La izquierda en España tiene (tenemos) un serio problema de fundamento adaptados a los tiempos y sentido histórico. Lo tuvimos ya en los años 30, también hay que decirlo para poner en contexto; y para señalar con calma, hacia dónde fueron aquellos viejos errores.
No es posible tener un montón de partidos de izquierda en España con la que está cayendo. Digo un montón para no tener que ponerme a buscar los nombres de todos, que son muchos. Eso es un error, una torpeza y una inutilidad. Nos equivocamos, somos torpes y además somos inútiles dentro de la ideología que decimos tener.
No hablo de Fusionar ni de Absorber. Hablo de trabajar juntos. De ser capaces de convencer de que las ideas fundamentales son las mismas y que nuestra inteligencia nos sirve para sabe qué decisiones tenemos que tomar en cada momento electoral.
Es verdad que hay distintos matices entre las izquierdas y algunos son importantes, pero entre las diferencias de la izquierda hay que buscar los puntos de confluencia para ponernos a trabajar.
Es que nos cogemos las ideas con papel de fumar. Y las rompemos antes de edificar un buen proyecto común.
Y eso de ser frágiles puede servir para tiempos de construir, pero no sirve para tiempos en los que OTROS te están intentando destruir.
Y no, no se trata de avisar en el año 2027 que nos vemos obligados a presentarnos unidos, y con la nariz tapada para no caer derrotados estrepitosamente.
ESO YA NO SIRVE. hay que hacerlo antes, ahora.
Se trata de reunirnos, hablar, mostrar que sabemos sonreír sin miedo a nada y ponernos a trabajar; que tenemos proyectos para la sociedad que son positivos para los que los necesitan y son posibles aunque nos tachen de ilusos.
Hay que volver a la Lucha de Clases pero con otro nombre, ahora que ya nadie quiere estar dentro de ninguna Clase Social. Pero es lo mismo, o es igual.
¿O se nos ha olvidado convencer y trabajar desde el desierto?
Hay que admitir, entender, que quien se levanta a las 5 de la madrugada para ir a trabajar está hasta la coronilla de la actual situación, y que prefieren votar a NEGRO con tal de no votar a lo que consideran viejunos por diversos motivos que conocemos pero a veces callamos.
Los que se benefician de verdad de esas Derechas Extremas no acuden a las manifestaciones vestidos de negro. Eso, ni votan ni se quejan, pues siempre están jugando a joder desde sus despachos de Poder Real.
Simplemente saben organizar a cientos de personas que de negro, tras salir cansados de su jornada laboral, salen a luchar contra los que considera sus enemigos, porque así se lo han sabido vender los poderosos escondidos, con el silencio cómplice de muchos.