18.3.19

Hay que reinventarse el oficio, la vida ¿Cómo lo hacemos?

Muchas veces nos toca reinventarnos, lo que hasta ese momento era todo nuestro futuro, nuestra mochila, se viene abajo por algún motivo que no podemos controlar. Hay multitud de oficios que a veces se tambalean, que desaparecen, y con ellos personas que debemos reinventarnos el futuro que tenemos ya por delante, sea profesional o simplemente vital. 

Por ello tenemos que empezar a decidir de nuevo sobre algunos aspectos básicos pero fundamentales para encontrar un éxito que nos permita volver a tener espacio, posibilidades, triunfos, vitalidad. 

Veamos algunas de las decisiones hay que tomar.

Hay que elegir un camino nuevo, concreto, motivante, con capacidad para sentirnos bien y con posibilidades de retomar los éxitos que necesitamos, sean pocos o muchos. Tenemos que buscar alternativas a lo anterior, ver nuestras capacidades de adaptación y de aprendizaje.

Es inevitable experimental, tomar riesgos, pensar en actividades nuevas, especializarnos en algo diferente, construir nuestro futuro a base de darnos oportunidades y de creer en nosotros mismos.

Tenemos que darnos tiempo para poder encontrar la salida, la nueva entrada, sin prisa pero sin pausa. Hay que volverse a motivar, hay que volver a creer en nosotros, hay que estar motivados para las nuevas peleas.

Hay que conocer a nuevas personas, hay que trabajar con ellas, aprender de ellas, intercambiar formación, responder a tus intereses pero también encajar en la nueva organización y ofrecer soluciones.

Tenemos que aprender nuevas habilidades profesionales, y admitir que esto es complejo pero no imposible. Que es inevitable buscar apoyos y encontrarlos para poderte afianzar sobre ellos. Que debes crear dentro de ti una nueva profesionalidad, posiblemente bastante diferente a la pasada. La experiencia siempre sirve, pero igual hay que darle algunas vueltas para adaptarla a los cambios y a las nuevas oportunidades.



14.3.19

Viejos prematuros a los 40 y 50 años. Una enfermedad nueva

Todos los máximos dirigentes de la política española actual tienen entre 40 y 50 años. Todos nacieron después de que el dictador se muriera, ninguno corrió delante de los grises pidiendo libertad o democracia. Pero todos son como muy bien dice hoy Santos Juliá con otras palabras, unos viejos prematuros.

España necesita políticos jóvenes aunque tengan 65 años y no viejos aunque no hayan llegado a los 40. La edad mental no es cuestión de sumar sino de “ser”, no es cuestión de años sino de crecer. Y hoy en España estamos demostrando que somos unos viejos prematuros que no sabemos ni dónde estamos ni hacia dónde deberíamos ir.

En pocas semanas podemos entrar en un ejercicio en la España del futuro de NO PODER gobernar. Es cada vez más posible si nos atenemos a los sondeos. No existe debate de ideas, no hay planteamientos para la España del futuro, no existe respeto básico ni confianza creíble. Hay en cambio mucha desafección.

Si miramos a Europa el problema se reproduce. El caso del Brexit es de premio a la estulticia. Nadie sabe cómo avanzar, cómo salir o quedarse. Los crecimientos de las políticas nacionalistas de hace un siglo que nos llevaron a la muerte es otro ejemplo. Los que superamos los 60 estamos viendo atontados a los nuevos jóvenes viejos que no saben tener protagonismo resolutorio, excepto para tener PROTAGONISMO PERSONAL. 

¿Estamos tontos? ¿Quien nos ha contado que la política es tener razón en lo personal y odiar a los demás, olvidándonos del diálogo y la reflexión? ¿Pero y esos años de escuela y universidad para qué os han servido?

España se parece a un país sin ascos

Podríamos pensar que estamos en la Edad Media o en el esclavismo romano, pero no, estamos en la Celtiberia Show del año 2019, cuando todo es posible. España es así, capaz de joderte el corazón sin preguntarte qué tal estás. Ayer (dicen que) se dijeron dos barbaridades que van a pasar sin cobrar precio por ellas.

—Mira negra, si estás embarazada y nos regalas el hijo, te dejamos que sigas en España unos meses más, hasta que te expulsemos cuando nos lo entregues.

—Mira VOX, deja de presentarte en provincias de mierda y sin gente, de esas que no hemos querido ni sabido resolver la despoblación, pues eso es votar a los socialistas si te votan a tí, dividiendo el voto.


Curiosamente esta España es capaz de soportar esto y mucho más. No pasa nada. Podríamos parecer un país de mierda, pero en cambio estamos en la Unión Europea y a punto de votar a cualquiera de estas cabezas pensantes que desean gobernarnos a los 47 millones de personas que parecemos normales.

Lo segundo se resuelve rápido. Se podrían repartir las provincias. Yo me presento en Soria y tú en Teruel, yo en Guadalajara y tú en Cáceres. 


Lo primero, esa barbaridad que ni Carandell hubiera tenido huevos de publicar en su libro, se podría adornar con un detalle más.

—Si es chico te regalamos un teléfono móvil y si es chica un cepillo de dientes. Nuevo, eso sí.

Los 4 primeras preocupaciones de las empresas

El Observatorio Vodafone nos presenta hoy este gráfico con las inquietudes (sobre todo) de las empresas pequeñas en tiempos de crisis constantes a las que ya casi nos estamos acostumbrando. Vemos que la preocupación mayor es lograr nuevos clientes lo que sin duda es totalmente cierto en todo momento. Los clientes no son eternos, no tienen por qué ser fieles y nuestra capacidad de supervivencia pasa siempre por estar siempre buscando clientes nuevos, sin orillar ni desatender a los clientes de siempre, más todavía a los clientes fieles.

En la misma línea está la preocupación del crecimiento de la competencia, pues son ellos los que nos restan clientes. Los clientes normalmente no desaparecen, simplemente cambian de proveedor. Y lo que nos preocupa no son los proveedores ya asentados sino la llegada de nuevas competencias a unos mercados ya heridos y que lleguen con ideas rompedoras para abrirse espacio.

El tema de los precios es tremendamente crítico pues afecta en estos tiempos a nuestro futuro empresarial. ¿Qué precios podremos tener dentro de un tiempo, que nos garanticen viabilidad o inversiones? Pues nunca lo podemos saber con exactitud en la mayoría de los sectores. Hay que saber adaptarse a la movilidad de los precios, aunque siempre suponen un grave problema de viabilidad. El mercado es libre pero en estos tiempos es además totalmente desconocido al entrar empresas globalizadas o grandes corporaciones que desean hacerse dueños de sectores.

Tener personal de calidad en nuestra empresa es un grave problema en estos tiempos de indignidad laboral donde hemos perdido el concepto de tener calidad entre nuestros colaboradores y que estos tengan fidelidad al proyecto y estén motivados y seguros. No es nada fácil crear buenos equipos, pues las personas se han acostumbrado a que cualquier empresa o proyecto puede despedir con suma facilidad.

De todas las formas, estas respuestas del gráfico nos sirven para comprobar que los problemas son comunes, los tenemos todos y no son fáciles de resolver, pero para eso estamos en las empresas, para conocerlos y controlarlos.