7.11.11

En Zaragoza votamos a quien podemos, no a quien sale en la televisión

No debemos liarnos entre debates cerrados por el bipartidismo televisivo, o entre candidatos mil que nunca podremos elegir, o entre formaciones que serán imposibles para la obtención de una plaza de Diputado por Zaragoza. Podremos ser más o menos claros, pero lo cierto es que los únicos que tiene posibilidades de obtener representación en el Congreso de Diputados de Madrid y desde la circunscripción de Zaragoza, son los de la imagen de arriba y los que les acompañan en sus listas.

Eloy Suarez del PP, Pilar Alegría del PSOE y Chesús Yuste de CHA-IU son los candidatos de Zaragoza que abren las listas y que podrán tener representación. Nosotros no vamos a poder votar por Rajoy, por Rubalcaba o por Cayo Lara. Y no servirá de nada votar por otras formaciones excepto para que quede constancia de qué apoyo tienen, que es poco para los momentos que corren.

Esta noche nos entretendremos observando los errores de Rajoy y Rubalcaba, adivinado qué corbata se van a poner y a quien le siente mejor el traje. Podremos opinar luego quien ha ganado y quien ha perdido un programa como si de un partido de baloncesto se tratara. Pero nosotros, zaragozanos de vivienda, solo podremos votar a los de la imagen si queremos que nuestro voto tenga representación en Madrid.

Mire, un consejo electoral que no debería dar, pues está muy feo dar consejos sobre la libertad de voto. Sirve para toda España, eso si. Si quiere votar en blanco no lo haga. Elija una opción minoritaria, la que quiera que hay muchas, y dé su apoyo a alguien. Y si nadie le encaja, tache la papeleta que entrega para que sea voto nulo; nunca haga un voto en blanco para castigar al PP o al PSOE, pues les beneficia.

6.11.11

Las cuatro fases de un escritor que empieza

Las fases de un escritor son cuatro, que van ascendiendo en su crecimiento mientras le producen gozo o insatisfacción.

La primera fase es la de escribir, la de gozar escribiendo, disfrutando mientras crea historias, personajes, tramas. Busca finales, diseña escenarios, crea situaciones creíbles y les de vida. Corrige y reescribe mientras crece y aprende. Es una fase de disfrutar.

La segunda fase es la de buscar los primeros lectores. Se intenta que lo que se ha creado se lea, te lo critiquen amigos, te lo analicen familiares, simplemente den valor a lo escrito que ha nacido simplemente para ser leído. Sin lectores todo lo escrito tiene un valor muy escaso. Se buscan desesperadamente lectores ajenos a tu círculo más intimo, para recoger sus impresiones, para escucharlos. No suelen ser sinceros, hay que entender sus palabras. Muchas veces incluso no son ni válidas sus opiniones, pues no son profesionales ni representan al tipo de lectores que buscas. No te desanimes en esta fase, sigue.

La tercera fase es la de publicar. Una vez que alguien te lee, te alaba, te indica que aquello que has escrito le ha producido sensaciones, te corrige o te critica, surge la necesidad e intenta que se publique para quedar más asentado, para intentar ser más leído y sobre todo para darle forma en papel. Esta fase hoy tiene muchas variables pues internet facilita la publicación en busca de lectores y de vida literaria. Esta tercera fase del escritor es muy desagradable. Es muy complicado lograr que algo se publique en papel, debe ser muy bueno y sobre todo muy comercial para que los editores crean en una obra desconocida. Cabe la auto publicación, la autoedición, pero sin distribución sirve de poco.

La cuarta fase es más material y compleja. Solo se puede llegar a ella si se han cumplido con éxito las tres anteriores. Es ganar dinero con lo que se escribe. Parece ser la meta de toda persona que se dedica a escribir pero no es así. El escritor generalmente busca la dos primeras fases, muchas veces se queda solo en la primera. Hoy es casi imposible lograr ganar dinero con la escritura literaria. Pero quien lo consigue tiene muchas posibilidades de afianzarse y triunfar. Digamos que lo complicado es ganar tus primeros tres mil euros, una vez logrado se suelen abrir las puertas de más.