17.10.18

Cuantos menos clientes tienes, más importantes son

Nuestros clientes son la energía para la empresa, y esto sucede en todo tipo de ellas. Cuantos menos clientes tienes, más importantes son. Menos capacidad tienes para perderlos. Así que cuidar a los clientes parece por lógica la tarea más importante de toda empresa. ¿Cuántas veces les preguntamos a nuestros clientes qué les parece el servicio que les entregamos? Es que si lo preguntan ellos y su respuesta no es muy buena, es seguro que se pondrán a buscar otro proveedor del mismo servicio.

No se trata de hacerles encuestas, es un error, se trata de detectar su satisfacción al recibir el servicio, para aprender a mejorarlo. Una encuesta es algo impersonal, es idéntica a todos los clientes. Y en cambio el cliente te agradece mucho más que le parezca que lo estás tratando con personalización, como si fuera un cliente único y distinto a todos.

Las personas de tu empresa tiene que saber qué opinan los clientes que son los que facilitan el poder seguir vivo el trabajo. El sueldo de cada uno de los colaboradores lo pagan indirectamente los clientes, así que los que atienden a los clientes deben saben qué opinan los que al final les están pagando sus gastos.

Así que el trabajo va en doble dirección. Escuchar a los clientes y trasmitir sus opiniones a los que les atienden para que entre todos el servicio final sea más del agrado de todas las partes. El cliente no siempre tiene la razón, pero los que atienden a los clientes tienen menos razones para quejarse de ellos que al revés. Sobre todo porque al final todo funciona con arreglo a los clientes.

16.10.18

Maravillosa estampa de la mujer en 1956

En la primavera del año 1956 se publicaba esta portada en el diario ABC del domingo. Era la imagen de la España de aquellos años. Los que nacimos en aquellos años tuvimos que soportar muchos más esa imagen que tan solos e venció con la Transición en España, cuando el tipo bajito se murió en la cama, pues antes era imposible quejarse, sopena que te metieran en la cárcel en el mejor de los casos. Simplemente una dictadura que a veces se nos olvida.

Mujeres llevando a los niños por la calle, señoras paseando con señoras y sobre todo una imagen maravillosa del interior de una cafetería. Es una estampa maravillosa. El señor fumando con cara de sostenido, bigotito facha de entonces en la línea de los que mandaban, con la pajarita elegante y el traje de “señor” con sus gemelos en las mangas de la camisa, leyendo las noticias que luego comentaría a su esposa que lo miraba embobada, esperando que el grueso de la papada osara contarle algo que la pobre mujer fuera capaz de entender, pues el único que entendía de verdad tenía que ser el macho alfa.

Hasta aquí bien, pero la señora también tenía derecho a leer. ¿Y qué tenía sobre la mesa? Efectivamente, un misal. En ese librito negro con los lomos rojos venía todo lo que la mujer y los niños debíamos conocer. Las noticias de Dios que eran las únicas válidas para mentes débiles y flojas. Pensamientos en construcción.

Cuando se piensa que los españoles debían haberse rebelado contra la dictadura del señor bajito, no parecen conocer la realidad de aquellos años. Con tipos como el de la papada con derecha a leer los periódicos, no se podía hacer nada. Los progresistas, los distintos en opiniones más sociales, esos…, ya se los habían fusilados para que no les molestaran.

El Seat 600 no era un coche para trabajadores, cuando salió

Hay personas poco informadas que dicen que el Seat 600 trajo la democracia a España, en un alarde de idiotez mental y falta de reflexión. Cuando el Seat 600 llegó a España en algunos países llevaban décadas montados en sus Audi o BMW, sin contar los enormes Ford americanos. Entre los años 1957 y 1973 se construyeron miles de coches que iban llegando a las familias casi con enchufes y cuentagotas pues la producción era más bien escasa. El primer año se fabricaron 2.510 coches Seat 600 y el siguiente 12.055 unidades.

Su precio era de 65.000 pesetas pero en un años en el que los sueldos día de un oficial de primera oscilaba entre las 60 y las 80 pesetas según oficios (INE) pero el más habitual estaba entre las 40 y las 50 pesetas día y el SMI estaba en 27 pesetas día (BOE 20-11-1957). 


Entre unos 2.407 y 812 días de trabajo (según sueldos) eran necesarios para poder comprar un Seat 600, y ahora que cada uno calcule si era barato o caro, si los trabajadores podían comprarlo o no en aquel 1957. Creo que en la actualidad con bastantes menos días de trabajo te puedes comprar un coche, siendo oficial de primera. Un kilo de arroz costaba 11 pesetas y un litro de leche unas 4 pesetas.

Pero sí es cierto que la entrada lógica y básica del coche en algunas familias españolas simplificó los viajes, y los españoles se empezaron a mover mucho más, cambiando las “afueras” de las grandes ciudades por la playa o la montaña, de momento solo para las clases medias, es decir, cuando hablamos de los finales años 50, para la parte de la sociedad que no era trabajadora de fábrica, pues se ganaba muy poco y las necesidades eran muchas.

15.10.18

Día Mundial del Duelo Perinatal. Conozcámoslo

Hoy se celebra el Día Mundial del Duelo Perinatal o Generacional, algo que muchos de nosotros conocemos poco pero que afecta a muchas más familias de las que pensamos. Son los bebés fallecidos en el último trimestre del embarazo o durante los siete primeros días tras nacer, bebés con toda su capacidad para conquistar el mundo y que por muy diversas cuestiones fallecen en un periodo donde las leyes de los diferentes países no están nada claras con ellos.

Los padres sufren como nadie estas pérdidas, pero también los abuelos, familiares y amigos, pues en todos los casos han convivido con la esperanza de la nueva vida durante un largo periodo y su pérdida es un dolor mal entendido por la sociedad, que en muchos casos admite como una posibilidad contemplada en los riesgos pero no reconoce a los bebés como personas que han vivido entre nosotros. 

Porque todos estos bebés existieron, tuvieron vida y pensamiento, energía y ganas de pelear, fueron personas y por motivos ajenos a todos, dejan de estar entre nosotros.

Cuando nos fallece un ser adulto y muy querido con el que hemos estado muchos años, sentimos una pérdida insoluble. En cambio con estos bebés, desde fuera de las personas más allegadas, sobre todo los padres y abuelos, no comprendemos igual el dolor, y sobre todo las leyes que no apoyan los derechos legales que como personas se merecen. 

Los padres necesitan mucho apoyo, información en esos días pero también para encarar el futuro, pues todo debe continuar. El bebé ha existido y debe seguir existiendo. Hay que conservar su memoria viva entre todos nosotros. Por eso el acompañamiento perinatal es fundamental para sobreponerse de las sensaciones muy diversas que afectan a todos.

Las familias están trabajando en un manifiesto escrito y apoyado por cientos de Asociaciones, donde se piden mejoras en los protocolos hospitalarios de esos primeros momentos críticos, para un acompañamiento desde salud mental, derecho al registro en el libro familiar, que deje de ser un tabú social la muerte de un hijo, ver la belleza de nuestras historias de AMOR y acompañamiento cuidadoso en los siguientes embarazos.