20.2.15

Todo sigue atado y bien atado. Y por los mismos

1975
Todos nos estamos dando cuenta que son tiempos de mentiras, de manipulaciones, de trampantojos de los que tienen poderes para joder a los que quieren salir en defensa de los ciudadanos.

Todos nos estamos dando cuenta de las trampas, pero la mayoría sigue deseando que el PP siga gobernando y el PSOE siga en la nada. Somos diferentes y eso ya lo decía Franco que era un General pequeñico pero matón.

Si en el programa de televisión que toca, no se piensa hablar de política, sacamos la imagen de una chica desnuda y decimos que es una eurodiputada de Podemos, aunque ella diga que no. El caso es avisar de que los de Podemos van desnudos por la calle. Vamos, que son unos cochinos.

Lo de menos es igualar los escaqueos de 1.800 euros con los de varios millones de euros; las equivocaciones de unas personas que desde el ámbito privado y antes de entrar en política cometieras errores hoy complicados de explicar, para asemejarlos con los delitos de personas que desde la vida pública hicieron barbaridades escandalosas mientras robabas las viviendas a los pobres.

Todos nos estamos dando cuenta de que si nos investigan todos salimos manchados. Y que si después te saben disfrazar de jeta o ladrón, das el pego perfectamente pues los poderes de los poderosos son muy omnipotentes. Tanto, que aunque sepamos que nos están engañando, agachamos la cabeza y decimos —Algo habrá.

Joder qué bien se lo han montado los que siguen al pie de la letra aquello de Todo atado, y bien atado.

18.2.15

Regresar a España es morir un poco

Perich decía en el año 1974 para la revista Por Favor que regresar a España era morir un poco. Era la vuelta de muchos españoles que se habían ido por la dictadura política que los perseguía. La vuelta fue dura pues no eran siempre bien recibidos en aquellos años.

Ahora esta viñeta vuelve a ser actualidad, pues nuestros jóvenes tras tener que escapar a Europa para buscar futuro, se están planteando que ni el futuro es sencillo para los inmigrantes que van a Europa a buscar trabajo, ni en España está siendo sencillo volver a reencontrarse con la nada. Ojo con el futuro como sociedad, pues todo tiene un precio, también los problemas macrosociales.

Ya ha aprendido el PP a defenderse de Ciudadanos

Los asesores del PP ya se han dado cuenta que el enemigo para ellos no se llama Podemos sino Ciudadanos y enseguida han empezado a lanzar el mensaje de que en realidad no son Ciudadanos sino Ciutadans. Maravillosa manera de seguir empleando el castellano y el catalán para mentir.

Pero les ha quedado mucho peor decir con rasmia que ellos ocupan un espacio político que nadie más puede ocupar, pues esto es cierto aunque es también negativo. Son originales, dicen desde el Partido Popular, son únicos, pero serlo en una mala posición es un mal activo. Más beneficio pueden sacar si insisten en que Ciudadanos no tiene proyecto, no tienen ideas propias, no muestran su programa.

Aunque esto también se les está desmontando cada vez que Ciudadanos va sacando de su cartera a los asesores económicos y sociales. Son posturas templadas, centradas entre lo posible y lo deseable, pero las saben explicar muy bien. Así que ahora les toca el camino más complejo, del que sabe mucho Podemos, rodearse de un equipo plural donde primen nuevas caras de andaluces, madrileños y aragoneses, para desactivar la cantinela de que en realidad son un partido catalán que quieren dominar España, que es la suciedad que quiere lanzar el PP para que no se les lleven más votos los de Ciudadanos. Pronto sacarán de la chistera los del PP el fracaso de la operación liberal de Roca y compañía para decirnos que en España nunca ha triunfado nada que nos venga desde Cataluña. Al tiempo.

17.2.15

Yo tuve dos soplillos. Mi abuela también tenía dos soplillos

Hay palabras que uno cuando las vuelve a encontrar se lleva al sorpresa del reencuentro y la chispa que ilumina los recuerdos. Esta vez fue soplillo en una tienda de Barcelona y la verdad, hacía mucho tiempo que no la escuchaba, menos que no la leía. Pero me gustó encontrarme con ella.

De pequeño, para mi soplillo fue un insulto como para muchos niños de pelo corto, tamaño justo y orejas salidas. Tenía orejas de soplillo y me lo recordaban para joderme. Y con musiquilla. Si te insultan con música y soniquete es más, si.

Con los años crecí bastante, me hice alto, siempre delgado pero alto. Nunca supe si el que me llamaran orejas de soplillo tuvo algo que ver en mi crecimiento desmesurado para la edad como forma de defensa, pero dada mi altura aquel canto se modificó como si en realidad las orejas hubieran menguado. Crecí muy rápido y los bobos ya no tenían orejas para llamarme nada feo.

Soplillo es además un instrumento que recuerdo de la casa de mi abuela en el pueblo de Soria, para azuzar los fuegos del hogar. No eran soplillos nuevos, eran siempre muy usados y con sabor a viejos, y los había de dos tamaños, me imagino que según tipos de fuego. Uno pequeño como pincel fino para dibujar llamas de olla individual y otro grande y más doblado para fuegos que nacen o se mueren. Soplillo. ¿Bonito no?