27.11.25

Qué es la depresión leve o media? Síntomas básicos (1)

La depresión leve, en su principio es una situación personal sobrevenida que nos cambia la forma de ver la vida que nos rodea, que nos afecta, que es “nuestra” forma de comportarnos desde la fecha en la que se asienta dentro de nosotros, sin saber ni por qué, ni para qué. 

Y es una de las situaciones personales más frustrantes que podemos padecer, pues no somos capaces de encontrar la mejora, la salida por nosotros mismos, y a veces ni con ayudas de profesionales.

Muchas veces sabemos que estamos mal; que incluso lo que padecemos nos parece tan sencillo de cambiar, como decidir cambiar…, pero no somos capaces de hacerlo.

Sabemos que lo notan los que nos rodean, no sabemos explicar bien qué padecemos, nos parece incluso una tontería, pero la misma incapacidad para resolver lo que consideramos un mal menor, nos lleva a que se vaya convirtiendo en más fuerte cada vez.

A veces tenemos tristeza, otras veces no sentimos nada de nada, estamos ausentes y además lo parecemos ante los demás, pues no queremos ni sabemos disimularlo. 

No atendemos nuestras obligaciones, nos castigamos sin querer de forma leve, no atendemos a los demás y sobre todo no nos atendemos a nosotros mismos.

Estamos vacíos y por ello paralizados de mente y de cuerpo. Ni pensamos ni actuamos. Y sufrimos subidas y bajadas de este estado de ánimo algunas veces al cabo de cada día o entre días. Se repite nuestro estado, nuestro dolor, sin poder controlarlo.

No es simplemente estar un día o una semana de bajón o de pasar por algún motivo concreto una mala racha, ni es algo que simplemente se pueda “superar” por sí sólo.

No se está deprimido por un motivo que se pueda explicar y que todos los que nos rodean entenderían.

Si algo concreto y cierto nos ha llevado a lo que creemos es una depresión, esta se resolverá, a poco que recibamos ayuda.

Pero la depresión se produce muchas veces sin ningún motivo que quien la padece pueda explicar con claridad.

Nadie elige estar deprimido. Pero a veces el deprimido no sabe decidir por sí mismo, ni tan siquiera que debe curarse.

España débil, cada vez más polarizada


La estética en los asuntos graves o importantes que afectan a países enteros, a sociedades, es tan importante como la estricta legalidad, pues las formas y la estética afecta a los que contemplan, y si hablamos de asuntos públicos, los que observan son el conjunto de la sociedad, que entonces se divide, se polariza, se revuelve.

No es de recibo vivir en una Democracia sobre el papel, pero frenarnos en los espíritus básicos de cualquier democracia. 

Cuando se revuelven las formas políticas y sociales en una sopa de dudas por inoperancia o por egoísmo personal, de nada sirve decirnos todos que somos un país democrático, si una mayoría de la población no se lo cree, divididos además en dos bloques perfectamente enfrentados.

O alguien en esta España del 2025 y 2026, pone freno con inteligencia política a la actual situación, o todos intuimos hacia donde vamos caminando sin frenar ninguna de las sangrientas dudas que nos afectan.

España escribe siempre sus historias con sangre, llevamos siglos así. De sangre además numerosa y repartida por igual entre bloques, hasta que una mitad pierde definitivamente la razón y sus razones, incluso a sus personas. 

Y en medio quien queda destrozada es España y su futuro. Se repite la imbecilidad, lo repetimos incluso como señal de que conocemos lo que está sucediendo, pero no reblamos, no pedimos tiempo muerto.

Algo muy importante en España lo tenemos muy mal diseñado, para que seamos tan imbéciles durante tantos siglos. 

Siendo además, que sabemos lo que sucede, conocemos nuestras debilidades, y tenemos vecinos (países) en donde fijarnos, si somos incapaces de saber qué camino tomar es que no queremos cambiar.