12.8.19

Hoy España no me gusta. Estoy cansado por lo poco que hice

Hace mucho aire, tanto que me lleno de esperanzas por ver si se lleva los malos augurios de una sociedad idiota que no sabe mirar. Saber mirar es importante pues así se aprende a diagnosticar. Cuando uno supera los 63 con las ganas de llegar a los 90… se da cuenta que las cojeras son mucho más habituales que la lucidez y que llegar hasta lejos no es garantía de nada importante.

Hace mucho aire y espero que alguien se de cuenta de que en los años 70 las juventudes de entonces peleábamos por tener un futuro mejor, las mismas hoy ajadas juventudes de entonces que ahora lloramos por las jubilaciones que no llegan. 


Vemos a nuestros hijos mal vivir de su trabajo y a los nietos en nuestra casa para poder sobrevivir las familias. Observamos como todos han ido cayendo en el vicio programado del consumismo y en la trampa del: “…los precios los pongo yo, que para eso es quien me voy a llevar los beneficios”.

Las censuras son similares a las de los finales años 70, cuando se prohibía cantar protesta o enseñar las tetas

 Volvemos a los años 70, pero yo ya no, yo me quedo en los 2020 con mis años y mis cansancios. ¿Para qué tanta pelea y entretenimiento delante de los grises? Pues creo que para nada, pero lo malo es que no sé en qué punto empezamos a perder la luz.

Hoy me duele la ciática, la entrepierna, y no se me calma ni con las pastillas ni con la faja de abuelo. Eso no me pone de más mala hostia, ya venía de mala follá antes de mis dolores de riñones bajos. Por eso ya estoy cansado, a ratos, porque ya solo sirvo para hablar y quejarme. ¿Y vosotros qué…?

El humor negro es el humor más blanco y tierno. O no

El humor negro es el humor más blanco del mundo. La inocencia se une a la candidez para entender cómo es posible hacer humor con la ternura del que sufre. Aunque bien mirado, todos sufrimos, y a unos se les nota desde fuera y a otros desde dentro.

Ayer en un concurso de televisión estaba entre el público un invidente que se apresuró a seguirle al presentador algunos toques de humor sobre la ceguera. Si no se puede cambia lo inevitable, al menos, ríete de ello y disfruta del humor, que casi siempre es una buena terapia.

La democracia es como un niño pequeño y hay que mimarla


Cuando observas a los responsables de un país en suspenso, escapando de vacaciones a las calmas suyas, propias…, a uno le entran ganas de gritar. Y eso que sé jugar al ajedrez y entiendo perfectamente que a veces haya que jugar al engaño. Pero en este caso que se note el engaño a los que realmente hacen funcionar el país, que somos tú y yo, pues como que… en fin.

La democracia no es un juego, ni está asegurada por su propio nombre, ni es un proceso irreversible. 

La democracia se trabaja cada día, y en el caso similar al de los niños pequeños, hay que amarlos, alimentarlos bien y limpiarlos de polvo y paja. Lo contrario es ser muy poco responsable.

Europa está jugando desde algunos países, a joderse así misma. España es lo mismo de lo mismo. Mariano Rajoy sentó escuela con su “tranquilos, que el tiempo todo lo cura” aunque esa frase y decisión sea tan vieja como las orillas de los ríos. Lo malo es que no siempre funciona y a veces es muy arriesgada.

Jodámonos el aburrimiento. No sirve para nada

Me gusta escribir para que no me lean. Es el mejor indicativo de que soy raro de cojones, de que no intereso, de que soy distinto. Escribir con 63 años es un ejercicio extraño, creo que para salir del aburrimiento de la vida. 

La vida siempre es aburrida pues nos falta la libertad suficiente como para plantarnos y salir a la conquista. En realidad todxs nosotrxs somos cazadores de oportunidades, y cuando no las podemos pillar nos aburrimos.

Leo que Sabina y Serrat se van a las Américas a cantar, empujados ambos por sus mujeres que son amigas y según dice Joaquín unas brujas encantadoras. 

Las mujeres joden sin darnos cuenta, nos mandan y organizan desde el silencio nuestro pero… desde su pelea. Quien tiene una mujer que le quiera nunca está aburrido. Ellas se dedican a jodernos el aburrimiento.