Las campañas electorales que emplean en España los partidos
políticos actuales están agotadas. Todo tipo de actos son prehistóricos y nos
vemos incapaces de adaptarlos a lo que hoy se necesitaría.
Salir a la calle y poner mesas, atriles para soltar discursos
absurdos o repartir propaganda y hacerse una foto ante la reclamación de un
problema es lo más absurdo que se puede dar en esta España del siglo XXI. Como
poner carteles en las farolas o en las carreteras de pueblo, regalar caramelos
con el envoltorio lleno de logotipos o dar bolígrafos baratos de plástico.
Acudir a mercadillos, dar una vuelta por los barrios, disfrazarse de enfermera
o inaugurar media docena de árboles son idioteces que se siguen intentando
repetir.
La imagen que dejo ha dado varias veces la vuelta por
internet. Es un mitin de un partido político al que acuden tres personas. Esta
imagen se podría repetir en varios lugares, si no con tres si con 12 personas,
todas además militantes del mismo partido que habla, leyendo sobre una tarima.