Se ha realizado una serie de artículos sobre la felicidad en Finlandia (el más importante por extensión en El País Semanal) país señalado por Naciones Unidas como uno de los más felices del mundo, que sin duda siendo posiblemente cierto, es también matizable. Hay algunos datos que nos indican eso, pero en cambio hay otros que nos llevan a una infelicidad que a veces lleva a las personas a tomar decisiones muy duras. Pero veamos qué detalles se pueden mirar y tal vez copiar de Finlandia, para que en otro tipo de sociedades también se avance hacia una felicidad social mayor.
Las personas hablan entre ellas mucho más que en otros países, a costa de NO hablar de temas conflictivos. Nada de religión, de política, de riquezas o pobrezas, del trabajo, de problemas, de equipos deportivos. ¿Y de qué hablan? Pues de todo lo demás.
Para menos de seis millones de habitantes hay más de dos millones de saunas, pequeñas habitaciones donde estar casi a oscuras y sudando y donde es obligatorio hablar de igual a igual.
Muchas menos desigualdad social es la receta más fácil de detectar. Las diferencias económicas entre personas en Finlandia son mucho menores. El acceso a los servicios básicos es idéntico a todas las personas, sea educación sanidad o justicia.
Es un país MUY seguro. Y es una seguridad que se percibe en positivo y no produce falta de libertades entre las personas.
La educación es muy buena lo que permite entender la vida desde otras ópticas aunque no se tenga luz ni sol, haga frío y no sea fácil hacer vida de calle. La naturaleza es en muchos meses algo complicado de servir para el disfrute de las personas, pero9 los finlandeses saben disfrutar de ella haga el tiempo que haga.
La educación es muy buena como decía pero además permite recorrer toda ella con igualdad de oportunidades. Dependes de tí, y si tienes dificultades de aprendizaje, tienes ayudas para no perderte entre los Grados. Gratuita desde el colegio hasta el Doctorado. En Infantil se paga según ingresos.
No sienten la corrupción como un mal extendido. Todos se respetan y entienden que nadie va a querer abusar de su poder sobre el resto de personas.
Los finlandeses saben que pueden ser independientes si quieren, pues el sistema está precisamente realizado para eso, para que cada personas deba ser independiente e igual a los demás.
El contacto con la naturaleza es tremendamente variado. Y se cuida mucho la sostenibilidad, la limpieza y el cuidado medioambiental.
Sus sistema económico se basa en una industrialización que ofrece pleno empleo. La integración mujer y hombre en el hogar o en las industrias no se discute ni se piensa tan siquiera. Es normal, completo y lógico.
Se pagan muchos impuestos (un 8% más de presión fiscal que en España) pero se admite con normalidad. Se ayuda a las familias con hijos con ingresos añadidos.
Los maestros tienen la profesión más deseada y una de las más respetadas en Finlandia. En el año 2022 todos los alumnos de más de 16 años tendrán que estudiar Secundaria por obligación.
El urbanismo de sus ciudades es humano, verde, limpio, con bosques y arboledas cercanas, y la práctica del deporte es muy común entre jóvenes y adultos. Los ayuntamientos gastan de media unos 300 euros al mes por habitante para prácticas deportivas.
Para actividades deportivas o culturales organizadas en las ciudades para adultos, la persona que lo realiza paga un 33%, mientras que el resto se reparte entre el Gobierno y una parte más alta los ayuntamientos.
Si una persona tiene un problema de cualquier tipo, siempre hay en los barrios personal de Administración a los que se puede acudir para hablarlo e intentar resolverlo con ayudas. No son problemas económicos solamente, sino problemas de convivencia, de familia, de salud, etc.
Se intenta por todos los medios que no haya personas sin hogar, pues se entiende que el hogar es lo fundamental para cada personas, sea este del tamaño que sea.
Sí, en Finlandia se suicidan más personas que en otros países. Pero siendo que han bajado tremendamente estos datos, hay que entender los motivos para resolverlos. Exceso de alcohol por el clima y las tradiciones sociales, excesivas armas en los hogares, claridad informativa de esta realidad social que en otros países se tapan, incluso a veces la excesiva movilidad familiar, laboral, social o de entornos con personas diferentes hace que se caiga en depresiones. Sin olvidar que las personas mayores tuvieron que tragar varias guerras y eso influye todavía.
Literatura, teatro, música, arte pictórico y escultórico, cultura en múltiples formas, diseño en todas sus variables, menos consumismo y más utilización de los grandes espacios públicos de cultura y entretenimiento.
14.1.20
¿Qué es un DAFO, cómo se construye y para qué sirve?
Habrás escuchado muchas veces hablar de DAFO (en inglés SWOT. Strengths, Weaknesses, Opportunities y Threats), como una técnica habitual de análisis o de auditorías de organizaciones o empresas, para detectar, analizar y diagnosticar problemas y a su vez planificar sus posibles soluciones, dentro de cualquier organización. Una empresa no puede ir al médico, así que hay que buscar herramientas que hablen por ella.
Un DAFO no es más que eso: Lograr que la empresa u organización hable y se exprese. Escucharla, tomar nota de todo lo que nos dice y actuar con esos datos.
DAFO son las iniciales de: Debilidades. Amenazas. Fortalezas. Oportunidades.
Se trata pues de enumerar, detectar, esas fortalezas, sus debilidades, las amenazas que tiene y las oportunidades de que dispone para afrontar el futuro.
Con todo ello y una vez identificadas las DAFO hay que tomar medidas, pues de entrada solo nos hace una radiografía, si sabemos hacer bien el DAFO.
Se empieza por un trabajo de campo que sea capaz de identificar todo lo que afecta a nuestra empresa, sea interno o externo. Hay que preguntar, revisar, mirar, escuchar, identificar y apuntar todos los datos genéricos de la empresa para después ir distribuyéndolos en los cuatro apartados del DAFO. Algunos de los ítem logrados como información relevante pueden ir a más de un espacio del DAFO.
Todos estos item fotográficos de la empresa se dividen a su vez en dos bloques claramente distintos.
Los INTERNOS y los EXTERNOS.
A los INTERNOS irán lo que después identificamos como FORTALEZAS o DEBILIDADES.
Y a los EXTERNOS los que serán OPORTUNIDADES o AMENAZAS.
Las DEBILIDADES son aquellas zonas o puntos de actuación que nos reducen las soluciones, nuestra capacidad de crecer o incluso de mantenernos, los que impiden algún tipo de estrategia de cambio, los que en fin nos debilitan en nuestras posibilidades de mejora.
Las FORTALEZAS son todas nuestras capacidades de trabajo, de actuación, de posición en los mercados, de recursos ante la competencia. Es esa parte de nuestra personalidad que nos diferencia del resto.
Las AMENAZAS son las fuerzas exteriores que en teoría podrían impedir nuestro afianzamiento, nuestro crecimiento, nuestras soluciones y estrategias. Las AMENAZAS son riesgos, son debilidades pero que nos vienen desde el exterior.
Las OPORTUNIDADES son todas aquellas fuerzas exteriores que están cerca de nosotros y de las que debemos aprender a recoger para aprovecharnos de su fuerza. Nuevas ideas, debilidades internas de la competencia, posibilidades propias de crecimiento, nuevas iniciativas aprovechando mejor nuestra inteligencia de equipo, etc.
Hay que unir las FORTALEZAS y las OPORTUNIDADES para buscar el éxito.
Hay que unir las DEBILIDADES y las OPORTUNIDADES para aprender a adaptarnos a ellas.
Hay que unir las FORTALEZAS y las AMENAZAS para reaccionar con todas ellas.
Hay que unir las DEBILIDADES y las AMENAZAS para evaluar la realidad de nuestro riesgo y actuar contundentemente para bajarlas o modificarlas.
Cualquier DAFO debe hacerse desde una posición neutra, reposada, apoyada por la dirección de la empresa u organización, con criterios realistas aunque sean duras, con tiempo necesario para analizar en profundidad todos los temas que afectan a la empresa, con dedicación especial a los que considere más conflictivos e importantes para la vida de la empresa u organización, contando con la colaboración de todas las personas de las misma, siempre buscando perfiles muy diferentes que contrapeses las opiniones.
Con toda la información resultante de la Auditoría de campo hay que trasladar todos esos datos al DAFO, pero ordenando por su importancia todos ellos dentro de los cuatro campos, y no posicionando nunca dentro de ellos más de entre 6 a 10 ítem.
Con toda esa información ya tendremos la radiografía de la empresa, si hemos sido capaces de analizar bien y de seleccionar los problemas detectados que realmente son importantes, aunque parezcan imposibles.
A partir del DAFO empieza lo más importante, buscar soluciones, afianzar los puntos fuertes, pero al menos ya no tendremos la excusa de no saber qué enfermedad tiene el paciente.
Los DAFO son recomendables en todos los casos para todas las empresas, pero debemos ser sinceros nosotros mismos. Se hacen cuando hay una enfermedad detectado. Si creemos que todo va bien tendemos a olvidarnos de las herramientas de análisis, lo cual es un error.
Un DAFO no es más que eso: Lograr que la empresa u organización hable y se exprese. Escucharla, tomar nota de todo lo que nos dice y actuar con esos datos.
DAFO son las iniciales de: Debilidades. Amenazas. Fortalezas. Oportunidades.
Se trata pues de enumerar, detectar, esas fortalezas, sus debilidades, las amenazas que tiene y las oportunidades de que dispone para afrontar el futuro.
Con todo ello y una vez identificadas las DAFO hay que tomar medidas, pues de entrada solo nos hace una radiografía, si sabemos hacer bien el DAFO.
Se empieza por un trabajo de campo que sea capaz de identificar todo lo que afecta a nuestra empresa, sea interno o externo. Hay que preguntar, revisar, mirar, escuchar, identificar y apuntar todos los datos genéricos de la empresa para después ir distribuyéndolos en los cuatro apartados del DAFO. Algunos de los ítem logrados como información relevante pueden ir a más de un espacio del DAFO.
Todos estos item fotográficos de la empresa se dividen a su vez en dos bloques claramente distintos.
Los INTERNOS y los EXTERNOS.
A los INTERNOS irán lo que después identificamos como FORTALEZAS o DEBILIDADES.
Y a los EXTERNOS los que serán OPORTUNIDADES o AMENAZAS.
Las DEBILIDADES son aquellas zonas o puntos de actuación que nos reducen las soluciones, nuestra capacidad de crecer o incluso de mantenernos, los que impiden algún tipo de estrategia de cambio, los que en fin nos debilitan en nuestras posibilidades de mejora.
Las FORTALEZAS son todas nuestras capacidades de trabajo, de actuación, de posición en los mercados, de recursos ante la competencia. Es esa parte de nuestra personalidad que nos diferencia del resto.
Las AMENAZAS son las fuerzas exteriores que en teoría podrían impedir nuestro afianzamiento, nuestro crecimiento, nuestras soluciones y estrategias. Las AMENAZAS son riesgos, son debilidades pero que nos vienen desde el exterior.
Las OPORTUNIDADES son todas aquellas fuerzas exteriores que están cerca de nosotros y de las que debemos aprender a recoger para aprovecharnos de su fuerza. Nuevas ideas, debilidades internas de la competencia, posibilidades propias de crecimiento, nuevas iniciativas aprovechando mejor nuestra inteligencia de equipo, etc.
Hay que unir las FORTALEZAS y las OPORTUNIDADES para buscar el éxito.
Hay que unir las DEBILIDADES y las OPORTUNIDADES para aprender a adaptarnos a ellas.
Hay que unir las FORTALEZAS y las AMENAZAS para reaccionar con todas ellas.
Hay que unir las DEBILIDADES y las AMENAZAS para evaluar la realidad de nuestro riesgo y actuar contundentemente para bajarlas o modificarlas.
Cualquier DAFO debe hacerse desde una posición neutra, reposada, apoyada por la dirección de la empresa u organización, con criterios realistas aunque sean duras, con tiempo necesario para analizar en profundidad todos los temas que afectan a la empresa, con dedicación especial a los que considere más conflictivos e importantes para la vida de la empresa u organización, contando con la colaboración de todas las personas de las misma, siempre buscando perfiles muy diferentes que contrapeses las opiniones.
Con toda la información resultante de la Auditoría de campo hay que trasladar todos esos datos al DAFO, pero ordenando por su importancia todos ellos dentro de los cuatro campos, y no posicionando nunca dentro de ellos más de entre 6 a 10 ítem.
Con toda esa información ya tendremos la radiografía de la empresa, si hemos sido capaces de analizar bien y de seleccionar los problemas detectados que realmente son importantes, aunque parezcan imposibles.
A partir del DAFO empieza lo más importante, buscar soluciones, afianzar los puntos fuertes, pero al menos ya no tendremos la excusa de no saber qué enfermedad tiene el paciente.
Los DAFO son recomendables en todos los casos para todas las empresas, pero debemos ser sinceros nosotros mismos. Se hacen cuando hay una enfermedad detectado. Si creemos que todo va bien tendemos a olvidarnos de las herramientas de análisis, lo cual es un error.
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