Damos la sensación de estar cansados de la democracia. De que queremos buscar otro sistema porque la actual democracia no nos ha ofrecido lo que creíamos, lo que prometía, lo que esperábamos de ella. Y lo digo desde España y/o desde Europa. Hace tantos años que no estamos inmersos en una guerra violenta, que parecemos estar pidiéndola a gritos.
Pero no estoy hablando de los ciudadanos de base, de los míos, sino de los que tienen la responsabilidad de gestionar el mundo, Europa y España. La salida de la crisis económica ha sido injusta, carísima para una gran parte de la sociedad y beneficiosa para otra parte. Y esa pasada de alegría muy mal repartida, es la pólvora que nos está llevando a situaciones violentas, de momento en el pensamiento.
Nada sucede de la noche a la mañana. O lo que sí sucede de la noche a la mañana tiene menos posibilidades de quedar asentado. Todo es lento como los buenos cocidos, que requieren mucho tiempo de fuego. Y les vamos añadiendo compangos poco a poco para que tengan más sabor, aunque si los cocineros no se ponen de acuerdo, al final el resultado es grasiento, incomible, indigesto.
Si desde el poder ejecutivo y político se está reflexionando, no se nota. Excepto los que reflexionan para ganar posiciones. El empobrecimiento político y el agotamiento intelectual es un rémora, pero es lo que tenemos por múltiples fritos críticos que nos hemos ido dando para joder las soluciones. Es posible que no quede otra. Estamos en 1930 y nos creemos estar en el 2018.
10.12.18
Cataluña se nos complica. Y seguimos hablando de Andalucía
Cataluña se nos complica aún más a todos los españoles, incluidos los catalanes efectivamente, y seguimos sin saber encontrar la solución a un problema muy complejo pero que se vuelve más difícil según van pasando los meses sin querer entenderlo. Añadir la palabra “Eslovenia” es uno de los últimos detalles macabros al problema que además va acompañado de huelgas de hambre de presos por política o de órdenes contradictorias a la policía catalana. Si a ese brebaje le añadimos la irrupción de VOX en toda España (y no solo en Andalucía) deberíamos entender que los pasos se van dando en una dirección que deberíamos ver y entender, para lograr desenredar.
Es mucho más sencillo diagnosticar que ser capaces de dar un tratamiento eficaz. Pero la enfermedad va creciendo y las posiciones de varios frentes enfermos son claras y las reflexiones no llegan. Al final veremos a una Cataluña independiente y a una España gobernada por VOX que pondrá mano dura, absurda. Pero solo a los españoles que nos quedemos dentro. A los catalanes les miraremos con odio y punto y pelota. Y Europa optará por seguir unida aunque sea con un Estado más, antes de que tenga un territorio menos que actúe por libre o con amistades peligrosas.
Es mucho más sencillo diagnosticar que ser capaces de dar un tratamiento eficaz. Pero la enfermedad va creciendo y las posiciones de varios frentes enfermos son claras y las reflexiones no llegan. Al final veremos a una Cataluña independiente y a una España gobernada por VOX que pondrá mano dura, absurda. Pero solo a los españoles que nos quedemos dentro. A los catalanes les miraremos con odio y punto y pelota. Y Europa optará por seguir unida aunque sea con un Estado más, antes de que tenga un territorio menos que actúe por libre o con amistades peligrosas.
Nadie dijo que todo este proceso fuera a ser rápido ni que no se tuviera que pagar con sangre y libertad. Y eso lo deberíamos entender todos. Posiblemente leyendo libros.
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