1.12.10

La paciencia, como una forma de entender la vida

La paciencia puede llegar a terminarse, incluso para la persona más paciente, con mejores fondos. La paciencia demuestra la madurez de la persona el saber esperar con el tiempo a que los sucesos tengan otro color, se puedan ver desde otra óptica, con otra visión. Pero también se acaba en aquellas personas que con buena fe intentan encontrar soluciones a los problemas y dejan que el tiempo juegue a favor de las soluciones. La paciencia es hermana de la experiencia, del saber hacer, del uso del tiempo y la calma, del diálogo y la negociación incluso con uno mismo.
Con paciencia se domina el mal, que se soporta con estoicismo y calma; que ayuda a aceptar los problemas y a relativizarlos; que sirve para intentar ser más feliz desde la superación y el entendimiento de los problemas en distintas clases, con distintas urgencias, con distintas velocidades.
Sé paciente y respira de la vida, sé suave y ten calma.

30.11.10

Nadie nos puede pedir que hagamos las cosas de otra forma, si las hacemos lo mejor que sabemos

Hay días malos y días peores. Pero en todos ellos hay siempre una sonrisa de un familiar, el abrazo de una hija o hijo, el eso de una persona con amor, que compensa la pelea hasta el desplume.
No vale disimular, no sirve de nada agachar la cabeza. Ante los problemas: solución, resolución, avanzar, explorar nuevos caminos, tener la cabeza erguida, volver al hogar convencido de que has hecho lo posible. Posiblemente no sea lo mejor, pero es igual, no somos perfectos, lo importante es sentirte bien por haber hecho lo mejor que sabes lo que tenías que hacer.
Sentirse bien depende sobre todo de intentar hacer las cosas lo mejor que sabes.