30.3.11

¿Estamos ante un cambio de ciclo social y cultural?

Toda sociedad tienda hacia su desarrollo y crecimiento casi imparable, hasta alcanzar el punto más alto, para a continuación empezar a bajar de una manera muy rápida. Todo cultura social dispone de un punto máximo que nadie sabe posicionar hasta que se alcanza, no pudiendo este determinarse, hasta que se produce una caída pronunciada en su relación sobre todo consigo misma.
El dato más dramático de la hecatombe social es que se devora ella misma. Los mayores desastres que le suceden a una cultura social en su decaimiento brusco; es precisamente la multiplicación exponencial de sus propios problemas y la nula capacidad de respuesta y soluciones, más que la pelea de contrarios que quieren modificar culturas y sociedades.
Normalmente a una catástrofe social no le sucede un recambio social; queda un vacío que es precisamente el que produce el desastre con mayor crudeza y rapidez. No hay una transición, pues esta formaría parte del propio crecimiento de la sociedad, no hay evolución hacia otro punto sino un gran vacío que se come todo lo construido —queriendo o sin querer—, pero sin capacidad de respuesta.
Por eso la destrucción de un sistema de cultura social se produce a una velocidad muy alta, pues no dispone de mecanismos de defensa al estar todo él paralizado; es pues una incomprensión e incluso un alentamiento social para que se produzca el desplome como mal menor.
Es complicado decir que estamos ahora (en el 2010/2020) en un punto máximo

29.3.11

A favor del copago en sanidad y educación o de subir impuestos

Vuelve a estar sobre la mesa y de tapadillo el copago en sanidad y educación en España y otra vez a la izquierda la estamos pillando con el silencio mientras el PP se esconde tras un discurso del NO aunque sepan que será que SI. Hay que explicarlo algo mejor. Hablo del año 2011.

El copago es inevitable (de hecho ya existe hoy, con odontología fuera del sistema sanitario, por ejemplo), nos guste o no nos guste esa palabra, y la izquierda debería haber articulado el copago (controlado según renta) como algo bueno para la redistribución social y alternativa a la pérdida de servicios, si se sigue insistiendo en no querer subir impuestos.

No es lógico que mientras no se puede soportar los costes de la actual sanidad y educación y se estén bajando calidades de servicio, o no se aumentan inversiones en educación que son tan necesarias, no se quiere hablar de este asunto por miedo social, cuando en realidad es por no saber articular las medidas.

En Salud Mental estamos muy alejados de lo necesario, y las familias con posibles acuden a la sanidad privada a unos costes brutales. El resto NO PUEDEN, y si en Sanidad no es posible resolver esto, hay que buscar alternativas, en vez de negarnos sin ofrecerlas.

Un hijo de un desempleado paga lo mismo en una Universidad que el hijo de un gran empresario sin tener en cuenta el esfuerzo del alumno ni los ingresos familiares. Y no me sirve hablar de Becas pues son una herramienta nada útil para el aumento de ingresos y un gasto que no se puede aumentar.

La gratuidad de los libros de texto ya fue un error que mantenemos. No es el camino. Mientras no somos capaces de aumentar la calidad en la escuela pública tampoco lo deberíamos ser para dotarla de más recursos. Hay otros modelos, otros métodos.

Se podría implantar una cuota anual de matriculación con arreglo a unos baremos que se indicarían en la declaración de IRPF de la suma del hogar familiar. 

Se puede dividir a la sociedad en seis u ocho bloques y calificarlos con una letra y con arreglo a ella pagar esa especie de impuesto por matriculación. 

Cero impuesto de matriculación por cada curso para las divisiones A y B, muy bajo para la C, bajo para la D y normal y alto para la E y F.

Pero este sistema no es bueno ni defendible —y menos desde la izquierda—, si antes no somos capaces de asumir que hay que defender el sistema y calidad de vida que nos hemos dado, y sobre todo que hay que seguir avanzando en calidad para los servicios públicos, simplemente por que si perdemos calidad, las clases económicas altas tienen alternativas privadas —que por cierto emplean muy bien mezcladas con las públicas para al final elegir ellos pues si que pueden elegir, otros no—. 

O logramos mantener el sistema de la educación y la sanidad pública con calidad, o cada día más, se convertirá en un sistema NO universal, porque parte de la sociedad se irá escapando, dejando de realizar ingresos y a su vez hablando mal de algo que ya no emplea más que cuando los sistemas privados no los quieren atender por la gravedad de la enfermedad. 

Y los que saldremos perdiendo seremos el resto, las clases sociales que no podemos elegir un sistema privado de sanidad y educación o no creemos en sus posibles bondades.

Hay otra solución posible y tal vez mejor y más sencilla. Subir los impuestos, algo que la izquierda en este país parece no saber transmitir a la sociedad, a su sociedad. Hay que hacer más pedagogía sobre el valor de los impuestos como unificador de posibilidades sociales.

Los impuestos bien gestionados deben servir para mantener el sistema de calidad social y universal. Pero bien gestionados y sobre todo respetados por todos.

Cuando hay poco ingreso para cubrir gastos, o ingresamos más o gastamos menos. 

No se ha inventado nada diferente para cuadrar las contabilidades. Ojo, cuando se habla de "gastar mejor" cada uno interpreta ese "mejor" como le gustaría a él; es un auténtico cajón de sastre, sobre todo ideológico.

28.3.11

La televisión del presente, la que era del futuro, es mala

Sé que os habéis dado cuenta, pero no está mal recordarlo por si alguien más se suma. La televisión tras el TDT o la entrada a lo digital no ha ganado nada de calidad. Nos hablaron de maravillas y lo que han conseguido es vender más televisiones y si se ve mejor es por eso, por la pasta gansa que nos hemos gastado en aparatitos nuevos y televisiones más grandes. Pero los canales y los programas son cada día más complicados de digerir.
Se salva algún canal temático infantil, algunos de series y películas, tener el 24h ahora que nos quitaron el CNN+ y poco más. Ha mejorado el cultural La 2 pero a costa de empeorar Telecinco que repite y amasa las tripas hasta convertirlas en una “devoltina” complicada de mirar. Y el caso es que nos cuesta una parta gansa tener esta tele, en impuestos y en publicidad, que todo es pagado por los ciudadanos de a pie que consumimos y pagamos impuestos. Pero nos quejamos poco y si nadie lo impide por medio de las audiencias que son las que mandan, tendremos basura para años. Y cuando hablo de basura no me refiero solo a los programas del corazón, pues las engañifas las tenemos en muchos programas que se consideran serios.
Si al menos conseguimos que nos entretengan, vamos bien.

Consejos para escribir un diario personal, laboral o de viajes

Escribir un diario, sea personal o de cualquier otro tipo, es una tarea lenta y muchas veces surgen deseos de abandonarlo. Es lo lógico y normal, se avisa ya para que no pensemos que nuestro caso es poco habitual. 

Pero lo importante es no tirarlo al cajón del olvido y dejar que pasen los días en blanco si no nos apetece escribir nada. 

El diario personal no se trata de una obligación, aunque sería mejor que así fuera, si no de un gusto, de un deseo, de una necesidad incluso.

Dicen que mientras estemos en el recuerdo de alguien, no habremos muerto del todo. Así que nada mejor para intentarlo que dejar algo nuestro para el “después”. 

Sea una obra de arte, sea una obra literaria, sea un diario personal o de intenciones, sean unos vídeos, sean unos recuerdos. Siempre tendremos a alguien que vendrá detrás y sentirá curiosidad por saber algo más de nosotros. 

¿Cuándo pagaría yo por tener unos diarios de mis abuelos?, ¿cuándo por tener un diario de mi padre en sus tres años de guerra?

Nada es desdeñable, aunque creamos que no está bien escrito. El sentimiento y la información puede ser vital para darle sentido, para que quien lo lea entienda mejor que nadie cómo se ha forzado el diario personal que tiene en sus manos, qué sentido tiene en la actualidad, para qué sirve en el hoy, cómo modela la figura de quien lo ha escrito con los años ya pasados y los acontecimientos vistos desde otra óptica.

Recuerda que escribir un diario es plasmar el momento, los sentimientos. 

Habrá días bueno y malos y esto se tiene que notar en los escritos. Habrá días vacíos y otros en los que se nos llenarán las hojas o líneas sin pensar. Y sobre todo habrá textos escritos pero también situaciones no contadas, con la decisión de que no formen parte de nuestro diario. 

Tan importante puede ser dejar escrito algo como saber seleccionar y no escribir sobre otros aspectos. Un diario personal puede ser total o parcial, es nuestra decisión.

En este mismo blog encontrarás varias entradas más sobre diarios personales o escritura personal.