11.3.24

Contra el terrorismo, investigación y trabajo


El terrorismo lo lleva en su nombre: TERROR. Su función es simplemente la de producir miedo en la población. Algo tan simple y fácil de alcanzar, necesita para contrarrestarlo de unos medios de análisis e investigación que son tremendos, para pelearse contra la facilidad de unos locos en crear ese TERROR.

Por ello el teatro escenificado, la selección de objetivos, la creación de ese miedo social bebe de otros parámetros diferentes de los que los ciudadanos entendemos como lógicos. 

Y todo esto lo saben bien los estudiosos del terrorismo, sobre todo en España, uno de los países mejor preparados para defendernos de esta lacra que previsiblemente con las guerras actuales, volverá en pocos años.

El atentado del 11M marcó en España muchos puntos de reflexión a todos los niveles. Ya éramos un país que había sufrido tremendamente el terrorismo en casi todos los segmentos sociales que aumentan el terror. 

Pero aunque ligeramente preparados para asumir el dolor, el 11M supuso un mazazo del que todavía no estamos totalmente repuestos. Ni las familias de los fallecidos y heridos, ni los madrileños, ni los españoles.

Escuchaba a un experto hablar de las nuevas ideas que por Redes Sociales escondidas se transmiten algunos ideólogos y jovenes radicales agazapados. Dan asco, pero cuidado, buscan con poco… asustar mucho.

Como es lógico no se da toda la información que tras desmantelar un grupo, se consigue. Entre ella la de conocer métodos, objetivos, modelos de organización y de comunicación.

La sociedad debe estar tranquila, pues precisamente es eso lo contrario de lo que buscan los terroristas. 

Pero a su vez debemos estar atentos, saber observar, saber comunicar y confiar en que somos capaces de  podernos defender. Y a la vez asumir que el concepto de CERO Riesgos, no existe en ningún lugar. 



8.3.24

El 8M y Eurovisión


Decía Flaubert que había que ser regular y ordenado en tu vida cotidiana, para poder ser violento y original en tu trabajo. En el mundo de las ideas, de las artes y del oficio de escribir ser violento y original tiene que ser de obligado cumplimiento; por tanto hablemos de feminismo y de zorras ya que llega el 8 de marzo y Eurovisión.

Zorra, parece ser el epíteto que ahora está de moda o demodé, diría yo, porque esto de llamar puta, guarra, zorra cuando se quiere insultar a la mujeres es algo del pleistoceno pero que contiene una realidad muy certera, cómo se valora la sexualidad y la independencia en la mujer o como se han llegado a confundir los términos con actitudes que se alejan de lo que se presupone. La canción de la Eurovisión con su “Zorra” (a mí ni fu ni fa su calidad musical), si tiene algún valor, es que genera controversia y con ella, aplicando el raciocinio y el sentido común (ya sé que en estos tiempos pido mucho) se pueden sacar agudas reflexiones o entendimientos entre ideas contrapuestas.

Si yo hace más de 20 años ya vi cómo el término feminista se tergiversaba e incluso cuando denunciabas algún caso de acoso laboral (una vez me pasó en mi vida) te salían con esto de que no te debían de gustar los hombres porque qué había de malo que accedieran a tus datos personales (hoy esto sería delito ya que hay una Ley de Protección de Datos), te llamaran a tu casa y te trataran como si fueras una elección entre un rebaño de ovejas. Diré que quien decía esto era una mujer de alta promiscuidad sexual (lo cual ya delataba su caos interno) y estímulos varios que eran la comidilla entre los que trabajábamos ahí. Porque vamos a decir una realidad que parece que, por esto de lo políticamente correcto, no se puede decir: hay mujeres machistas, inseguras, débiles que hacen flaco favor a las que venimos denunciando todos los comportamientos machistas. Ser feminista no es ser machista al revés. El feminismo para empezar se debe defender entre mujeres y hombres (no solo mujeres) y aquel no odia a los hombres, más bien se defiende de los hombres que odian y tienen un miedo o complejo de inferioridad evidente frente a las mujeres.

Una vez dirimido este punto pasemos a hablar de qué es lo que ocurre en las diferencias y batallas que hay dentro del feminismo, como ocurren en casi todas las ideologías, bien sean religiosas, políticas, económicas, sociales... Yo pertenezco a esto que llaman despectivamente Irene Montero y compañía el feminismo clásico, pero que es el que, en momentos crudos de este país, ha hecho que todas tengamos hoy en día derechos que antes eran impensables. Me postulo con la postura de la filósofa Amelia Valcárcel sobre el caos del último Ministerio de Igualdad y su Ley Trans (y cuidado que soy de izquierdas porque estamos en un punto que si criticas posturas ideológicas cercanas a ti ya te tildan fanática de Vox).

Así que en este como en todos los 8M se verán estas divisiones que han existido en el feminismo porque en demasiadas ocasiones impera el ego, la inoperancia, el sectarismo, la dictadura ideológica y una que desde que iba a parvularios no me ha gustado formar parte de ningún tipo de asociación, organización o grupo, porque si algo valoro es mi independencia y no me gusta mandar ni que me manden para tener una crítica constructiva que solo se puede hacer desde una libertad ideológica. Me da pena y rabia cuando observo a mujeres que, bajo postulados feministas, legitiman su postura débil, insegura, de patologías dependientes en teorías feministas y que lo único que hacen es dar valor al machismo al tratar con paternalismo al resto de mujeres como niñas traumatizadas y es cuando una, que es de naturaleza tranquila, (creo que he perdido los nervios tres o cuatro veces en mi vida por causas justificadas eso sí) le sale la vena contestataria.

La canción de la Eurovisión, Zorra, pretende con esta palabra incomodar o empoderar, pero cuidado con los empoderamientos encubiertos de una falsa libertad porque llevan a una esclavitud indigna. Está bien como un ejercicio que pretende sorprender con un insulto malsonante pero si no se sustenta en una base firme que dé igualdad entre los sexos no es más que un artificio que te puede hacer gracia durante un tiempo. Habría que analizar si en esta sociedad se valora por igual o se acepta los mismos comportamientos entre hombres y mujeres porque esto daría para varios artículos.

Si en este mundo, no empezamos a ver la llaga en vez del dedo que la señala como hacen los necios, máxima de Confucio, no encontraremos la clave para asumir entre todos el feminismo como se asume la defensa de los derechos humanos o del medio ambiente. ¿Por qué algo tan simple se enfanga, se tergiversa y, por desgracia, se politiza como en tantas otras cuestiones?

Olga Neri

4.3.24

Koldo es el Malo de preescolar. Pero hay bachilleres


Hace ya unos días que saltó el asunto de Koldo o como lo queramos llamar pues tiene varias derivadas que a fecha de hoy todavía están por aclarar. No es permisible que nos callemos, tampoco acusar a todos de lo mismo, ni responder con el clásico "…y tú… más".

Era lógico suponer —con la que llevamos sembrando en estos dos últimos años sobre todo lo que nos suena a política— el que al final nos iría saltando la mierda al aire para pringarnos todos. Incluso los que no tenemos nada que ver, pues las violencias siempre las pagan los que menos saben de la verdad, es decir los inocentes de pasear por la calle o de irse a trabajar a las 5 de la mañana.

De entrada hay que decir que es inconcebible que un torpe hubiera llegado a los despachos a donde llegó el famoso Koldo.  Y que ni saltaran las alarmas de sus paseos por la senda prohibida. Y eso es responsabilidad de muchos. Incluidos los que verbalmente insisten en decir que son inocentes. 

No saber ver es también pecado.

Un detalle de la Guardia Civil nos muestra esa calidad en los trabajos del tonto útil que sabía abrir despachos. No entendían desde el primer momento —presumiblemente— que alguien que tenía unos ingresos y gastos excesivos en relación con su sueldo declarado y conocido, decidiera previsiblemente comprar viviendas en una localidad turística y ponérselos a nombre de una persona menor de edad. 

Esa forma de actuar es de Primero de Preescolar en tramposos. 

Y llevó a sospechar a la policía que o actuaba solo, o no era en absoluto la cabeza dirigente de esa trama. Se dice que todo este entramado de mascarillas debió generar entre más de 10 y menos de 20 millones de euros de beneficios no declarados y éticamente reprobables. 

De los que parece ser, el guardaespaldas y secretario se llevó sobre 1,5 millones. Los listos saben disfrazar esos dineros restantes, de al menos una decena de formas distintas que no son ya de preescolar de Malos.

Un buen asesor para estas artes fiscales sabe perfectamente qué astucias hay que construir. No son desconocidas, pero son complejas de hilar, de poder demostrar, de seguirlas para ir tirando de los hilos. 

Si el Malo 1 actúa como un preescolar, logra que no se pueda seguir el rastro de conexión con el Malo 2, el Malo 3 o el Malo 4. Salen ganando los que han estudiado Bachiller en malicia. Al final y como casi siempre, legalmente unos pagan y otros se enriquecen. 

Lo que no quiere decir que los malos sean políticos, cuidado con equivocarse a la hora de la vía penal. Podemos acusar a los políticos por tontos, pero seguirían libres los auténticos malos, pues son "muuuuu" listos.

Así que solo nos queda el castigo ético y político, pues será muy complicado el castigo penal en todos esos entramados de un periodo brutal en donde los ancianos morían en Residencias y los Jetas se enriquecían por no haber Ley.


1.3.24

Puede ser verdad, siendo mentira. E incluso ser mentira y parecer verdad


Hay una maravillosa costumbre que ya han aprendido muchos en esta España moderna, que es la de mentir sin que se note. Decir la verdad mintiendo. Disfrazar las verdades para que sin ser mentiras tampoco sean verdades. Casi todo crea una sensación de que nos están engañando y que hay que descifrar, reconvertir, no fiarnos, sospechar.

Los malos son malos, es verdad, pero podría ser que no fueran tan malos y que algunos buenos fueran también malos. O incluso que los buenos estuvieran escondiendo a otros más malos que los malos, sacando a los malos e sus escondites para que nadie se fije en los malos de verdad.

Tremendo juego de cubiletes, de chaperos o trileros, que en los últimos años en España, han ido creando escuela.