No dejamos de jugar por el hecho de hacernos adultos, nos hacemos adultos cuando dejamos de jugar. Bernard Shaw.
No sabría decir dónde finaliza el juego y dónde la tristeza real de la vida sin ánimo, sin estímulo, sin pasión. Jugar además de ser positivo es una hermosa manera de lograr excelentes objetivos. Picasso o Miró nunca dejaron de jugar muy en serio, y como ellos miles de artistas, empresarios con sus riesgos, innovadores con sus osadías, relaciones públicas con sus experimentos para lograr objetivos positivos, entrenadores para obtener triunfos que levantaran la moral.
Jugar es una de las actividades humanas más válidas. Los animales juegan toda la vida, los humanos como animales que somos también, aunque deseemos disimularlo. No es fácil unir el jugar con la violencia. Cuando te conviertes en violento ya no estás jugando, te estás amargando. Son incompatibles jugar y ser violento, pues el jugar supone delicadeza, disfrute, alegría, pasión, vida compartiendo gozo.
Recuerda que la vida te devuelve lo que tú le has dado. Si eres de los que repartes, recibirás el gozo de la felicidad. Aunque solo sea por saber tú mismo que eres válido repartiendo.
14.8.19
Dios no existe… o es un incapaz
La vida es un constante contrato entre las partes de uno mismo y algo que no conocemos ni somos capaces de imaginar. A veces lo firmamos con letra y otras de forma verbal o con la mirada. Incluso los hay que con un simple apretón de manos dan por finalizado las negociaciones. Un contrato es algo muy serio. Y si hay dudas mirar la viñeta de Gila con la que acompaño el texto.
Nada hay más serio que la muerte programada. Y más válido que la muerte de susto en una noche fría. Lo malo no es la muerte sino el dolor asociado.
Yo no creo en Dios… pues de existir vaya pedazo de incapaz por permitir el mundo que tenemos.
Lo digo yo que soy de los que tienen suerte. Si existiera Dios permitiendo el dolor que existe entre inocentes, tendríamos que concluir que es malo. Así que prefiero pensar que no existe.
No sé el motivo por el que hablo de muerte cuando desearía hablar de vida. Debe ser que van unidas. Si viene la primera es porque antes hemos tenido la oportunidad de gozar de la segunda. Otra cosa es que no hayamos podido o sabido aprovechar bien los tiempos. En realidad todo son eso, tiempos entre que empieza la película y asistes a la música final.
Nada hay más serio que la muerte programada. Y más válido que la muerte de susto en una noche fría. Lo malo no es la muerte sino el dolor asociado.
Yo no creo en Dios… pues de existir vaya pedazo de incapaz por permitir el mundo que tenemos.
Lo digo yo que soy de los que tienen suerte. Si existiera Dios permitiendo el dolor que existe entre inocentes, tendríamos que concluir que es malo. Así que prefiero pensar que no existe.
No sé el motivo por el que hablo de muerte cuando desearía hablar de vida. Debe ser que van unidas. Si viene la primera es porque antes hemos tenido la oportunidad de gozar de la segunda. Otra cosa es que no hayamos podido o sabido aprovechar bien los tiempos. En realidad todo son eso, tiempos entre que empieza la película y asistes a la música final.
Suscribirse a:
Entradas (Atom)