Político, tal vez económico; en muchos casos vamos a tener que cambiar hacia nuevas actividades pues los viejos tiempos están caducos, con tensiones y pocos dineros, con cansancio social, con inevitables decisiones de comunicar mejor con la gente y entre la gente de las sociedades.
No podemos continuar por más tiempo en este parón complejo y completo, todos debemos asumir en algún momento que hay que empujar por obligación social si queremos salir de esta. Nadie nos va a realizar la labor que tenemos que hacer cada uno de nosotros. Creer en nuestra sociedad y cuidarla. El otoño será el momento de saber si estamos dispuestos a defender la actual forma de vida de cada nación, de cada sociedad.

Deseamos que vuelva la normalidad del trabajo, para intentar cambiar el infinito

Estamos solos, por la calle vamos únicamente los que nos hemos quedado sin las vacaciones ganadas al trabajo, sin los sueños de escapar unos días en busca del infinito.

Estamos solos y llenos de ganas de no estarlo, de recobrar la normalidad, de reencontrarnos con lo habitual para cambiarlo tal vez. Se van acabando las vacaciones de los que las tienen y esperamos el resto su venida para adentrarnos en la normalidad. Para reconquistar otra vez la costumbre de estar tranquilos e incluso aburridos.

Los ciclos de la vida se cumplen, todos. También los buenos.