17.1.25

La izquierda se calla y no quiere decir que es de izquierdas

Desde la izquierda admitimos que somos unos inútiles en la Comunicación, y lo admitimos tras reflexionar y no ser capaz de configurar unos modelos válidos como sí ha logrado la derecha y la extrema derecha. Sabemos que se puede hacer, simplemente por admitir que otros desde la nada, lo han hecho. 

Han edificado candidaturas absurdas desde esa nada, desde el desconocimiento de sus programas, y han recibidos cientos de miles de votos sin presencia física en una Campaña Electoral.

Leía antes que valoramos poco los 400.000 subscriptores del digital de El País, una cifra nada sencilla de lograr. Y a los que se deberían sumar los de otros pocos medios de centro o izquierda que existen en estos momentos en España. Insuficientes, pero por algo será. 

Y los valoramos poco, por nuestra propia exigencia de ser "fabulosos" y limpios como recién salidos de la lavadora. 

Algo debe joder las posturas que tiene El País, cuando constantemente dicen desde la derecha y la extrema derecha que es el periódico del Gobierno, pero con adjetivos peores, insultos variados para aderezar la ensalada.

No sabemos comunicar por no saber reflexionar. La importancia que tuvo Andalán en Aragón es incontestable, asumida y lógica. ¿Cuántos aragoneses leían Andalán en porcentaje? Es verdad que aquello duró poco tiempo. Desde octubre de 1972 a enero de 1987. Un total de 440 números, algunos censurados y unos pocos dobles. Tiempos difíciles y de un nivel económico pobre desde la izquierda.

Hoy, un medio de comunicación es sencillo de crear. Y se han edificado algunos que malviven si son de izquierdas, y otros que crecen como setas si son de derechas o de extrema derecha. Y lo admitimos sin saber poner medios para contrarrestar eso, como debería ser el saber poner en marcos mentales qué medios son realmente de centro y de izquierdas, para contrapesar. 

Admitimos que nos bombardean con bulos o mentiras, que hay cientos o miles de máquinas escribiendo con seudónimos personales para vender determinados pensamientos, y que incluso discuten cuando reciben respuestas. Son montajes caros e impersonales, pero que les funcionan bien. 

¿Y qué hacemos desde la izquierda? Pues nos dividimos, con callamos, nos cansamos y ya agotados nos desencantamos, no somos capaces de crear Círculos (no confundir con otros Círculos, hablo en general) en Redes pues son mal vistos y surge crítica interna, etc. Es decir, miramos desde abajo, pues no somos capaces ni de levantar la vista.

Las personas mayores somos ya unos inútiles pues somos mayores. Hay otras divisiones sociales peores que también están haciendo mucho daño en la participación efectiva, aunque nos lo callemos. Seguimos jugando a jodernos nosotros solos. 

¿Se puede hacer algo más? Sin duda, pero no queremos, nos han ganado y nos hemos rendido. Lo curioso es que muy posiblemente los que nos han ganado, al final, sean también de los nuestros. 


Quien mató a Laura Palmer? ¿Fue David Lynch?


Filmoteca de Zaragoza, Cinema Elíseos
circular del arquitecto Teodoro Ríos, finales de los años 80. Se difumina la luz del plafón central y atraviesan la grisalla de tabaco no del todo apagado sus últimos haces. Concentración absoluta entre el aforo completo, los tardanos esperando la crónica macerados a carajillos o botellines en el Gato o el Candolías de la Calle Mariano Royo como en los años 70 esperaron el periódico de la tarde y la hoja deportiva.

Las han premiado en Cannes o Donosti, no las programan los cines convencionales pero, la espera no desespera, hoy los del servicio de cine del primer ayuntamiento socialista proyectarán “Blue Velvet” de Lynch, “París Texas” de Wenders, “Bagdad Café” de Percy Adlon, “Mi Hermosa Lavandería” de Stephen Frears, “El Contrato del Dibujante” de Peter Greenaway, “La ansiedad de Veronika Voss” de Rainer Wender Fassbinder… Al terminar saldremos como guepardos, cosa muy fina, a tomar unas cervezas al Central y el Amaranta, ataviados “mod” como los Who en Quadrophenia en día de cierzo y sin pinturetes, y la vida sin saberlo ya nos habrá cambiado para siempre.

Media de edad de la sala: probablemente menos de 23 años, público que terminó siendo la cantera de los cines Renoir de la Romareda e irremisiblemente esfumado, lost in translation para el arte, al pasar a devolver hipotecas.

A quiénes cambió la vida entonces Lynch. Pensábamos a una minoría, pero resultó que a todo dios puesto que el cine posmoderno se veía en la actitud y moda de la calle, recogiendo el glam musical, los encuadres, luz de vuelta a Ribera y Vermeer. Aunque no se entendieran del todo los guiones e intensidad de aquel cine que viró hacia Hopper y las películas negras de los años 40 con tramas pasadas de incomprensión como lo fueron los últimos guiones de Chandler. Aun interpretados por Edward G. Robinson.

Las propuestas artísticas de los 90, en necesario ejercicio pendular, se decantaron por quitar barroquismo a la música a base de dieta de bajos de los Cure con imagen digna de las novelas góticas de Mary Shelley, volviendo al country espeso, las camisas de cuadros, el muro de sonido y el órgano Hammond de Pink Floyd.

Una vez constatado ampliamente el abuso por los grupos del pop de la nueva ola inglesa en el dominio de las nuevas tecnologías musicales, enfermedad que solo se curó por la música de baile funk y los Chemical Brothers a mitad de década.

Del mismo modo en el cine, los guiones y situaciones enrevesadas fueron superados por las obras limpias y contundentes de Eastwood de la década o la genialidad y registros de Spacey en American Beauty o de Meryl Streep a partir del “Postales desde el Frío”

Todos recordamos el encasillamiento de Melanie Griffith con posterioridad a “Algo salvaje” de Demme y “Armas de Mujer” de Nichols, esa frágil empoderada, esa estática reivindicativa sin matices con espuma en la boca que tanto se hizo querer.

Tampoco pasó el corte Mickey Rourke, como sin embargo sí la música rasgada y profunda de Joe Cocker y Mark Knoppler que vivieron una enésima juventud por clásicos y respetuosos con las raíces del blues y no haber caído en el melodrama impostado.

De todas estas películas no nos acordaríamos y nos hubieran parecido insufribles sus diálogos inconexos o interminables sin la ayuda de su extraordinario y falso montaje, si lo comparamos con el cine de Wilder por necesario para no cargarlas, y la música y estética que las soportó.

Interpretada por hombres de una pieza femeninos como el sutil sucesor de Kristoferson: Chris Isaak, nuevas voces poderosas que siguieron la estela de Carole King (Jeveta Steele en Bagdad Café susurrando “I´m calling you” en aquellos tiempos sin videollamadas) y la música arrastrada de paletos blancos, el contrapunto de la Texas feliz de Buddy Holly, representada por la guitarra percutida y sostenida de Ry Cooder en París Texas.

El cine de Lynch todavía alcanzó techos más altos que el del resto de sus coetáneos en estética sin ética.

Su músico titular Badalamenti aceptó la herencia sin deudas de Nino Rota componiendo toda la que llenaba los enormes vacíos con contenido de “Twin Peaks”, asentando un estilo musical deudor del dodecafonismo, las bandas sonoras del ucraniano de segunda generación y gran conocedor de las composiciones de Shostakovich, Gershwin e imprimiendo esas notas en nuestra memoria.

La serie anticipó en estilismo, creación de personajes y situaciones, mantenimiento del interés que tuvo a España sentada en el sofá esperando su desenlace, al mejor cine que se ha grabado en el siglo XXI, todo deudor de Lynch. El que disfruta gran parte de la población en las plataformas compuesto en mi canon de preferencias por “The Wire”, “True Detective” y “House of Cards”.

El multifacético y complejo Spacey y la tejana fina Robin Wright, ni otros grandes actores como John Cusack, hubieran tenido el impacto en los años 80 que tuvo la interpretación de Isabella Rosselini en “Blue Velvet”, la aparición fulgurante de la bella paleta triste vestida para el baile en línea con toques de camisas de seda que fue Laura Dern –que sigue siendo fugaz y fulgurante- ni el cine posterior que ha consagrado a Jeff Bridges y se ha vuelto más grunge en personajes hubiera soportado las interpretaciones sutiles del hombre femenino a una gorra roja soldado, Harry Dean Stanton.

Secundarios principales, superación del glam tonto y previsible, una visión de las puestas de sol americanas en technicolor y deudoras de John Ford y toda nuestra cultura de disfrutar de las series, a paso andante moderato y rallentando, nos lo ha regalado Lynch. Y tantos paréntesis en mis felices tardes universitarias.

Corro a ponerme la música de Badalamenti, quién dijo que la vida sedentaria es monótona y rutinaria, maestros.

18.01 Luis Iribarren

10.1.25

Venezuela y su libertad, es nuestra libertad


Es triste el uso y casi el abuso que se está haciendo con la situación actual de Venezuela desde Occidente, con una sociedad al borde de un conflicto civil por culpa del silencio de muchos dirigentes que no son venezolanos. 

Si creemos en la democracia, hay que seguir creyendo en la democracia aunque los resultados no sean los que se espera, gane quien gane, pues en el sentido del sistema democrático está el núcleo de que es la sociedad quien decide.

España y Europa, en un deseo de no convertir Venezuela en un proceso más violento, está de forma tibia apoyando a Maduro. Así de sencillo es, aunque sea complicado asumirlo desde posturas de izquierda. 

No entiendo nada la postura de toda la izquierda española ante Venezuela, aunque sepamos bien qué alternativas existen. Nuestra obligación e defender la limpieza democrática en todos sus procesos.

Que la izquierda española apoye que se tenga que mantener en el poder a alguien que se sujeta con las policías militarizadas, es complicado de entender, si no es por puro interés económico. 

Europa debería exigir la muestra de los resultados electorales o al menos, debería mostrar lo que se conocen. Y debería liderar desde Europa por lógica histórica, un proceso de PAZ pero a su vez de cambio y de tranquilidad. 

Zapatero lo ha intentado, pero en los últimos meses ha sido utilizado para que lo malo no se convirtiera en lo peor. Nos ha faltado valor político a la izquierda española para intervenir con más contundencia ante lo que es un abuso, mantenido con poderes militares y policiales.


9.1.25

Panorama Geopolítico Latino 1: North and Center Leagues


Durante este ejercicio voy a dedicarme a introducir filosofía oriental zen, confuciana o sintoísta, dado el éxito arrollador de los actos del vigésimo aniversario de la Asociación Aragón Japón, que cada vez más críos acuden a los festivales de manga aragoneses y que nos predijeron hace unas décadas, entre muchos Chomski, que el centro geopolítico mundial se había desplazado al Océano Pacífico y la economía americana competitiva se desarrollaría en California y Seattle –en estados demócratas-.

No nos avisaron de la eclosión de Zuckerberg o Musk como jefes medievales de las tierras medias y la nueva toma de posesión de Trump por arrasamiento electoral como gran jefe de los anglos contra los invasores, que nos augura un agravamiento de la guerra o acuerdo comercial soterrado sino americana (del Norte).

Vamos con el primer símbolo oriental: RAN, película de Akira Kurosawa: vocablo culto chino japonés que aparece en múltiples combinaciones con otros, que no tienen nada de positivo en ningún caso. Expresa rebelión, revuelta pero con una derivación de indeseable, describe en una sílaba la lucha de clanes que se atacan con dagas y cuerdas con punta. Resumiendo, no es positiva la invocación de la revolución en Oriente sino solo existen en cualquier caso revueltas para mal de la que hay que sofocar por el bien del gransogún.

Entre tanto y porque España no está tan mal del todo en demografía y economía como Francia o Alemania porque ha preferido una inmigración latina y cristiana como deseable pero a la que nunca nos dedicamos, vaya este resumen informativo para ellos al toque y no dejándonos ninguno de los países que cita Rubén Blades en su célebre tema “Buscando América”, a la que seguimos esperando. De norte a sur, por la inevitable referencia a Trump pero empezando por los propios USA.

Así y en Estados Unidos viven muchos primos centroamericanos y hasta colombianos de nuestros nuevos vecinos españoles, ya en la significativa cantidad de 65 millones sobre una población de menguante del resto de tribus, de los que 38 tienen origen mexicano y es dominante, pone y quita gobernadores y ha votado más de lo esperado a Trump, en Flóoorida, Niu Meksikou, Erissooona, Kélifooornia end Koloradouuu.

¿Llegará algún hispanohablante a gobernar? No se sabe, pero dependerá de la carrera política de Alexandria Ocasio-Cortez, congresista demócrata, de ascendencia puertorriqueña y católica del Bronx, educada en la Universidad kennediana de Boston, lo que supone que tiene cierta marca suficiente de casta. Dado que el galardonado cocinero astur José Andrés, la activista en derechos mexicana Dolores Huerta o especialmente la jueza Sotomayor, por edad o actividad profesional, no darán ningún salto mortal.

Replicante de la congresista, por el partido republicano, y entre los relacionados con la propiedad del Real Zaragoza, los balseros de Miami cuentan con el activo político del prestidigitador político Marco Rubio, del Tea Party con azúcar moreno, que se mueve al son del Miami Sound Machine y va para Secretario de Estado de Donald, quien no por casualidad vive habitualmente en Flórida porque gusto y para mantener el color naranja, pero también para controlar el resultado global a las elecciones presidenciales a favor republicano cuando la cosa vaya empatada.

Al norte siempre nos habíamos dejado a Canadá, este estado fascinante por europeo en ambiente donde Québec y Vancouver. Cuna de buena parte de mis músicos favoritos: la alineación compuesta por Neil Young, Arcade Fire, Owen Pallett, Crash Test Dummies y Abel Tesfaye (The Weeknd), este quinteto supera a la de la selección de baloncesto que rinde en parte servicios en el Casademont Zaragoza y lidera el genio de Shai Gilgeous-Alexander.

País con infinitos paisajes y recursos, tapado en política, su evolución demográfica lo está aproximando a los USA y el país cada vez se parece más en todos sus extremos a Toronto, esa cara A de Chicago, como Montreal ha sido la New York francófona y reserva de bodegas y depósito de estupefacientes en cada ley seca, y seguimos en varias.

El estado federal canadiense que está llegando a la población española se halla liderado por el todavía muy joven Justin Pierre Trudeau, un producto netamente de Ottawa, ganando cada elección desde 2015 al frente de un conglomerado que se llama Partido Liberal pero que es de corte socialista suave que, oye, sería un ejemplo a seguir en materia de políticas de inmigración en Europa pero para el que cuenta con un inmenso y rico territorio de acogida. Tiene su propia oposición de izquierdas en el Bloque Quebequés, dirigido por Yves Blanchet, cuyo contenido programático se revisa desde Waterloo constantemente.

Canadá cuenta con una creciente población hispana o latina que asciende a casi un millón de habitantes, en un país con casi un 25% de nuevos canadienses nacidos fuera. Especialmente es relevante en la Columbia Británica de la Costa Oeste, en Vancouver. En el Estado descuellan trayectorias como la de la comediante de Toronto de origen nicaragüense Martha Chaves, el banquero mexicano quebecois Luis Cisneros y, nombramiento muy inteligente, el jefe de comercio e inversiones extranjeras del Ministerio de Exteriores de Canadá, el peruano con residencia en Ontario, Carlos Rojas Arbulú.

Los Estados Unidos mexicanos se hallan en este ejercicio liderados en discurso por su primera presidenta, de regio apellido alemán –lo que al clasismo americano le pone mucho- Claudia Sheimbaun. Cachorra política del histórico alcalde de DF y presidente, intelectual y escritor politólogo de Tabasco: Andrés López Obrador, que sería lo más aproximado a Monedero como político y personaje, de otra generación y para bien y mal, que en América pueda encontrarse.

Llegada a la máxima representación del Estado procedente de la misma alcaldía, esta fecunda científica y gran gestora en materia de reducción de la contaminación, problema endémico del Distrito Federal, llega a la política en 2011 dentro del Movimiento de Regeneración Nacional de AMLO –alias Obrador-, frente progresista de inspiración algo zapatista que tumbó el legado del PRI. Histórica opción ultraliberal con una extraña denominación, pero normal en el extremado México: nada menos que Partido Revolucionario pero Institucional, heredero entonces de legado de Juárez y Huerta.

Ambas opciones se acusan y tildan desde fuera de narco estados, de no controlar Sinaloa, de depender como único brazo armado no corrupto de la constante intervención del ejército mexicano. En este sentido, se acusaba al amenazado Obrador de blando y paternalista, lo que se dice rápido cuando uno no está amenazado.

Claudia ha empezado como gestora pragmática de izquierdas una política de mano más firme policial pero ha descartado una guerra directa contra el narcotráfico, dado que quien la implantó de la mano de la agencia federal, DEA, como fue el presidente Calderón, a la vez contenía en sus intestinos de gobierno a un secretario de Seguridad Pública en directa conexión con el Chapo Guzmán.

Más inteligente por profunda conocedora de la situación me parece su política universitaria. Dado que buena parte de la población no tiene acceso a la misma y que la libertad de cátedra en la UAM no se puede cercenar a los catedráticos numerosos que la utilizan para predicar el neoliberalismo como una opción, lo que redunda en la conservación por interés de la desigualdad, se halla inmersa en un programa de creación de institutos y politécnicos públicos que den acceso y cumplan el derecho universal a la enseñanza, también la superior, e insuflen cuadros medios de otros orígenes o estratos.

Las políticas de machaque y acusaciones de narco estado le caerán como una granizada cuando se incorpore este mes la administración Trump. Los republicanos nunca teniendo presente que las leyes secas en materia de drogas en combinación con que son los estados ricos los que aportamos los consumidores, dan lugar a una subida de precios y escasez, a un escenario trucado de lucha contra la distribución. La mala calidad y la no liberalización de la droga la pagan las familias.

Si en Detroit se inyectan mierda es porque interesa la debilitación de la economía americana de los países en vías de prosperidad por canalla aplicación de la Doctrina Monroe, de la que los principales apóstoles son los líderes políticos hispanos que han podido pagarse las universidades privadas y a cuyas familias tan mal no les expropiarían.

Nos vamos con las voces de José Feliciano o Chavela Vargas por José Alfredo Jiménez:

Se me acabo la fuerza, De mi mano izquierda
Voy a dejarte el mundo, Para ti solita.

Como al caballo blanco, Le solté la rienda
A ti también te suelto. Y te me vas ahorita.

Luis Iribarren - enero 2025