26.11.10

Taller de escritura 21. Técnicas de escritura, trucos y herramientas

Para escribir a veces es bueno tener un pequeño despacho, un lugar recogido y amable, cómodo y con lo imprescindible. ¿Y qué es lo imprescindible? ¡Uff! Pues con muy poco ya sirve, si estamos bien.

El ambiente

Pero otras veces para escribir es mucho mejor salir al campo, refugiarse en una cafetería ruidosa y llena de gente, terminar en una biblioteca. 

Depende de mucho aspectos, pero sobre todo de cómo te encuentras en ese día, de qué escribes, del espíritu que envuelve al escritor y a su trabajo. Parece contraproducente, pero no lo es. 

Funciona muy bien envolverte en un ambiente que provoca. Aunque no precisamente tenga que ser mimético al tema sobre el que escribes. Esto lo detectamos cada uno de nosotros. 

Si se quiere hablar de un lugar tranquilo, amable, silencioso, no siempre lo mejor es disfrazarse metido en un lugar similar para acariciar las mismas experiencias. Eso depende de nuestra forma de ser, del humor de ese periodo de vida.

A mi no me gustaba escribir con música, aunque hay escritores que sin ella no son capaces de centrarse. Ahora la música me ayuda, aunque sea ruidosa, depende del día.

Me funciona muy bien tener alguna voz de fondo que parece distraer, una televisión o una radio. Sé que esto a muchos escritores les destrozaría la imaginación, los desviaría hacia diversos lados.

Depende del tipo de escritura, depende de los días.

Escribo en ordenador aunque valoro mucho los escritores que tienen la paciencia de escribir en libretas y luego corregir cuando lo pasan al ordenador o corregir sobre el papel y al final, sólo al final, terminar con la obra mecanografiada. Son herramientas diversas.

El final siempre es el lector 

Me parece una equivocación no emplear el ordenador para tener al menos la seguridad de que ya no será necesario picar el texto de nuevo. Pero el lujo de tener las libretas donde podemos contemplar con el tiempo todas las versiones de lo escrito es también un lujo.

Mi rapidez tecleando es similar a la de pensar, y a veces con escritura manual no consigo la misma velocidad.

Los instantes de pausa para revisar las líneas me sirve para refrescar el pensamiento, para distraer mi mente de lo escrito y así buscar nuevos caminos, diferentes visiones de la escena.

Hay escritores que emplean la pluma con tinta pues les ofrece un tipo de escritura y velocidad diferente al bolígrafo. Incluso hay personas que prefieren escribir con lápiz para poder borrar. 

Todo es relativo, y lo importante es que cada uno empleamos las técnicas que más nos gusten.

Todo sirve para escribir 

Son técnicas que cada uno amoldamos a nuestro gusto, a nuestra forma de ser. Lo importante es escribir.

Y reconozco que llevar siempre una libreta en el bolsillo sirve sobre todo para que no se pierdan ideas, para que no se olviden frases o palabras, nombres de personas o descripción de escenarios.

Una libreta de papel o la agenda del teléfono móvil que hace su papel perfectamente.

Nada hay mejor para saber escribir bien, que escribir mucho

Escribe. Si no tienes nada que hacer, si estás lleno de energía, sea negativa o positiva, escribe. Escribir cura. Cura de lo malo y ayudar a suspirar sobre lo bueno. Hacer crecer las buenas ideas y aleja las malas, vacía el pensamiento y deja espacio para otros nuevos, quien sabe si a lo mejor mucho más positivos.
Escribe. Es muy sencillo, es barato, es libre, es reconfortante, es maravilloso. Lo de menos es que te lean, lo de menos es que lo que escribas sirva para algo, en serio. Sé que estos no lo entiendes bien, que si te gusta escribir no lo compartes y si no te gusta escribir pensarás que vaya consejo para animarte. Pero es cierto. Los mejores escritos los harás si piensas en ti primero y en los lectores después.
Los lectores son muy necesarios, son el alimento…
de tu afición, pero para tenerlos no deben pensar en ellos, es mejor que permanezcan ocultos en tu pensamiento, que vengan a hurtadillas a pillarte desprevenido. Si quien monta una empresa piensa en los beneficios, lo tiene mucho más crudo que quien piensa en crecer y crear. Aunque en realidad todos buscan los beneficios. Pero unos piensan en ellos y otros hacen como que no piensan. Los lectores son igual, unos seres maravillosos pero que no deben añorarse pues traen mala suerte. O no, vete a saber.
Lo importante son tus escritos, tus ideas, lo bien que corrijas, lo que te exijas en tus trabajos, lo bien se sepas vender tu obra, el tener suerte, el seguir trabajando, el escribir, el trabajar, el escribir mucho, el trabajar mucho. Y si tienes dudas, ya lo sabes; escribe.