2.9.25

Somos personas, pero no creemos en otras personas


Buen día lectores. Ya sé que os sentís personas, faltaría más. Somos personas, pero no tengo tan seguro que lo tengamos muy claro, aunque parezca algo tan sencillo como reconocerse lo que somos.

¿En nuestras decisiones políticas pensamos SIEMPRE que se trabaja y se decide para personas, sobre sus calidades de vida, de futuro, del día a día, de sus hijos y descendientes? ¿Las personas importamos en o ante las decisiones de los que mandan? ¿De verdad lo piensas?


Hablo de personas en concreto, no es abstracto.


Construimos todos los días las calidades de vida que vamos a disfrutar o sufrir. Y en teoría si somos humanos, deberíamos trabajar para todos los humanos, los de cerca y los de lejos. 


Pero ya sé que eso suena a imposible pues dentro de cada uno de nosotros somos pequeños egoístas.


No vamos a dejar de ser egoístas, eso lo asumo, yo tampoco soy capaz de ser bueno, pero al cambio, igual no estaría mal conocer algo del humanismo básico y repartirlo a quien nos encontremos. 


Cada uno de nosotros como sepamos y podamos, que nada estaría mal si practicamos algo de amor y de reparto, y admitiendo que ni todos nacemos sabidos, ni todos podemos hacer lo que deseamos.


Lo curioso es que todos pensamos que lo hacemos bien, lo realizamos pensando en las personas, deseando lograr buenos objetivos. Pero por desgracia no es así, pues los resultados no siempre son los correctos.


Los insultos constantes son una forma de violencia, y no solo verbal pues es contagiosa. Pero parecemos incapaces de pararla. Nos gusta crear guerras pues llevamos miles de años con ese ejercicio selectivo de matar y morir. 


No queremos resolver el hambre ni la pobreza. Seguimos utilizando esclavos aunque los disfracemos de presuntos derechos. Nos creemos dueños de los territorios cuando no lo somos ni de nuestra vida.


¿Deseamos trabajar para las personas sabiendo que nosotros también somos personas?

1.9.25

China también se prepara para liderar el mundo


Buen lunes de inicio de temporada, lectores. Mientras Donald Trump sigue empeñado en demostrar que es el dueño del mundo a base de garrotazos y miedos arancelarios, en la ciudad de Tianjin se han reunido más de 20 Jefes de Gobierno liderados por China, Rusia, India, Iran, Arabia o Bielorrusia y Turquía, demostrando que para liderar el mundo no hay que asustar tanto, y sí, tener amigos o al menos compañeros de enemigos comunes.


Este fin de semana se han organizado decenas de reuniones al más alto nivel entre los diversos dirigentes y asesores de todos estos países en donde tampoco está presenta la Unión Europea, que está en tierra de nadie. Ni somos amigos de ninguna de las dos posibilidades ni somos enemigos de ninguna de ellas.


En la medida en que los EEUU sigan asustando, más se tendrán que unir el resto del Planeta, es decir ese Sur y parte de Europa, que no le gustan nada que le toquen sus futuros. Los torpes de cierta Europa y sobre todo de los EEUU deberían pensar que no va tanto de ideologías o de intentar ser nacionalistas egoístas, sino de estrategias geopolíticas.


Tus vecinos, siempre y desde siempre, o tienen que ser amigos, o serán enemigos. Lo más complejo es conseguir que sean neutrales y te tengan que soportar en tus chulerías.