3.10.25

Volví a mi lugar de nacimiento, donde no quise morirme


Hoy he vuelto al lugar físico en donde nací. Mejor dicho, al lugar donde volví a nacer, pues en dos ocasiones y según me cuentan, fueron llamados mis padres para que fueran al hospital pues me estaba muriendo.

He ido a dejar unos dípticos informativos a las zonas de gestión del Hospital, por una asociación para la que colaboro, y ya al atravesar la puerta del Hospital Infantil de mi ciudad, el corazón me ha dado un vuelco.

He pisado la UCI de neonatos del Hospital materno-infantil de Zaragoza, y ha sido una experiencia llena de emociones. Ya no estará igual, además de no recordar yo nada de aquello, pero me imaginé allí y… ¡¡Uff!!

He imaginado por un instante a mis padres entrando por una puerta similar a esa, hace ya 44 años. Yendo a verme, a darme el biberón, sin hacer piel con piel pues entonces eso no existía, esperando una noticia positiva, mirando a su primera hija.

Mientras esperaba a ser atendida en mi visita, he observado un tablón de corcho con mensajes de familiares que han pasado por allí, hermanos/as, progenitores agradeciendo la labor de profesionales, dibujos…, vida de agradecimientos. 

Cuando me ha atendido una de las profesionales, le he explicado el trabajo de mi asociación, y he aprovechado para agradecerle su labor y la su equipo de médicos, pues personas así, me salvaron la vida hace 4 décadas. Casi todos ya estará más que jubilados, pero el espíritu sigue.

Su abrazo al saber que yo estuve ahí, ha sido reconfortante. Ellos también se alegran de saber que logramos salir de las penurias y construirnos un mundo nuestro.

Como es lógico los médicos y enfermeras de 1981 ya están jubilados, pero yo, por un instante he sentido que estaba en manos de alguien que te va a cuidar en tus primeras horas de vida, cuando algo se tuerce. 

Y eso es, sin duda, hacer algo grande con algo tan, tan pequeño, como un bebé prematuro que no sabía respirar.

Laura Puente Ajovín

29.9.25

Lo que hace la IA para ser más inteligente


La inteligencia artificial, o mejor dicho, las numerosas inteligencias artificiales que van saliendo casi como setas en el otoño, ya tienes pilladas todas, la cultura universal que se ha ido creando en el mundo. 

Se han ido llenando poco a poco y a través del último lustro de todo lo que hemos escrito, fotografiado, opinado, insultado, sea en el idioma que sea.

Ya lo tienen todo, archivado, algo revuelto pues ese es el trabajo que queda, y ahora están trabajando en pulirlo y actualizarlo. Que es lo más costoso.

Hay una parte compleja y costosa, a veces casi imposible de lograr y lo tenemos que admitir de forma triste. Hay una parte de la Inteligencia Artificial, de la IA, que se va a quedar coja, vacía, sin datos.

De todo lo que no hemos escrito, hablado o publicado e impreso en libros muy conocidos, no existirá para el futuro. 

Si de un artista nacional incluso, se ha escrito poco de él por ser alguien que por ejemplo falleció antes de finalizar el siglo XX, se ha escrito mucho menos que de un mindundi del siglo XXI.

Y la IA recopilará poco material de esta persona y de su obra, poca información, lo que de cara al futuro supondrá una minusvaloración de su importancia. 

Dentro de un siglo no será sencillo saber de muchos acontecimientos, y en cambio se sabrá en exceso y a veces de forma equivocada, de lo que está ocurriendo ahora.

Es muy sencillo llenar discos duros con información sobre la Guerra de Gaza, en comparación con por ejemplo las Guerras de los Treinta Años.

La IA ya ha barrido todo lo que está escrito y publicado en Internet, y gran parte de lo creado e impreso en libros importantes, aunque escanear es más complejo que copiar y pegar. Pero se sigue creciendo en información recopilada.

Ahora a veces, entre ellos que son muchos y mal avenidos, se pisan los accesos a bancos de datos de lo más curiosos. Los blogs por ejemplo están siendo repasados cada muy poco tiempo, para pillar información nueva.

Al final y en poco tiempo, cuando ya todos los sistemas de IA sean capaces de hacer vídeos en movimiento de nuestros abuelos mientras nos hablan de su vida pasada y con su propia voz, solo se diferenciarán por la exactitud de su información. 

Todos serán muy rápidos, todos tendrán de todo, muchos todavía serán casi gratis, pero los de pago tendrán que tener un componente diferenciador, y ese tendrá que ser la calidad. 

La NO equivocación en las respuestas de la IA ante cualquier tipo de consulta se tendrá que pagar.

Y para eso tienen que tener un buen número de informaciones sobre cualquier tema, para pulir y dar brillo y seguridad en sus respuestas.

Ahora se habla mucho de la IA adaptada al mundo sanitario, y sin duda, allí hay un gran campo que iremos viendo avanzar en muy poco tiempo. La Sanidad utilizará la IA para temas que ahora nos parecen imposibles. Y de hecho ya lo hacen. 

Por desgracia y en el lado contrario, también lo hacen ya en el campo militar, en el terreno bélico.