31.1.11

Si avisaran en la tele cada vez que sale un tonto, no habría descanso

En Irán han ahorcado a un pobre hombre que se creía Dios y había logrado sumar incluso a simpatizantes que le creían "su" Dios, que ya es de tontos. Que digo yo, que qué mal habrá hecho este inocente de Irán creyéndose Dios, a una sociedad que adora a Dios constantemente, algo que por cierto se creen muchos dictadores y encima llevan las manos
manchadas. Ahorcar a un pobre loco es de tontos, y no subo la intensidad de mis adjetivos por miedo, que estos del Irán son de cuidado. Pero ser loco en Irán también es de tontos, por que este pobre hombre si se hubiera venido hasta España podría seguir siendo Dios e incluso presentarse a Gran Hermano o salir en Sálvame para llevarse unas buenas cantidades y seguir comprándose túnicas.
Lo que hace estar loco en un país o en otro ¿verdad?.
Ahora me dicen a mi espalda, que los que en España se creen Dios no es que estén locos ni tontos, es que son unos jetas redomados y que han aprendido a jugar con los medios. Pues vaya, ya no te puedes fiar ni de los que se creen Dios. Es una pena que no salga un cartel en la pantalla de televisión cada vez que sale un tonto de baba, avisando. Vamos igual que cuando ponen un anuncio dentro de un programa. Al menos todos nosotros detectaríamos mejor a los tontos que cobran de los tontos que van de gratis. Claro que si tuvieran que estar anunciando con un cartelito cada vez que sale un tonto, al final lo dejarían fijo.

El orgullo del padre de un licenciado que sabe lo que cuesta conseguir las cosas

Ya tengo un licenciado en la familia, una meta alcanzada por un hijo (casi) a la primera en todo y que su padre no logró por motivos económicos. En todo proceso de vida el esfuerzo es necesario para saber valorar las cosas. Aquello que resulta fácil, sencillo, sin precio mental, sin dolor y esfuerzo no es retenido con fuerzas, no es defendido
con el poder del que sabe lo que cuesta conseguir las metas que se propone. Por eso hay que empezar a trabajar en la sociedad estos valores de trabajo, esfuerzo, lucha, energía, carácter personal contra las dificultades, personalidad propia que se va construyendo sobre los edificios que cada uno de nosotros vamos cimentando con nuestra vida.
Las personas tenemos “cosas” pero no tanto valores, pues se están pasando de moda. Tristemente hemos dejado de valorar lo importante por que cuesta energía y ahora está de moda lo más sencillo, lo fácil, lo que no cuesta nada, el todo gratis. No es moralina sencilla, no serviría de nada, se trata de intentar restituir los valores que han servido durante decenas de siglos para ser mejores. Nunca se han conseguido acciones interesantes en la historia de la humanidad, desde las clases medias, si antes no han mediado grandes esfuerzos. Los ricos de nacimientos pueden elegir como construir su vida. Los pobre no pueden elegir de ninguna manera. Sólo las clases medias del mundo occidental pueden elegir si optan por esfuerzo y trabajo o si optan por la vaciedad y la pereza. Como padre estoy hoy muy orgulloso de mis hijos. Cada uno en su medida y lugar, en su posición de vida.