8.12.23

¿Somos españoles, poco españoles o nada españoles?


El diario la Vanguardia publicaba esta encuesta de finales de 2023 sobre la duda de qué tipo de España queremos los españoles. El concepto de España y Español no lo supimos trabajar bien en los tiempos de la Transición. Por parte de nadie. Y se apoderaron unos pocos de esos conceptos, de esas banderas, poniendo en contra al resto. 

Luego con los años creció la división, fuimos torpes desde la izquierda en saber gestionar la idea de España encajada en lo que se quería y en lo que querían los viejos amigos del franquismo, y nos liamos todos.

Hoy España y ser español, a diferencia de lo que sucede en casi todos los países de Europa, es algo que suena más bien a conservador, a carca, a ser de derechas. Un gran error que todos admitimos, alimentado por los que quieren y abrazan la existencia de bloques.

Si nos movemos por países tan cercanos y diferentes como Suiza, Francia, Gran Bretaña, Alemania o Países Bajos por poner ejemplos que conozco, no hay duda ni sobre las banderas (el caso de Suiza es tremendamente curioso para los española) ni sobre la identidad. Y allí no tiene nada que ver todo eso, con ser republicano, monárquico, de derechas o de izquierdas.

La depresión y la ansiedad entre los trastornos afectivos


La depresión y la ansiedad, si no son graves y se han convertido en una enfermedad, son los trastornos más característicos de la vida afectiva. 

Ambos representan las formas más frecuentes de expresar los sentimientos, las emociones y las pasiones, que son las tres fórmulas esenciales de la afectividad.

Los sentimientos son el modo diario en que se manifiesta todo lo que no es intelectual, es subjetivo y siempre tiene una tonalidad positiva o negativa.

Una emoción es una vivencia de agitación más breve y recortada, pero súbita que se acompaña de síntomas físicos: Ansiedad, pánico, terror, desesperación… 

Estos siempre se producen de forma brusca perturbando el orden que tenía el sujeto.

Si nos referimos a las pasiones, éstas son experiencias internas tan intensas como una emoción, pero de duración similar a la de los sentimientos.

En cualquiera de estos estados se puede dar depresión o ansiedad dependiendo de la agudeza, intensidad y sobre todo la duración con que se vivan.

Existen unas zonas de influencia clínica en las que se entrecruzan manifestaciones de ambas series, hablamos en concreto de síntomas melancólicos y ansiosos asociados, ya que es posible que algunos trastornos depresivos mayores incluyan síntomas ansiosos.

Plan de Mejora para optimizar nuestro tiempo de trabajo

Debemos establecer un Plan de Mejora de nuestro tiempo de trabajo y del de nuestros colaboradores. Para aprovecharlo mejor, lograr más productividad y no presionar tanto.

Hay que optimizar los tiempos para que todos vayamos más descansados y nos quede más tiempo para pensar en mejorar y atender mejor a nuestros clientes. 

Los tiempos muertos son una enfermedad en cualquier empresa. Y no, los tiempos de descanso NO son tiempos muertos, son necesarios, por eso hay que cambiar los tiempos muertos por espacios de relajación.

Veamos algunos consejos fáciles a desarrollar para gestionar mejor nuestro tiempo:

Hay que tener una programación diaria o semanal de nuestro tiempo. Organizarlo, programarlo, distribuirlo.

Debemos tener una buena organización de despachos con nuestros colaboradores. Los espacios son importantes, su orden, limpieza y distribución.

Hay que organizar la delegación de tareas. Esto es muy importante para el clima laboral y para optimizar los tiempos.

Debemos eliminar las tareas no productivas. O al menos minimizarlas

Debemos organizar un control y filtro de las interrupciones.

Hay que ampliar y crecer en la formación de todos los colaboradores.

7.12.23

No sufras por los demás, no te tortures ni te critiques

La frase es un grito, más que un consejo. Somos unos torturadores y sobre todo torturamos sobre nosotros mismos. Nos retorcemos interiormente para nada, tal vez con la única posibilidad de dar gozo a nuestros enemigos. 

No hablas mal de ti mismo, es perder el tiempo y sobre todo la cordura aunque no te estés dando cuenta.

Los sufrimientos internos hay que llevarlos con gallardía, con orgullo, con entereza, con ganas de resolverlos, pero nunca como parte de un sufrimiento insalvable, como una gran cruz que nos pesa sobre el hombro para hacernos sufrir más de lo establecido por la pena. 

No seamos torturadores de nosotros mismos, por favor.

Sufrir es inevitable, pues la vida es larga dentro de su poco tiempo de duración. Pero una cosa es tener que sufrir por ciertos avatares, y otra es hacer de ese sufrimiento nuestro modo de ser y vivir. 

Levanta la cabeza y deja de torturarte. Respira profundamente y cambia el color de tu mirada.