19.3.24

Templar Gaitas en España, es rebajar la tensión

En las últimas semanas hemos ido caminando sobre el riesgo de ruptura en España con un aumento de los insultos sin medida, que dan como poco mucho respeto y algún temor.

Hablo de los titulares de los Telediarios, pero a su vez de Plenos Municipales de barrio para que sepamos que todo se ha contagiado ya, y de algunas declaraciones de concejales o Vicepresidentes de Aragón, de provocaciones como la rotura de programas, que son justificados desde otros partidos como ejercicios dentro de la libertad de expresión.

También tenían la misma libertad de expresión los que en antaño provocaban guerras mundiales y las tienen los que las provocan ahora y las quieren seguir manteniendo a costa del sufrimiento de medio mundo.

Hoy se hablaba ya, desde personas mucho más preparadas e informadas que yo, de lo que vengo diciendo aquí desde hace unos meses. 

Las guerras no se acaban cuando se firma la paz, pues dejan dolor, odios inmensos, armas repartidas e infancias que crecen desde esos odios y dolores.

Ya se habla sin tapujos de un posible crecimiento —en el futuro cercano— del terrorismo, que crecerá tras los dolores de las guerras, del hambre, del odio entre religiones y culturas. Siempre ha sido así, y no es fácil que lo consigamos cambiar.

Me vuelvo a España. 

Hoy el Ministro de Transportes —que se apellida como yo y eso me indica por su procedencia castellana que algo de familiar tenemos en la sangre vieja— hablaba de templar los nervios, o como decimos por mis tierras "templar gaitas". 

Debemos dejar de estar siempre cabreados pues no ayuda a encontrar soluciones.

Estamos cometiendo tantos errores de bulto, todos y todas, que vamos camino del caos que suele ser la puerta de entrada a la estulticia colectiva. Y esa es siempre peligrosa.

Julio Puente. 



15.3.24

Sobre qué escribiría hoy mi maestro Joseph Roth

Creadores de controversia y opinión, de juicios por aproximación, los periodistas están en crisis profesional. Lo denunciaba Trasobares en sus columnas desde los 80, se certificaba en cada ejercicio en el congreso de Periodismo Digital de Walqa que coordinaba. Algo se percibía, o todo, de lo que la libertad de expresión tenía que defenderse…

Como no periodista pero persona que en su juventud, moi, se planteó cursar un master en El País de periodismo para los que no lo somos, y así hacer con un papel las críticas de arte de la iniciativa montisonense de precioso nombre y magacín “El Oriental”, poder suplir los embarazos de mi admirada corresponsal Concha Silván en Binéfar o narrar el robo del bar de San Esteban de Litera de forma precisa y pulcra, lo que es difícilisimo siendo yo y las subordinadas, así como para informar o hacer reportajes, he querido participar de opinar, negar semejante aviso a no navegantes.

Porque siento que soy periodista o simplemente cronista de alma y por eso os doy la brasa, lo que acabado haciendo pese a mis limitaciones. Que fueron que en los 80 no se podía cursar mi carrera vocacional en Aragón y por ideología, quizás erré pero siento que hubiera afectado a mis principios e independencia aun teniendo la posibilidad familiar de molestar e imponerme a mis tíos, me negué a licenciarme en la privada Universidad de Navarra. Si solo fuera privada… perdonad el eufemismo nada republicano…

Cuando me planteo temas para colaborar o entro en barrena de falta de pasión, no de crisis, ante el documento Word en blanco, vuelvo a mis fuentes, que son jurídicas y literarias. A la pulcritud y la excelencia como jurista de Cesare Beccaria, al vuelo poético de Leopardi, a la capacidad narrativa sin tasa de Galdós o de Tolstoi.

Dejándoos a autores más psicológicos o introspectivos como Dostoiewski, Nabokov o Le Clézio, antes metía también a Javier Marías, para vosotros, tiendo a otros que me hablen desde lo autobiográfico.

Como en el caso de la denuncia de los colaboracionistas en cada sociedad existentes de Modiano (cada negociación de convenio o baja médica mal concedida lo hará un autor cada vez más abismal), el dolor por perder la autoridad moral con la repoblación judía de Palestina a cargo de Amos Oz y Grossman, siempre he optado porque me susurren la crisis de los Balcanes como víctimas falsos periodistas o reales como Pamuk, Ivo Andric o Kadaré; o busquen mi lamento en poesía por los paraísos griegos perdidos Kavafis o Séferis.

El aire narrador de huidas y epopeyas individuales de los seguidores de Cervantes en nuestro idioma, renovada su profundidad crítica gracias a las miradas de Delibes, Juan Marsé, Rafael Chirbes y tantos otros, nos han ayudado a completar la percepción de España como lugar en reconstrucción moral permanente.

Esa visión que nos legó por certificarla la siempre y aún molesta “Regenta” del periodista tirití Clarín. Respecto de abordar temas de interés o practicar la sutura o el trasplante en la vida política, social e incluso familiar poco hemos salido de “Vetusta”.

Lo que al exagerado falangista Mishima, enorme escritor, le encantaría; pero le molestaría a su impecable maestro Kawabata. Porque la vida sigue sutil… Kawabata pervive en el cine de Ozu, correa de transmisión hacia Kitano y Kore-Eda, quedándose Kurosawa en la épica imperial de la falta de sentido del humor.

Añadiéndole John Ford capacidad de denuncia irlandesa, profundidad de diálogos, horizontes nunca en medio, caravanas que desgarran la pantalla en diagonal.

En fin, extrañeza artística.

Como me gustaría viajar y degustar como el maestro Josep Pla, salir a cazar y aspirar el páramo como el director de jornal Delibes, traficar y exponer encontrando financiación mis sueños y aberraciones desérticas como Buñuel, o recorrer la noche al modo alcohólico de mi padre espiritual en narración, el enorme Joseph Roth, voy a combatir por la presente a tanto periodismo apesebrado, condicionado por la publicidad institucional en su libertad de expresión.

Para eso nacieron Aragón Digital y el Diario de Huesca, y no somos nunca del todo conscientes.

Para compartiros que el comodín ERTE de Andalucía que desactivó a Susana Díaz servía de coraza sistemática para que olvidáramos el presente de la nunca depuración socialista; para revelar la sospecha que salvo que nos haya salido Felipe VI presidente de la República por Grecia-Hannover, siempre se habla de las infidelidades del último Borbón y nunca del vigente; para exponeros que el profeta Roth estaría, con distanciamiento y precisión en sus momentos de escasa lucidez no alcohólica, lo mismo que el emigrado voluntario James Joyce, hablándoos no desde los felpudos del poder.

Sino haciéndoos comprender escribiendo en la noche de Delicias y como judío errante pero nunca errado, por sensible y poderoso, las vicisitudes de la emigración de un senegalés del pueblo no elegido; haciéndoos reflexionar sobre que no es lo mismo islamista, integrista, musulmán pero que a todos les perseguiremos como no propios, españoles administrativos de paso hacia Francia, porque los consideramos como al pueblo judío sometidos a una falsa epopeya de hombres religión.

Mi querido Joseph hubiera cerrado los prostíbulos, como únicos bares abiertos, en la Zaragoza de la Expo y medido con cinta de sastre a sus hipócritas usuarios –retratándolos con nombre de otro-, narrado irónicamente el hundimiento por proyecto deficiente del puente del Gladiolo, metiéndose en la trastienda de la pescadería para calibrar la influencia de poseídos y dependientes en la motivación de las decisiones de todo un sistema.

Estaría desesperándose de aburrimiento, inútil, desencantado de todas las tierras prometidas y viendo a la fundación Herzl como promotora inmobiliaria expropiante de beduinos sin escrituras, adelantando que el sionismo no dejaba sino de provocar asentamientos de efecto nunca humanista, narrando el abandono de los abuelos vecinos de cada núcleo aragonés y el bienestar animal que se les va a imponer, dedicando su sonrisa irónica a los manifestantes gremiales.

Vivió la noche de los cristales rotos, anticipo de las almas zombies con rayas arregladas por Joseba el de Carglass.

Mi maestro y vuestro maestro liberal e independiente Joseph. Que dejó tan tocado a Berlanga que Azcona le satisfacía en cada guion metiendo una frase de humor del absurdo en que se citaba al imperio austro-húngaro.

Mi húsar judío de cabecera, el más europeo de los europeos con Zweig y así le fue, hoy que Macron vuelve al proteccionismo y Andalucía a educar a los niños en música con saetas.

1924. Joseph Roth. Escribiste “Fuga sin fin”, revelador título que me representa.

2024. Tu siempre humilde y agradecido continuador. Luis Iribarren.

Porque en mi hambre mando yo.

11.3.24

Contra el terrorismo, investigación y trabajo


El terrorismo lo lleva en su nombre: TERROR. Su función es simplemente la de producir miedo en la población. Algo tan simple y fácil de alcanzar, necesita para contrarrestarlo de unos medios de análisis e investigación que son tremendos, para pelearse contra la facilidad de unos locos en crear ese TERROR.

Por ello el teatro escenificado, la selección de objetivos, la creación de ese miedo social bebe de otros parámetros diferentes de los que los ciudadanos entendemos como lógicos. 

Y todo esto lo saben bien los estudiosos del terrorismo, sobre todo en España, uno de los países mejor preparados para defendernos de esta lacra que previsiblemente con las guerras actuales, volverá en pocos años.

El atentado del 11M marcó en España muchos puntos de reflexión a todos los niveles. Ya éramos un país que había sufrido tremendamente el terrorismo en casi todos los segmentos sociales que aumentan el terror. 

Pero aunque ligeramente preparados para asumir el dolor, el 11M supuso un mazazo del que todavía no estamos totalmente repuestos. Ni las familias de los fallecidos y heridos, ni los madrileños, ni los españoles.

Escuchaba a un experto hablar de las nuevas ideas que por Redes Sociales escondidas se transmiten algunos ideólogos y jovenes radicales agazapados. Dan asco, pero cuidado, buscan con poco… asustar mucho.

Como es lógico no se da toda la información que tras desmantelar un grupo, se consigue. Entre ella la de conocer métodos, objetivos, modelos de organización y de comunicación.

La sociedad debe estar tranquila, pues precisamente es eso lo contrario de lo que buscan los terroristas. 

Pero a su vez debemos estar atentos, saber observar, saber comunicar y confiar en que somos capaces de  podernos defender. Y a la vez asumir que el concepto de CERO Riesgos, no existe en ningún lugar. 



8.3.24

El 8M y Eurovisión


Decía Flaubert que había que ser regular y ordenado en tu vida cotidiana, para poder ser violento y original en tu trabajo. En el mundo de las ideas, de las artes y del oficio de escribir ser violento y original tiene que ser de obligado cumplimiento; por tanto hablemos de feminismo y de zorras ya que llega el 8 de marzo y Eurovisión.

Zorra, parece ser el epíteto que ahora está de moda o demodé, diría yo, porque esto de llamar puta, guarra, zorra cuando se quiere insultar a la mujeres es algo del pleistoceno pero que contiene una realidad muy certera, cómo se valora la sexualidad y la independencia en la mujer o como se han llegado a confundir los términos con actitudes que se alejan de lo que se presupone. La canción de la Eurovisión con su “Zorra” (a mí ni fu ni fa su calidad musical), si tiene algún valor, es que genera controversia y con ella, aplicando el raciocinio y el sentido común (ya sé que en estos tiempos pido mucho) se pueden sacar agudas reflexiones o entendimientos entre ideas contrapuestas.

Si yo hace más de 20 años ya vi cómo el término feminista se tergiversaba e incluso cuando denunciabas algún caso de acoso laboral (una vez me pasó en mi vida) te salían con esto de que no te debían de gustar los hombres porque qué había de malo que accedieran a tus datos personales (hoy esto sería delito ya que hay una Ley de Protección de Datos), te llamaran a tu casa y te trataran como si fueras una elección entre un rebaño de ovejas. Diré que quien decía esto era una mujer de alta promiscuidad sexual (lo cual ya delataba su caos interno) y estímulos varios que eran la comidilla entre los que trabajábamos ahí. Porque vamos a decir una realidad que parece que, por esto de lo políticamente correcto, no se puede decir: hay mujeres machistas, inseguras, débiles que hacen flaco favor a las que venimos denunciando todos los comportamientos machistas. Ser feminista no es ser machista al revés. El feminismo para empezar se debe defender entre mujeres y hombres (no solo mujeres) y aquel no odia a los hombres, más bien se defiende de los hombres que odian y tienen un miedo o complejo de inferioridad evidente frente a las mujeres.

Una vez dirimido este punto pasemos a hablar de qué es lo que ocurre en las diferencias y batallas que hay dentro del feminismo, como ocurren en casi todas las ideologías, bien sean religiosas, políticas, económicas, sociales... Yo pertenezco a esto que llaman despectivamente Irene Montero y compañía el feminismo clásico, pero que es el que, en momentos crudos de este país, ha hecho que todas tengamos hoy en día derechos que antes eran impensables. Me postulo con la postura de la filósofa Amelia Valcárcel sobre el caos del último Ministerio de Igualdad y su Ley Trans (y cuidado que soy de izquierdas porque estamos en un punto que si criticas posturas ideológicas cercanas a ti ya te tildan fanática de Vox).

Así que en este como en todos los 8M se verán estas divisiones que han existido en el feminismo porque en demasiadas ocasiones impera el ego, la inoperancia, el sectarismo, la dictadura ideológica y una que desde que iba a parvularios no me ha gustado formar parte de ningún tipo de asociación, organización o grupo, porque si algo valoro es mi independencia y no me gusta mandar ni que me manden para tener una crítica constructiva que solo se puede hacer desde una libertad ideológica. Me da pena y rabia cuando observo a mujeres que, bajo postulados feministas, legitiman su postura débil, insegura, de patologías dependientes en teorías feministas y que lo único que hacen es dar valor al machismo al tratar con paternalismo al resto de mujeres como niñas traumatizadas y es cuando una, que es de naturaleza tranquila, (creo que he perdido los nervios tres o cuatro veces en mi vida por causas justificadas eso sí) le sale la vena contestataria.

La canción de la Eurovisión, Zorra, pretende con esta palabra incomodar o empoderar, pero cuidado con los empoderamientos encubiertos de una falsa libertad porque llevan a una esclavitud indigna. Está bien como un ejercicio que pretende sorprender con un insulto malsonante pero si no se sustenta en una base firme que dé igualdad entre los sexos no es más que un artificio que te puede hacer gracia durante un tiempo. Habría que analizar si en esta sociedad se valora por igual o se acepta los mismos comportamientos entre hombres y mujeres porque esto daría para varios artículos.

Si en este mundo, no empezamos a ver la llaga en vez del dedo que la señala como hacen los necios, máxima de Confucio, no encontraremos la clave para asumir entre todos el feminismo como se asume la defensa de los derechos humanos o del medio ambiente. ¿Por qué algo tan simple se enfanga, se tergiversa y, por desgracia, se politiza como en tantas otras cuestiones?

Olga Neri